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Es duro, es doloroso, no ser amado cuando se ama todavía, pero es bastante más duro ser todavía amado cuando ya no se ama.

Benjamin Constant.
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Erwin

Sarah Dear había sido una de esas chicas que no puedes sacar de tu cabeza, de esas que invaden tu espíritu dejándolo lleno de preguntas, había sido el amor de mi vida por más de cuatro años, nos habíamos conocido en la preparatoria y desde el día en que la vi quise saber más de ella, aunque no logre mucho, era de esas personas que no hablaba mucho de su vida privada, más bien evadía preguntas con otras y nunca quería juntarse en su casa, fue por eso que me sorprendió tanto verla como un agente del FBI.

Antes de que la preparatoria se terminara logre estar con ella por dos años hasta que me dejó por un chico llamado Bill y no supe nunca más nada, la ultima vez que la vi antes de ingresar como un agente del FBI fue en Dublín se estaba mudando a Colorado con su padre, tendría unos dieciocho años de edad

Me enteré tiempo después que a sus veinte se había unido al FBI y que su padre ya llevaba algo asi de unos quince años como agente en ese momento.

Los Dear eran muy conocidos en Colorado por sus grandes logros y nadie hablaba de su historia por algún motivo, eran muy respetados y tenían uno de los casos más difíciles del mundo, y si, era del mundo porque nunca se quedaban quietos y siempre faltaban pruebas, hacia ya catorce años que Mark Dear y Henry Thomson comenzaron con ese caso, Sarah se había sumado al caso también aunque no llevaba tanto tiempo en el.

Yo había iniciado hacía ya un año, luego de haber visto morir a mi hermano asesinado por unos narcotraficantes. Me sumaron al caso de los Anderson porque lo pedí, como nuevo quería algo grande, y que mejor que ellos.

Estaba acomodando documentos cuando Henry charlaba con Sarah, nos encontrábamos en la habitación de Mark, en el hotel Saint Germain, cada uno tenía su cuarto pero acordábamos las reuniones en el de él, por la comodidad de cada uno, ya que era una de las habitaciones más grandes

–iré a buscar unas cosas que me olvide ya vuelvo – dijo Sarah, hacia unos meses que había tenido un accidente que por poco le quitaba la vida, estaba tomando medicamentos y también recibió una donación de sangre, que la mantuvo con estabilidad, ella ahora estaba en una caja de cristal, por un par de meses más hasta que pudiera comenzar a dejar todas aquellas pastillas. su trabajo era buscar información, dejándome a mi el trabajo pesado, conquistar a Lis y perseguir a Tobin.

–la he notado más feliz últimamente, estás haciendo un gran trabajo– hablo Henry, sabia que hablaba de Lis, sus ojos se iluminaban de una forma extraordinaria cada vez que la nombraba

–no fallaré en este caso– le sonreí

–lo dudo, comienzas a gustarle –

Mark apareció notándose cansado, sus ojos estaban rojos y su cabello era un asco

–Henry, necesito más información, tenemos que sacarla de ahí– estaba completamente desesperado, supuse que no perdía tiempo, sabia que se tomaba los casos muy a pecho pero no imaginé que tanto, sería por eso que tendría una muy buena reputación.
Sarah volvió a entrar, ya era muy tarde, traía con ella unos papeles

–ven– le dijo Henry a Mark poniendo la mano detrás de la espalda de su amigo –es hora de que descanses, déjanos esto a nosotros– lo llevó hasta el baño – tomate una ducha y descansa, nos vemos pronto – Mark entro asintiendo y cerrando la puerta, mire a Sarah la cual estaba con una rara expresión de tristeza en su rostro observando la puerta a la que había entrado su padre, se acercó a mí, Henry hizo lo mismo

–tengo aquí información sobre Tobin– hablo dulcemente y dejó los papeles en un escritorio –hable con Jayson y me dijo que estaría aquí esta semana colaborando con el caso –Sarah me miro fijamente, Jayson era mi mejor amigo, el me había recomendado entrar al FBI, lo conocí en Florida en un tour que había hecho con mi hermano, se unió al FBI porque estaba aburrido de solo respirar, y eso fue lo que más me interesó de el, su manera de hacer las cosas para sentirse vivo, cómo ayudar a la nación

–y como vas con Grace, ¿ya encontraron horario y día para juntarse?– Henry hablo en un intento para despejar a Sarah, Grace era su mejor amiga de la niñes y al enterarse de que Sarah estaba en Francia corrió a comprar un pasaje de avión. Ella sonrió por el comentario, hacia un par de días que se notaba estresada, no dormía bien y vivía de mal humor o llorando por cosas sin sentido.

–estamos trabajando– dijo aún sonriendo, lucía hermosa, cansada pero hermosa

–vamos cariño, tú también debes descansar y lo sabes– el le acarició la espalda, amaba este trabajo, en ningún momento nos tratábamos como agentes, ya habíamos conformado una familia y parecía que todo marchaba a la perfección, la única piedra en el camino eran los Anderson, quienes mandaríamos a prison cueste lo que cueste.

–si, solo dame un momento ¿está bien?– dijo e hizo una mueca tratando de que pareciera una sonrisa, falló

–bien– dijo Henry levantándose– yo iré a dormir – nos despidió con la mano a ambos y salió de la habitación. Sarah se quedo mirando a la entrada, sus ojos parecían perdidos en otro lugar, estaba desenfocada, como perdida, no podía lograr descifrar su mirada

–¿que te sucede bonita?– dije en un intento por comprenderla, ella suspiró

–necesito pedirte un favor– deje los papeles en la mesa y puse mis manos en mis rodillas

–dime– volvió a suspirar

–sé que en un momento estuvimos juntos y aún te quiero – la interrumpí

–yo te amo Sarah sabes eso – ella observó a través de la ventana y luego me miró, sus ojos se encontraban cristalinos, como si mis palabras la hirieran

–ese es el problema, necesito que te olvides de mi, quiero que hagas las cosas bien con Lis, no puedes tomarte esto como un caso más, si vas a conquistarla hazlo enserio– me encontraba confundido, no entendía porque me decía todas estas cosas. No puedes dejar de amar a una persona como si nada, menos a Sarah, ella era... ella, su vida era un misterio y amaba eso
–por favor, no la lastimes, es difícil decirte esto, sabes que no quiero herirte– mi corazón se encogió

–está bien, solo... dime, ¿a qué se debe todo esto?– toco su frente cerrando los ojos

–esta chica está sufriendo demasiado, y cuando pierda a sus padres sufrirá mucho más, va a necesitar a alguien con quien hablar y tú serás esa persona – suspiro mirándome fijamente – así que solo prométeme que no la lastimaras, porque si no es así, si no te la juegas por Lis no sigas con la misión– ordenó y se levantó –ahora iré a dormir, piénsalo–

–descansa Sarah– salude con mi mano, me dejo ahí con un montón de papeles y preguntas, mi noche consistió en pensar que haría con lis, porque me gustaba, pero no la amaba como a Sarah, y todo se ponía complicado ahora, me sentía un idiota.

¿Como dejas de amar a una persona tan fácilmente?

Lo medité antes de ir a dormir y soñé con Lis, si Sarah quería que cuidara de ella eso haría.

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Hola!! Como ven cambie la portada, espero que les guste, también espero que dejen sus comentarios de lo que les va pareciendo hasta ahora la historia.

Muchas gracias por continuar leyendo y por sus votos
Besos, yan.

Life Under Lies ©Where stories live. Discover now