Nuestras miradas se conectan durante minutos que parecen horas y horas.
Una vez que Calum se da cuenta que me dio un susto horrible, me mira con cierta expresión de culpa.
-Brooke, ¿estás bien?-Observa mi rostro con cierta preocupación ya que estoy quieta hace un largo rato.
-Dame un segundo para recuperarme de este ataque al corazón, gracias-exhalo toda esa oración suavemente, mientras me recupero del susto.
-Lo lamento, no fue mi intención. Tire unas piedritas a tu ventana pero no me escuchaste, en fin, la puerta esta abierta.-Siente mi mirada desaprobadora por lo que empieza el discurso-te extraño, demasiado. Eres mi mejor amiga. Lamento haber actuado como un imbecil, simplemente no tenía idea cómo enfrentarte.-Coloca sus manos en mi rostro y mis manos por inercia propia van a su cintura.
-Yo también, Calum. No te preocupes, estamos bien.-Sonrío con alivio y cariño, lo extrañaba demasiado, su tacto y sus palabras.
Mis sentimientos se están haciendo más fuertes y esta cercanía no ayuda.
-Pero...debes saber algo. Me quedaron ganas de besarte.-Sin romper el abrazo, aproxima su rostro al mío.
