18. Sociable

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El pelinegro despertó, se quitó bruscamente las costosas sábanas de encima, los escalofríos volvieron a recorrerle.

Estaba harto de tener siempre las mismas pesadillas, escuchar siempre las mismas voces.

Miró a su alrededor.
Estaba completamente solo, empezaba a acostumbrarse, aunque la idea no le gustara.

"El pasado te perseguirá, mientras tú lo quieras, incluso cuándo duermas, incluso cuándo vivas, incluso cuándo mueras."

Se dirigió al cuarto de baño, y se dispuso a lavarse la cara.
El agua fría en su rostro le daba la sensación de qué el  problema había acabado.

No estaba bien mentirse a sí mismo.
El estaba consciente de eso.

[ ]

Eli daba vueltas alrededor de su habitación, discutiendo consigo mismo sobre qué decisión tomar.

El teléfono sonaba, y sonaba.
El sabía quién era.
Una vez, dos veces, tres veces.

El sabía completamente qué si no contestaba ahora, el teléfono no dejaría de soñar en todo el día.

Pensó en apagarlo, pero si lo hacía, Nicole vendría y se plantaría frente a la puerta de su casa.
No podía permitírselo.

Se dispuso a tomar el teléfono, retrocedió, y lo tomó finalmente.

— ¿H-hola?
— Ya sé quién eres. — Nicole sonaba molesta. — ¿Cuánto tiempo más planeabas ocultarlo?

El peli-azul ahora tenía una expresión confundida.

— ¿Eli?
— No sé de qué hablas.
— Eres un mujeriego. Y un alcohólico.
Y todo el pueblo lo sabe.

El adolescente rodó los ojos.

— Es probable qué lo fuera.
— ¡¿Qué lo fueras?! — La chica comenzaba a desesperarse.
— Sí, he cambiado, y...

— No te creo nada. — interrumpió la castaña.
— ¿Qué quieres qué te diga?

— Hagamos esto. — suspiró. — Tu irás a un grupo de rehabilitación y me quedaré callada. ¿De acuerdo?

— ¡¿Qué?! — Eli levantó la voz. — No voy a ir a un estúpido...
— ¡¿De acuerdo?!

El adolescente bufó.

— De acuerdo.

[  ]

Escalofríos recorrían al peli-azul.
¿Desde cuándo hacía tanto frío?

Las calles estaban casi vacías, y estaba el, dirigiéndose a un grupo de rehabilitación en pleno comienzo de invierno.

Miró a su alrededor, toda la gente estaba dentro de diferentes tiendas.
¿Qué daría ahora por estar en su lugar?

Finalmente llegó y tocó la puerta.
La casa de veía algo vieja y las plantas a su alrededor parecían moribundas.

Abrió un joven aparentemente mayor qué el.

— ¿Has venido a...?
— Ya sabes a qué vine.

El joven se hizo a un lado, dejando pasar a Eli.
Bajaron a un sótano, la luz era tenue, alrededor de Eli había mucha gente de su edad, sentada en un círculo.

Va a ser un largo día.

Juego.  [ Junjie x Eli  ]Where stories live. Discover now