Capitulo 4

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Ambos abrieron los ojos para encontrarse con Vanessa Marano observandolos con los ojos abiertos.

-¡Vanessa!- Grito la hermana de la mencionada.

Ambos jalaron la sabana cubriendo sus desnudos cuerpos.

-Si así terminaban las citas de las que me contaste, me alegro de haber estado en la Universidad.- Comenzó a reír la pelinegra.

-Vane, deja que nos cambiemos y después te hago de desayunar.- La mencionada asintió y salio de la habitación.

-Eso no me lo esperaba.- Comento el rubio aún sorprendido y tapándose con las sabanas.

-Yo tampoco. Ahora rubio, debo bañarme.- Jalo la sabana hacia ella y camino al baño.

Al estar por abrir la regadera, unas cálidas manos rodearon su desnudo vientre.

-Sabes...- Susurro el mientras depositaba besos de sus orejas hasta su hombro.-Yo necesito un baño también.- Comento de manera seductora.-Y el agua es algo que debemos cuidar.

Ella río y siguió con su deber de abrir la llave. Una vez el agua estaba en la temperatura correcta dejo caer la sabana, que ahora que lo pensaba no le servia de mucho, puesto que el ayer había conocido cada parte de su cuerpo.

Giro para encontrarse al rubio observanolda toda. Sintió algo de vergüenza, pues jamás alguien la había visto así. Jamás alguien la había visto sin ropa. El era el primero, y quería que fuera el único.

-¿Que? ¿No que debías bañarte?- El sonrió y camino dentro de la tina.

Tras minutos de bañarse, y otras cosas que es mejor no mencionar. Ambos salieron y se cambiaron.

Abajo, la ojicafe mayor se encontraba comiendo un plato de cereal.

-Por favor chicos, parecen adolescentes. Dios, ¿por que comen pan enfrente de los pobres?- Ambos enamorados rieron.

-Tu tendrías tu propio pan si no...

-Laura, no. No hablaremos de eso hoy. Ahora, haz el desayuno.

-Pero ya estas comiendo cereal.

-Guarde espacio. Ahora a lo que estas.- Aplaudió con sus manos para después seguir comiendo su cereal.

-Te ayudo.-Se ofreció el rubio.-Después de eso debo ir a casa, mamá debe estar muriendo de preocupación.

-Si, no te preocupes.- Dijo ella. Aunque en el interior le hubiera encantado que se quedara.

-En la tarde... ¿quieres salir?- Ella asintió y le sonrió.- Tengo un par de cosas que enseñarte.

-¿Tu casa tal vez?- Hablo ella emocionada.

-Creí que no te gustaría ir.- El ojimiel agachó la mirada.-Ya sabes, por lo de Courtney.

-Ross, ella estuvo ahí para ti cuando yo no lo hice. Y por supuesto que no me va a molestar que ella te ayudara. Era tu novia, y antes de eso, tu amiga.- El se inclino y la beso.

¿Como era que tenia tanta suerte de tenerla?

-¡Oh, vamos chicos! ¡Después se besuquean! ¡Tengo hambre!- La voz de la chica se escucho por toda la casa, o al menos eso parecía.

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-Ross, no puedes irte sin más. Se que ya no vives aquí, pero eso de no contestar el celular.- Decía la rubia menor.

-Si Rydel, ¿y mamá?- Intento cambiar de tema.

-No esta. Pero tampoco esta muy contenta.- Tomo un suspiro.- Ahora, ¿donde estabas?

¡Yo me opongo! (YMO #1) #FanFicAwards2017Where stories live. Discover now