Mirada Cruel

El plan de Horo Horo

Aunque HoroHoro sabía que su amor era no correspondido jamás quiso darse por vencido, él, un chico tenaz y vivaracho no sabía aceptar un No como respuesta, por eso después del torneo de los Shamanes y a pesar de los regaños de su histérica hermana decidió emprender un viaje para lograr conquistar aquel frío corazón.

Acompañado de su siempre fiel Kororo decidió poner una casita de acampar muy cerca de la mansión de los Tao, desde ahí podía seguir los pasos de su querido Ren, aunque todo parecía tranquilo, Horo sospechaba que su némesis seguro ya se había dado cuenta de su presencia, el "señorito" Tao era bastante perceptivo y de eso no cabía la menor duda.

Pasaron las semanas pero la misión de HoroHoro no parecía rendir ninguna clase de frutos, por lo que decidió él mismo darse a notar.

Una noche irrumpió en casa de los Tao con la intención de darle una sorpresa a Ren, pero en su lugar él se llevó la sorpresa porque el joven Ren se dio cuenta antes que pudiera hacer cualquier acción, el espíritu acompañante ayudó a su amo a realizar el Over soul y ambos atacaron a los intrusos, Horo no se quedó atrás y utilizó a su espíritu.

— ¿Me puedes decir que te trae por aquí? —preguntó Ren luego de su primer ataque, Horo respondió al ataque antes de responder, pero no causó gran impacto

—Vagaba por aquí —

— ¿Me crees idiota? ¿Crees que no sé que has estado vigilándome? —preguntó enojado, lanzando otro de sus ataques, esta vez derribando a su enemigo

—No sé de que me hablas

— ¡Tonto!

Enojado por aquellas mentiras, Ren atacó con mayor fuerza a su rival, noqueándolo por completo hasta que Horo perdió la consciencia completamente.

HoroHoro abrió los ojos y a su alrededor se encontró con una de las habitaciones en el palacio de Ren, miró por la ventana y el sol resplandecía en lo alto, a su lado se encontró a su espíritu acompañante, lo miraba preocupada y al verlo despierto se lanzó a sus brazos

—Estás bien querida Kororo, estoy contento —dijo sonriendo, luego el espíritu emitió unos sonidos que solo él podía entender, le decía que Ren había estado ahí minutos antes de que despertara

Horo se sonrojó, sorprendido. Luego se levantó de la cama, se colocó el calzado y salió de ahí, pasillos y pasillos pero sin rastro de Ren, tampoco se encontró con la hermana de Ren

—Vaya que es enorme esta casa —se maravilló a su alrededor y siguió caminando hasta llegar a unas escaleras

HoroHoro bajó las escaleras y llegó a la planta baja de aquella mansión, había grandes ventanales y por ellos pudo ver los jardines. La noche anterior no pudo apreciarlos pero ahora sí podía, se acercó a una puerta y esta se abrió dejándolo salir al jardín, maravillado miró todas aquellas plantas y una enorme paz le invadió el corazón

—Vaya que eres idiota

— ¿Qué? —Horo se giró hacia atrás y vio a Ren, sonreía con burla, mirándolo con desprecio, aquella mirada cruel que tanto hería el corazón de Horo

—Vagar en las inmediaciones de mi mansión, irrumpir en mi casa en medio de la noche solo para atacarme ¿Qué te sucede? —preguntó enojado, Horo cerró con fuerza los puños, conteniéndose de atacarlo

— ¿Y por qué no me mataste? —preguntó furioso

Ren y HoroHoro se miraron a los ojos, los dos se quedaron completamente callados, mirándose con desprecio, pero después en la mirada de Horo hubo algo que a Ren lo hizo sentirse incómodo, así que apartó la mirada

— ¿Qué te importa? —Preguntó enojado y le dio la espalda, pero HoroHoro no alcanzó a ver la mirada confusa de Ren y tampoco su sonrojo —Vete de mi casa lo antes posible, no tendrás suerte la segunda vez —sentenció

HoroHoro apretó de nuevo sus puños, miró a Ren retirarse y luego miró hacia Kororo, su pequeño espíritu estaba volando justo a su lado y lo miraba triste, ella sabía lo que había en el corazón de Horo

—Vámonos, fue un error venir aquí —dijo con voz alta y se marchó de la mansión de Ren, al menos por lo pronto, porque Horo no estaba acostumbrado a escuchar negativas como respuesta

comencé esto y no sé porque xD pueden dejarme sus comentarios, gracias por leer!