Unexpected (Camren)

Capítulo 9

-¿Lauren?-Escuché una voz femenina y abrí los ojos.

-No puedo creerlo...-Dije asombrada. Desde arriba me miraba nada más y nada menos que Bea Miller. Una de las chicas más hermosas de la preparatoria pero jamás le tomé importancia porque era un año menor, no era como que eso me importara pero no tenía oportunidad de verla, sin embargo solo un idiota no se habría dado cuenta de lo jodidamente hermosa que es. Su cabello estaba más largo y ahora era castaño a diferencia de antes que lo tenía rubio, era delgada y de baja estatura, muy adorable.-Bea... ¿cierto?-Me hice la desentendida.

-La misma. ¿Te importa si te hago compañía?-Me miró tímidamente.

-Por supuesto.-Le dije con confianza. Ambas nos sentamos de frente sobre el césped.-¿Qué ha sido de ti? ¿Seguiste con gastronomía?-Le pregunté con curiosidad. Estaba usando un short ajustado color negro, una blusa manga larga blanca, unos zapatos negros y una chaqueta de mezclilla. Siempre me encantó su estilo.

-Si, continué estudiando y ahora trabajo en el restaurant de un hotel.-Dijo con una gran sonrisa haciendo que se viera un poco más infantil para su edad.

-Me agrada oír eso, parece que te gusta.-Le dije con una media sonrisa.

-Me encanta.-Volvió a sonreír.-¿Qué hay de ti? ¿Eres administradora?-Preguntó de la misma forma que yo.

-No, gracias a Dios. Siempre odié esa carrera. Soy psicóloga.-Dije con orgullo.

-Vaya, suena genial. Pero no pareces muy contenta.-Su ceño se frunció ligeramente.

-No es por mi trabajo, realmente me encanta, siempre quise serlo y es exactamente lo que esperaba. Pero ahora tengo algunos problemas que me tienen algo frustrada.-Dije calmadamente, ella me miraba curiosa.

-¿Quieres hablar de eso? Puedes confiar en mí.-Esa chica tenía una sonrisa realmente hermosa.

-No tengo duda de que puedo hacerlo pero no tengo ganas de hablar de eso.-Miré hacia abajo apenada.

-No hay problema, solo quiero que te sientas cómoda.-Hizo una pausa.-Nunca pensé encontrarme con la chica que me traía loca en preparatoria.-Dijo tímidamente. Levanté el rostro, mis ojos chocaron con los de ella y fruncí el ceño.-Si, tenía una ligera obsesión contigo.

-¿En serio?-Pregunté incrédula ella asintió.-¿Por qué nunca te acercaste a mí? Siempre creí que eras hermosa, lo sigo creyendo realmente.-Di una media sonrisa.

-Wow... jamás me imaginé eso. Pero no me acercaba a ti por Camila, ella siempre me miraba con odio y parecía muy posesiva contigo, siempre pensé que era tu novia.-Dijo al parecer confundida.

-¿Qué? ¿Camila? Ella y yo siempre hemos sido amigas, nada más.-Dije eso con algo de culpa porque sabía que últimamente no era así.

-Pero... la forma en que se trataban no lo parecía, Camila era muy celosa. Y tú la mirabas... como si...-Sonaba insegura así que completé su frase.

-¿Cómo si estuviera enamorada de ella?-Terminé y ella asintió.-Lo he estado tal vez, desde que la conozco. Ella es una persona tan diferente a los demás.-Miré hacia la nada.

-Tu mirada te delata. ¿Lo sigues estando?-Preguntó seriamente.

-Quisiera decirte que no, que lo he superado. Pero no es así, ahora vivo con ella, hace muy pocos días ella me confesó que sentía lo mismo, nos besamos, dormimos juntas, hasta que hoy por la mañana llegó su padre con un idiota enamorado de su infancia, el chico la abrazó posesivamente y besó su mejilla frente a mí y ella simplemente se dejó. Eso me hizo estallar y terminé aquí.-Sonreí forzadamente.