Capituló 38

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Alex

Daba gracias al cielo de que Noa hubiera llegado en el momento indicado para salvarme, y la verdad era que no me arrepentía de haber matado a ese hombre, quizá ya era el momento para dejar de ser tan cobarde, como lo había sido desde pequeña

No me había dado cuenta del momento en el que Noa había salido de la habitación, pero le agradecía que me hubiese dejado dormir un poco más, necesitaba descansar, estaba agotada por todo lo que había pasado, no podía creer que estuviera junto a ese hombre del que me había enamorado perdidamente

—Lamento despertarte — de disculpaba la madre de Noa mientras entraba en el cuarto

—No se preocupe, ya estaba despierta — con un poco de dificultad me acomode en la cama

Yo no sabía cómo la madre se Noa había podido sobrevivir todo este tiempo en este mundo, a simple vista parecía una mujer demasiado dulce, pero por lo que había escuchado sabía que era una mujer fuerte, la cual por sus hijos le había cedido el poder al padre de Noa

—Sé que cuidaras bien de mi hijo — me sonrió con cariño

—Amo a su hijo como no tiene una idea, si él no me hubiera salvado, yo ya no estaría aquí

No me había dado cuenta de que algunas lágrimas habían brotado de mis ojos

—Yo no sé lo que se siente perder a un hijo, pero quiero ayudarte, sé que no es fácil

Sin esperármelo, me abrazo tan fuerte que me sentí protegida, sabía que este sentir ni siquiera mi madre lo lograría alguna vez.

—Gracias por todo, si usted no me hubiera aceptado en su casa, jamás hubiese podido estar al lado de Noa

Hablamos por un rato más o más bien por horas, le había contado que Noa me había pedido matrimonio y fue tanta su emoción que me dijo que ella se encargaría de todo para que nos pudiéramos casar lo antes posible.

Todo esto era nuevo para mí, quizá tenía que llegar hasta este punto para poder ser feliz como tantas veces lo desee

La madre de mi chico había salido del cuarto, dejándome sola, me levante de la cama y me dirigí hacia la ventana, el día estaba hermoso, pero a pesar de eso aún me sentía vacía, por inercia me lleve mis manos a mi vientre, sintiendo esa punzada de dolor en mi corazón

—Ya no te tortures más — la voz de mi choco resonó en la habitación

Sabía que esto también le estaba doliendo a él, y yo no quería ser egoísta

—Perdón, pero no puedo evitarlo, duele demasiado Noa

—Lo sé, no tienes que pedir perdón, pero este dolor es de los dos

Sentí como los brazos de Noa se envolvían alrededor de mi abdomen, su aliento cálido se estrellaba en el hueco de mi cuello

—Te amo

—Yo te amo mucho más Noa

Nos besamos por largos minutos, deseando que este momento no terminara, pero claro nada es eterno

—Hay algo de lo que tenemos que hablar — me miro serio

—¿Qué sucede? — le pregunte con preocupación

—No es algo fácil de explicar — se rasco la nuca con nerviosismo — para empezar tu "padre" resulta que no es tu padre, tu madre lo engaño con su hermano y...

—De aquella traición como lo decía aquella basura — la voz de la que se hacía llamar mi madre nos interrumpió — nació tu hermana que murió durante el parto, solo sobreviviste tu

Siempre Serás Tú (De la saga Tu #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora