s i x;

937 148 8
                                    

Se volvió una rutina. Para Jeon Jungkook se volvió una rutina el observar al chico pálido desde la ventana del salón cada vez que podía, observando como el viento movía sus dorados cabellos, sintiendo que el viento sólo fue creado para ondear su suave cabello, el escuchar esa voz angelical de vez en cuando, donde el rubio y él se encontraban en el almuerzo, el menor tan sólo sonrojándose sin poder regalarle al mayor una leve sonrisa. Más no hubo de nuevo otros encuentros como en la biblioteca.

No es que el pequeño no quisiera, de hecho, lo anhelaba más que otra cosa, pero los nervios y las inseguridades hacían que tuviera miedo, por lo tanto, no piso de nuevo aquel recinto. Trataba de no pensar mucho en su chico pálido, jugaba con sus compañeros en las clases, decían bromas entre sí a la hora del almuerzo, reían a los cuatro vientos e incluso, sus madres los dejaban ir a casa del otro una que otra vez, sólo para ver a sus niños felices. Aún así, para el pequeño, se le hacía eterno el no poder volver a acercarse al mayor, lo deseaba mucho, como ese sentimiento de que querer un nuevo juguete a toda costa o el nuevo videojuego de moda, sabía que era extraño compararlo de esa forma, él se sentía de esa manera por muy extraño que fuese y no tenía idea del porque. Lo único que tenía en mente era los luceros oscuros del mayor, esa sonrisa ladeada que seguía clavada en su memoria y esa voz que tanto le fascino.








Los días pasaron, para el azabache habían sido como milenios, aunque en realidad fueron tres semanas y media. Desde el fin de semana pasado tenía planeado asistir de nuevo a la biblioteca, además de que extrañaba mucho leer libros, notó que el rubio usualmente también se paseaba por ahí y no, no es que lo estuviera acosando las 24/7. Todavía recuerda cuando sus amigos le preguntaron el porqué de su ausencia en ese lugar, ya que de lo poco que conocían de Jeon, captaron al instante que era un pequeño ratón de la lectura, o en su caso, un conejo. Así suele llamarlo JiMin. Por lo tanto, el pequeño les comento una absurda escusa de que no se encontraba de ánimos y prefería pasárselos con ellos, a lo cuál, sus amigos le creyeron ciegamente-dado el caso de que los mencionó a ellos de lo contrario no hubiera sido así-y estuvieron más que satisfechos con la respuesta de Jungkook.

Ahora, el pequeño Jeon estaba en el patio de juegos, acompañado de sus amigos, hablando divertidamente mientras comían los almuerzos que sus madres les prepararon.

-Mis amigos quieren conocerlos.-Suelta de pronto Jeon, que tiene un trozo de sandwich de jamón en la boca, causando que las palabras suenen un tanto inteligibles.

-¿Quién qué, quiere qué?-Pregunta TaeHyung al mismo tiempo que toma a HoSeok de los hombros y a JiMin de igual manera, para poder unirse a la conversación, ya que estaba distraído viendo una mariposa.

-Unos amigos de mi antigua escuela, hablo con ellos por llamadas o cuando nos conectamos para jugar Fifa.-Explica el menor, siguiendo comiendo su delicioso almuerzo y moviendo sus piernas de adelante hacia atrás mientras están sentados en la mesa.

-¡Claro!-.Grita HoSeok emocionado sacando esa dulce sonrisa que lo caracteriza.-Podríamos quedar en mi casa este viernes, a mamá no le molesta, además, ama mucho a JiMinnie.-El azabache le sonríe a su amigo regordete de gafas.

¡Hobi!-.Chilla el chico de gafas, haciendo un adorable puchero y volviendo la atención hacía Jeon.-Bueno, bueno, ¿Cómo se llaman tus amigos? es mejor saber sus nombres ahora sí nos vamos a ver no quiero llegar y decirles oye tu o tu el amigo de mi amigo.

❝ fools; yoongguk [ABANDONADA]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant