Capítulo 14: Adiós amigo.

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14-Adiós amigo.

La verdad.
Dos palabras y una sóla emoción.

Tristeza.

Eso hice aquella noche al llegar a casa. Me armé de valor para contarle todo lo que me había sucedido, porqué razones me encontraba llorando como magdalena en sus brazos. Lo unico que esperaba de el era su comprensión y sus consejos, hablar con el toda la noche aunque mis ojos pesaran de tanto sollozar.

Ese día Blake sabía la verdad de mí, lo que estuve ocultando desde hace unas semanas. Todo lo que llevaba conmigo, por mantenerlo en secreto tanto tiempo.

—No tienes que cargar todo esto tú sola, estoy yo, está Shelby, incluso Riley.—argumenta, sosteniendo mi mano.

—Pero Blake...

-Es alocado pensar lo que pasó entre ustedes dos,y tambien como la vida trató de reunirlos otra vez. Pero debe existir una razón por la cual aún te duele tanto sus palabras.-interrumpió

—Simplemente duele, no existe una razón logica.—me excuso, como si fuese un reproche.
—Quise a Alexx por un buen tiempo y destruyó todo, mi amistad con Brigg, mi afecto hacia los chicos, las ganas de enamorarme otra vez.

—Pero sus palabras te han afectado. Haz cargado contigo tantas mentiras que tarde o temprano tendrías que quebrarte para poder entenderlo.—murmuró presionando sus manos en la cama, en un gesto de nerviosismo.

—¿Entender qué aún me duele?
Asintió sin más.

—Maggie... eres hermosa, una buena chica, tan servicial y agradable.—sostuvo mis mejillas con sus calidas manos provocando que una sensación extraña habitara en mi estomago.—Pero te llevas la vida pensando en los demás, cuando deberías ser más egoista en este oscuro mundo oportunista. Encargate de ti, deja de pensar en el bienestar de otros, liberate de Alexx Cooper y todos los malditos recuerdos del campamento. Lo que te haga daño, sacalo ya de tú vida.

Mis ojos se achinaron cargando lagrimas consigo que nunca bajaron por mis mejillas. Sólo las retuve por un tiempo, hasta que lo abracé y le dí un beso en la comisura de sus labios sin intención de que esto lo dejara tan desconcertado.

—"Que habré hecho bien para tener a una persona como a mi lado."—cité una frase de nuestro libro favorito.

Fue una de la noches más especiales de mí vida, sólo por el hecho de compartir la verdad con Blake, de sentirme una vez libre, de soltar todas mis cargas y liberarme completamente de esta farsa que he estado soportando en mis hombros.














Una parte de mí deseaba tomar el consejo de Blake, dejar atrás las cosas que me hicieron daño, olvidar y sanar. Pero existian muchos factores que no me lo permitian. Como Alexx y su estancia en la misma casa.

Verlo cada día, salir con chicas, recordar miles de momentos juntos.

¿Por qué debía ser castigada con algo cómo eso?

Justo al día siguiente de la fiesta de Jake, pude apreciar lo mal que se veía. Caminaba con pesadez, con su bata de dormir, su cabello enmarañado, con una notable molestia en su cabeza al tener ambas manos en su frente como si algo pudiese dolerle.

Todos los presentes en la mesa lo observaron caminar hacía nosotros, sorprendidos de verlo en tal estado.

—Buenos días, cariño.—habla Beth extendiendole el café de todos los días.—Por lo que oí, bebiste demasiado.

—Sí, no recuerdo casi nada.—dice en un hilo de voz, casi inaudible. Aquella voz varonil y ronca, tan propia de Alexx estaba completamente diferente.

—Sientate, le pediré a Agatta que te lleve un caldo de pollo más tarde. La proxima vez que tomes, intenta no excederte demasiado, es perjudicial y más cuando empiezas a beber tanto siendo joven.—argumenta su madre, esa mujer tan gentil y sobreprotectora que intenta que nuestras familias se unan.

—Sólo fue anoche, no volveré a suceder, mamá.—prometió el chico de ojos verdes de aspecto desagradable y engorroso.

Blake me lanzó una mirada de comprensión. Ladeó una sonrisa con la intención de que cambiara mi rostro.

Sentía pena y verguenza por verlo tan deprimente, pero sé lo merecía por hacerme sufrir tanto.

Cuando se sentó, posó sus ojos en mi, intentando recordar con exactitud, me miró mucho tiempo como si apenas retomara todo lo que me dijo anoche. Pero su semblante se mantuvo así toda la mañana, descifrando algo que quizas nunca recordaría.

En el fondo quería que me hablara y me pidiese disculpas, que me dijera que todas esas cosas no eran ciertas, que en verdad el no me pensaba ni había deseado nunca conocerme.

Pero era sólo lo que quería escuchar, no lo que realmente sucedió.












A las cinco y media, Blake partiría rumbo a su casa, donde muchos familiares ansiaban reencontrarse con el. Pasó casi una semana completa en Los Angeles, y supongo que se llevó gratos recuerdos de nosotros.

Nunca tuvo problemas con relacionarse con algún chico que habitaba en esta casa, inclusive con mi hermano. Decidieron dejara atrás las malas rachas del pasado y consolidar una nueva amistad  sólo porque ambos amaban a la misma persona.

Me alegra que Carter finalmente supere su  casi interminable rivalidad con Blake, y que por fin tuviesen algo diferente a sus famosas peleas y miradas de odio.

Cuando fue el momento, le escribí una nota oculta en la mitad del nuevo libro que le compré como regalo.

"Recuerda lo importante que ha sido tu amistad para , te amo mucho idiota. No me olvides."

Claro que no le dije que había una nota entre las paginas, quisiera que el mismo se diera cuenta.
—Te voy a extrañar muchísimo, ven aquí.—lo jalo de su cuello para abrazarlo fuertemente.

—Cuidate, y piensa en lo que hablamos, ¿okay?—susurró suavemente en mi oido en medio de nuestro abrazo.

Sus brazos rodeando mi espalda y mi cabeza hundida en su cuello.

Sabía que no podía verlo tan seguido como antes, sabía que las cosas cambiaran cuando iniciaramos la escuela. Más responsabilidades y nuevas amistades vendrían para los dos. Tomaremos caminos diferente por culpa de la distancia pero eso no significa que no podamos continuar nuestra amistad.

—Lo haré. Quiero que nos visites en vacaciones otra vez.—sonrió, dejando ver sus lindos hoyuelos en sus mejillas.

—Adiós Maggie.—pronuncia como si le costara tanto alejarse de mí. Monta las maletas al auto y se sube al mismo.

Finalmente la hora llegó, y mi corazón se encogió al verlo partir con su auto para llegar a casa lo más pronto posible.

—Adiós Blake.—solté un suspiro.

Un Verano Desastroso [EDICION]Where stories live. Discover now