Capítulo 6

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Ella había tragado pesadamente y su mirada había perdido el hermoso brillo que tenía solo segundos atrás.

-Lo sé y yo tampoco puedo estar siempre contigo. Pero no quiero pensar en eso, no ahora. Lo hablaremos en su momento.-Limpió una lagrima traviesa y besó mi frente.-Ahora tenemos algo importante que hacer.-Sonrió mordiendo su lengua como siempre lo hacía.

-¿Qué cosa?-Fruncí el ceño confundida, no habíamos planeado nada.

-Pensé que querías besarme toda la tarde.-Se mordió el labio.

-Oh eso, ¿sabes? me dio un poco de sueño, mejor lo dejamos para después.-Me acosté fingiendo acomodarme para dormir.

-Bien, entonces me iré a mi habitación.-Dijo tratando de bajarse de mis piernas. La detuve y la sujeté del trasero.-Ve más lento Jauregui.-Dijo riendo mientras me veía a los ojos.

-¿Quieres esperar a que nos conozcamos mejor? Porque déjame decirte que te conozco mejor de lo que crees.-Dije sarcásticamente y ella rió.

-Sorpréndeme.-Dijo alzando una ceja.

-Bien. Cuando haces algo malo y yo lo sé, sonríes y chupas tus dientes, alzas tu ceja cuando quieres desafiarme o también cuando estas celosa, cuando mientes te pones roja, además de que cuando estas molesta te pones cortante y seria.-Comenté sonriendo porque ella sabía que tenía razón.

-¿Y por saber eso crees que tienes derecho de agarrar mi trasero?-Mordió su labio inferior.

-Es mío, ¿por qué no agarrar lo que es mío?-Levanté una ceja, ella abrió su boca sorprendida y empezó a reír, amaba escuchar su risa. La acompañé por un momento y dejé un beso sobre su cuello.

-Ya, bésame de una maldita vez, Jauregui.-Tomó mis mejillas y las apretó. Me acercó rápidamente a ella y me besó suavemente, sentía un zoológico dentro de mi estómago, era una sensación escalofriante, cada rose de sus labios me hacían más adicta a sus besos, si hubiera sabido que sentiría esto al besarla hubiera mandado todo a la mierda y lo habría hecho desde mucho tiempo antes.

Mis manos seguían en su trasero el cual comencé a apretar lentamente, empezaba a quejarse un poco pero no me detuve, sus piernas se enrollaron alrededor de mi espalda acercándose más a mí. Nuestras respiraciones empezaban a agitarse, saqué mi lengua con un poco de miedo a su reacción, acaricié su labio inferior con ella para después introducirla lentamente, pensé que se apartaría pero me sorprendí al escucharla ronronear un poco. Oh no, no podía excitarme, no ahora. En cuanto la escuché apreté su trasero con más fuerza, fue entonces cuando el beso se volvió más apresurado. Hizo que me recostara sobre la cama, abrí mis piernas para que ella se pudiera colocar entre ellas y que no estuviera tan incómoda.

Sus manos bajaron de mi nuca hasta mi cuello, acariciándolo suavemente, de un momento a otro las sentí en uno de mis pechos, luego lo apretó provocando que abriera mis ojos, la miré con los suyos cerrados y una pequeña sonrisa sobre mis labios porque al parecer se había dado cuenta. Sus labios descendieron hasta mi cuello pasando su lengua por el lugar, estaba realmente sorprendida de que ella estuviera haciendo eso.

-Camz...-Hablé con dificultad.

-¿Si?-Susurró sobre mi oído empezando a besar el punto bajo mi oreja.

-¡Joder, Camila!-Suspiré y nos di la vuelta rápidamente. Quedé encima de ella, tomé sus manos y las coloqué sobre su cabeza dejándola inmóvil. Empecé a besar su cuello mucho más rápido y duro que ella, no pude evitarlo y dejé una marca en el lugar, la escuché gemir casi inaudiblemente y ya empezaba a subir la temperatura. Con mi mano libre apreté su trasero nuevamente, no iba a negarlo siempre me encantó. Sus caderas se elevaron lo que provocó que su centro se presionara un poco con mi pierna, fue entonces cuando me detuve.-No juegues así conmigo, Cabello.-Susurré y mordí el lóbulo de su oreja.

Unexpected (Camren)Where stories live. Discover now