FANFIC ANATOMÍA DE GREY- HEART'S ANATOMY.

29. Nothing's going right and everything is a mess.

[Ashley Brooke]

Tardé más de lo que esperaba en ducharme y prepararme, así que llegué casi una hora tarde al Joe's. Anduve por las nocturnas calles de Seattle alumbradas por tímidas farolas que adornaban la ciudad. Mi pelo suelto bailaba al son de la suave brisa y yo me dejé llevar, cerrando los ojos. Cuando abrí la puerta del Joe's, el cálido aire del interior chocó contra mi piel y me inundó los pulmones de olor a cerveza y whisky. Me quedé en la puerta, buscando en el interior, hasta que vi a Cristina y a Callie bailar prácticamente al lado de la barra. Sonreí y me acerqué ágilmente entre la multitud. Meredith tenía un codo apoyado en la barra y sujetaba una cerveza mientras movía su cabeza al ritmo de la música y reía viendo bailar a Callie y a Cristina. Arizona hablaba a su lado con Karev y April. Me acerqué a Meredith.

- Hola. - Saludé, sonriendo. Miré hacia el interior de la barra. - Joe, ponme una cerveza cuando puedas. - Joe asintió y me abrió una cerveza al instante. La cogí y le di un trago intenso.

- Llegas muy tarde. - Me recriminó Meredith, sonriendo.

- Lo sé, me he enredado más de lo normal, lo siento. - Reí. Meredith me dio un codazo y ladeó la cabeza.

- Ya veo, te has puesto preciosa, ¿es para que le quede claro a Derek que la competencia no tiene nada que hacer contra ti? - Sonrió, pícara.

- ¿Competencia? ¿Qué competencia? - Pregunté, confundida pero risueña. Meredith señaló con un movimiento de cabeza el otro lado del bar, justo detrás de mí. Me di la vuelta y les vi allí; Derek estaba hablando con la enfermera nueva, riendo, muy juntos. Sentí una punzada de dolor en el estómago.

- Oh... - Me giré y les di la espalda. - Pensé que aún no había llegado él. - Le dije a Meredith, que encogió los hombros.

- Llegó unos minutos después que nosotras. Saludó a lo lejos y se puso a hablar con ella. Llevan así una hora. - Meredith miró al techo y entornó los ojos. Me terminé la cerveza de un trago y pedí otra. Cuando Joe me la sirvió, apoyé mi espalda en la barra y miré a Cristina y a Callie bailar desenfrenadas. Volví a mirar a Derek; la enfermera le hablaba al oído mientras él reía con una copa de whisky en la mano.

- Bueno, Derek es mayorcito para hacer lo que quiera. - Solté indiferente y me encogí de hombros yo también, dudando. Meredith me miró preocupada.

- ¿Ha pasado algo entre vosotros? - Preguntó.

- No, nada. Todo sigue igual, supongo. - Le dije, ligeramente confundida por la situación. No había pasado nada malo, ni nada excesivamente bueno. Nuestra relación se había estancado, parecía que nos habíamos quedado congelados y ninguno de los dos sabía hacia dónde avanzar, aunque esa noche me estaba quedando muy claro hacia dónde iba Derek: muy lejos de mí. - Somos amigos. - Sentencié.

- ¿Amigos? - Preguntó Meredith soltando una carcajada sarcástica. - ¿Todavía seguís con esa gilipollez? ¿Qué narices os pasa a vosotros dos? - Inquirió. Yo me volví a encoger de hombros.

- No tengo ni idea. - La miré. - Pensé o supuse que nos lo estábamos tomando con calma, pero hay cosas que no entiendo... - Miré al suelo y mantuve el silencio unos instantes. Meredith me observaba. Levanté la cabeza y la miré. - ¿Y si se ha cansado de esperar? O tal vez esperándome se haya dado cuenta de que sólo me quiere como una amiga, que el cariño que me tenía era solo... amistad. - Meredith frunció el ceño cuando me escuchó decir aquello.

- Menuda idiotez. - Sentenció, riendo. - Es lo más estúpido que he escuchado en mucho tiempo, y mira que escucho muchas tonterías de vuestra parte. - Negó con la cabeza riendo y dio un sorbo a su cerveza.

- No sé, Meredith, viendo ciertas cosas no me parece tan estúpido. - Le confesé, mirando otra vez hacia Derek, quien se reía a carcajadas por algo que le había dicho aquella mujer. Volvieron a acercarse y ella le susurró algo al oído mientras él la agarraba de la cintura. Fruncí el ceño y, en ese momento, Derek me vio. Siguió escuchándola mientras me sostenía la mirada y me sonreía. Yo me quedé impasible, mirándole sin saber muy bien qué hacer. - Tal vez no sea una locura.

- Lo es, Ashley. - Meredith me cogió la cara y me la giró hacia su rostro. Miré sus ojos azul cielo. - Derek te quiere y no precisamente como una amiga. - Sonrió en un vano intento de tranquilizarme. - Tal vez sólo esté intentando ponerte celosa. - Dijo. Yo reí tímidamente.

Acaricié mi frente y bebí un trago de cerveza. Volví a mirar a Derek y éste seguía mirándome fijamente, con sus ojos celestes recorriendo todo mi cuerpo. Luego volvió a mirarme a los ojos y le mantuve la mirada unos segundos antes de que aquella mujer le cogiese la cara y se la girase, para obligarlo a mirarla. Durante un micro segundo estuvieron tan cerca que mi corazón dio un vuelco y comenzó a faltarme el aire. Aparté rápidamente la mirada y comencé a inquietarme. 

-Eh... - Dudé, mirando hacia todos los lados. - Tengo que salir un poco afuera, necesito tomar el aire. - Comencé a avanzar hacia la salida y Meredith me agarró del brazo. 

- Ashley, ¿estás bien? - Preguntó, frunciendo el ceño, notablemente preocupada.

- ¿Eh? Sí, sí, claro. - Contesté rápidamente, mirando alrededor. - Es sólo que necesito un momento. Serán unos minutos, necesito tomar un poco de aire, ¿si? - Le dije, enviándole una sonrisa forzada. Meredith enarcó una ceja.

- Está bien, si necesitas algo, avísame. - Anunció, soltándome el brazo. Le sonreí.

Abrí la puerta del Joe's y salí a la calle. Tomé una larga bocanada de aire y cerré los ojos, sintiendo el silencio a mi alrededor. Y, de repente, me sentí pequeña en una ciudad tan grande, me sentí sola en un lugar con tanta gente y me sentí confundida entre un sentimiento tan doloroso, porque durante todos aquellos meses en los que habíamos intentado curarnos y curar nuestra vida y nuestras heridas sólo una cosa me había quedado clara; que amaba a Derek Shepherd y que él me amaba a mí.

Y, sin embargo, en una noche; en apenas un segundo esa última parte ya no la tenía tan clara.