Todavía eres mía...

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¿Qué confianza había esperado que tuviera en ella después de descubrir que había mentido sobre haber visto a Brianah aquella noche? ¿Qué lealtad esperaba encontrar después de haber aceptado el anillo que Dinah le devolvió sin intentar siquiera explicar su comportamiento? Y ni siquiera una vez se había puesto en contacto con ella después de que la arrestaran, no había hecho ningún movimiento que diera a entender que quería verla de nue­vo.

Pero, ¿y si Lauren le estaba diciendo la verdad? ¿Y si no la había trai­cionado con Brianah y realmente era una víctima de los errores de la justicia? Presa de la confusión, tuvo que admitir que el comportamiento de Lauren después del arresto podía verse de otra manera. Era arrogante, orgullosa y terca. Cuando pensaba que tenía razón, no transigía, sino que se afirmaba en sus decisiones. Pero en esas circunstancias, no todo había sido culpa de Dinah, ¿verdad?

Que no era lo suficiente mujer para compartir su cama. Ese había sido el ataque más bajo, pensó con amargura.

Entre las edades de diez y quince años, Dinah se había visto obligada a escuchar numerosos comentarios sobre la promiscuidad de su madre. Milika había tenido al menos tres aventuras durante su tormentoso matrimonio con Gordon Hansen y su padre nunca se había recuperado de la vergüenza que le había hecho pasar. Tampoco había conseguido ocultar el miedo a que la pro­miscuidad podía ser hereditaria y pensaba que Dinah se convertiría en lo mismo. Incluso su madrastra le hacía ver su superioridad sobre su predecesora, como esposa y como madre, y Brianah había encontrado un gran entretenimiento contándoles a todas sus amigas que la madre que había abandonado a Dinah había sido una ninfómana. Obligada a vivir con la vergüenza de los errores de Milika como si hubieran sido los suyos propios, Dinah se había prometido a sí misma que nunca le daría razones a nadie para que hablaran de ella en esos términos.

Durante la adolescencia había sido muy tímida y sólo había tenido un par de novios antes de darse cuenta que prefería a las chicas y fue cuando conoció a Lauren. Decir no al sexo no había sido difícil. De hecho, hasta que Lauren no entró en su vida ni siquiera se había sentido tentada. Pero en el momento en el que experimentó el deseo de querer dejarle hacer lo que quisiera con su cuerpo, todos los años de abstinencia se dejaron notar. Por primera vez temió ser una obsesa sexual co­mo su madre, y decirle que no a Lauren había requerido un gran esfuerzo.

Pero después de que Lauren pensando que sus motivos eran moralistas le pidió que se casara con ella, Dinah em­pezó a cuestionarse si debía seguir reservándose. Hasta ese momento nunca había deseado con tanta intensidad a nadie.

Furiosa ante esa idea, Dinah se sentó en la mesa de la cocina para seguir estudiando las cartas de su abuelo que había abando­nado seis semanas antes. Lo último que Lauren necesitaba en ese momento era encontrar las pruebas de la irresponsabilidad de su abuelo.

Cuando se encontró con un sobre más grande de lo normal frunció el ceño, porque iba dirigido a ella, y no a Antonio. Posiblemente su abuelo había visto el sello y había asumido que era otra carta amenazante del abogado de Lauren. Al abrirlo encontró dentro otro sobre dirigido A la familia Hansen con la dirección de su padre y una breve nota de su ma­drastra: Sigue mi consejo y no profundices en esta investigación.

Sintiendo cada vez más curiosidad, Dinah sacó un papel del segundo sobre. Era de una firma de abogados, que preguntaba si la familia Hansen tenía alguna relación con una tal Milika Hansen.

Sabía lo que significaba la carta. Milika había muerto. ¿Qué otra cosa podía significar? Cuatro años antes un abogado había intentado localizar a los familiares de Milika. Dinah estrujó el papel y lo apartó, deseando no haberse dado cuenta de que el sobre iba dirigido a ella. Los ojos se le llenaron de lágri­mas. ¿Por qué no había intentado nunca localizar a su madre? ¿Tal vez porque tenía miedo de que ella la rechazara de nuevo?

Fallen Angel (Pausada)Место, где живут истории. Откройте их для себя