Unexpected (Camren)

Capítulo 7

Abrí la puerta y la sonrisa que llevaba desapareció, el chico que tanto detestaba se encontraba ahí parado con una expresión seria y probablemente de odio, nunca si quiera quisimos tratarnos, simplemente me caía mal, no podía ni verlo.

-Buenas tardes, Lauren. ¿Está Camila?-Dijo tratando de ser amable.

-¡Camila! ¡Te buscan!-Grité sin quitarle la mirada de encima a ese idiota, sabía que tendría que soportar las miradas de baboso que le regalaba a ella. Me daban nauseas verlo de esa manera, y de cualquier otra forma. No quería quedarme ahí y ver esas estúpidas escenas así que literalmente corrí hasta mi habitación y me tiré en la cama.

Estuve revisando Tumblr por un rato, no iba a negar que me sentía molesta y celosa de que ese estúpido estuviera ahí con ella haciendo quien sabe qué. No encontraba que hacer sinceramente para que el tiempo pasara o el sueño me venciera, alrededor de 5 minutos después Camila entró a mi habitación y me vio con una ceja elevada.

-¿Por qué te viniste?-Preguntó cruzando sus brazos y sentándose en la orilla de la cama. Yo la miré con los ojos entrecerrados ¿acaso estaba bromeando?

-¿Qué querías? ¿Qué me quedara ahí escuchando a ese idiota decirte todas sus cursilerías? No, gracias. No soy tan masoquista.-Regresé mi mirada a la pantalla de mi celular. La escuché suspirar y después sentí como se subía sobre mis piernas, me quitó el celular de las manos e intentó darme un beso pero yo volteé la cara.

-No, Camila. Ve con Michael... te ha de estar esperando.-Dije con tono molesto evitando que sus labios me tocaran.

-Amo a la Jauregui celosa, ¿sabes? Es más tierna de lo normal.-Me dio un rápido beso en la mejilla y soltó una risita.

-Yo no le encuentro la gracia.-Dije seriamente.

-Anda... vamos, sigamos viendo la televisión.-Me jaló una vez que se puso de pie.

-Ya se me quitaron las ganas.-Hice un puchero poniendo resistencia.

-Jauregui, vendrás y seguiremos viendo televisión. ¿Quedó claro?-Mandó con una voz severa. Otra cosa que había olvidado mencionar, por culpa de Camila yo era una completa gobernada, pero solo por ella, a nadie más le hacía caso cuando me 'ordenaban' hacer algo.

-Bien.-Dije rendida y con la cabeza gacha. Caminamos hasta la sala y miré al tipo sentado aún en el sofá, rodé los ojos y traté de regresar a la habitación pero el brazo de Camila me detuvo...

-Lo siento, Mike. Pero mi chica y yo tenemos planes para hoy... no puedo salir contigo.-Le dijo al chico mientras sujetaba mi mano y yo abría la boca y los ojos totalmente sorprendida, cabe mencionar que la cara del chico era un poema, se había puesto completamente rojo.

-¿Tu... tu chica?-Tartamudeó cerrando los ojos incrédulo.

-Sí, lo siento pero...-Giró su rostro hacía mí y sorpresivamente mordió su labio haciéndome sonrojar aún más.-Tenemos cosas que hacer.-Dijo con una sonrisa traviesa dándole un doble sentido a sus palabras.

-Oh, entonces siento interrumpir. Buenas tardes.-El chico seguía realmente avergonzado y yo no pude evitar poner una sonrisa triunfante en mi rostro, momentos después salía casi corriendo de nuestro departamento.

-No puedo creer que hayas hecho eso.-Negué con la cabeza aun incrédula por lo que acababa de suceder.

-Quería darte tu lugar, y sé cuánto has odiado a Michael desde que se acercó a mí, pensé que esto te haría sentir bien.-Se encogió de hombros.

-Lo hizo, no tienes idea de lo triunfante que me sentí.-Me senté sobre el sofá y ella se quedó de pie frente a mí con una sonrisa.

-¿Triunfante? ¿Por qué?-Dijo riendo ligeramente y sentándose sobre mis piernas.