Siempre Serás Tú (De la saga Tu #2)

capítulo 23

Noa

Reconozco que estas semanas me he portado como todo un bastardo, luego de que Alex me dijera que me quería, no había sabido como reaccionar, en ese momento me aterre tanto, me dio miedo porque no quiero perderla, no quiero que alguien llegue y me la arrebaten no podría soportarlo porque aún que no quisiera aceptarlo Alex se había vuelto alguien tan especial e importante para mí, que me da risa el hecho de sonar tan patético.

—Creo que la estas cagando Noa, yo sé que eres extraño, pero...es momento de dejarle ir, no siempre vas a vivir atado a su recuerdo

—En tan poco tiempo ella sé a vuelto demasiado importante, pero no quiero que nada le paso

—¿Le quieres? — pregunto mi primo demasiado interesado en mi respuesta

Lo dude por un momento sin saber realmente que sentía, por un lado, estaba el hecho de temer que algo le pasara, o el hecho de que no sabía si ella también sentía lo mismo que yo

—Quizá le quiero

Mi primo no dijo nada más y lo agradecía, no quería lidiar con sus bromas de mal gusto

—Ahí está tu respuesta, si la quieres no la pierdas o cuando te des cuenta de que ya no está a tu lado será muy tarde, y volverás a sufrir como con Camila

—Para ser un mujeriego sabes demasiado de esto — me burle un poco de él

—Quizá yo también deba buscar alguna chica que encaje conmigo, ya sabes quiero algo más que solo esto que tengo

—Creo que, si te hace falta, así te darás cuenta de que no es tan fácil decir que hacer las cosas, espero que cuando encuentres a esa chica, te haga ver tu suerte primito

—Bueno ya estuvo de mariconadas, hoy en la noche nos vamos a embriagar

Mi primo salió con una enorme sonrisa en su rostro, aun no podía creer que este loco fuera de mi familia

Eso era lo que me gustaba de mi relación con mi primo, él siempre sabía que decirme en los momentos más difíciles, gracias a él yo estaba vivo

Cuando llegó la hora, sólo me monté en mi auto y salí hacia el lugar al que íbamos siempre, el punto era que no queríamos arriesgarnos ese lugar mi padre lo había abierto hace mucho tiempo y ahora había pasado a ser mío

Cuando llegué mi primo ya estaba ahí, así que nos dirigimos a uno de los privados, como era costumbre de Brad ya había en el lugar algunas chicas, cosa que a mí no me interesó, así que por eso sólo me senté y comencé a beber, a eso habíamos venido y no iba a perder la oportunidad

—Hola mi amor ¿no quieres que vayamos a un lugar más privado? — una chica extremadamente extravagante intento sentarse en mis piernas — puedo darte un excelente servicio

—No quiero, así que aléjate de mí — dije tajante

Me dediqué a ver a mi primo tontear con todas las chicas que se encontraban ahí, y yo sólo podía pensar en ella, en aquella chiquilla de cabello rojo y ojos enormes

No sabía en qué momento había pasado, pero me encontraba golpeando aún idiota fuera del lugar, que había querido propasarse con Alex, mi Alex, esa chica era mía, sólo mía.

Me sentía furioso quería matarlo, pero no lo iba hacer, no necesitaba mas problemas en este momento

Esta vez Alex se había sobre pasado, quería comportarse como una cual quiera, yo tratando de poner en orden todo para poder estar con ella y ella simplemente comportándose como una, una puta