You got every thing I ever wanted

I love you

Después de cuatro meses, parecía que todos los malentendidos y las peleas entre la familia Mills hubiesen sido dejados de lado, gracias al clima de amor que flotaba sobre ellos.

Cuatro meses antes

«Emma, hace un tiempo que vengo considerando en esta posibilidad y siento que ya es hora de que resolvamos algunos cabos sueltos entre nosotras»

«Dime»

«¿Me amas?»

«Sabes que sí, ¿por qué la pregunta?»

«Porque necesito estar segura, necesito oírtelo decir porque lo que estoy a punto de decir requiere esa certeza»

«Te amo Regina Mills»

«Yo también te amo Emma, y por más que este amor me asuste, porque me asusto con la intensidad de este sentimiento, no hay nada que me asuste más que estar sin ti, te necesito en mi vida, Emma Swan...»

"Veía cómo Emma absorbía cada palabra que yo iba diciendo, mientras sus ojos se llenaban de un brillo tal que, podría asegurar, no existía nada en el mundo más bello que el color de sus ojos esmeralda"

«¿Quieres vivir conmigo Emma? No quiero apremiar las cosas entre nosotras, quiero hacerlo todo correctamente, pero siento que las dos debemos asumir este amor. Ven a vivir conmigo Emma, si eso te parece mucho, elige un cajón de mi armario y pon ahí tus cosas, en otra semana trae tus pertenencias y así deja que las cosas sucedan...Sé que tienes miedo, al igual que yo, pero nos amamos y quiero pasar más tiempo contigo. No quiero tener que compartirte más con mi hermana, te quiero solo para mí, no es suficiente verte los fines de semana y cuando ella está en reuniones, o cuando te inventas una excusa. Aunque ustedes no se ven mucho y no duermen más en la misma cama, ella todavía es tu novia, cuando realmente deberías ser la mía»

«Te amo tanto y nada me haría más feliz que compartir la vida contigo, aunque algunas cosas puedan ser complicadas, mi amor por ti es mayor que todo eso. Sabes que Zelena y yo ya no tenemos nada, realmente ya ha llegado la hora de poner punto y final a esa relación, no quiero tener que seguir escondiendo lo que siento por ti, y si hay algo que adoraría, es ser tu novia, mi amor»

Algún tiempo después....

Emma y Regina se fueron a vivir juntas a Talahasse y Emma puso punto y final a su relación con Zelena, pero Zelena, aun no siendo ya novia de Emma, y por más que aparentemente lo hubiese aceptado, tramó con Glinda un plan para destrozar la unión de Emma y Regina.

Y las dos, durante un tiempo, tuvieron que ser fuertes y creer que su amor era mayor que todo, mayor que los celos de Emma que crecían cada vez más. Aquella rubia loca del pasado de su amada había aparecido de la noche a la mañana en su puerta llorando y queriéndola de vuelta, diciendo que había cometido el mayor error de su vida al abandonar a Regina, y por más que Regina le hubiera dicho desde el principio que la había olvidado y que no quería nada con Kate, la rubia le había dicho que lo entendía, pero que le gustaría que las dos fuesen amigas, y esa amistad perturbaba a Emma Swan y a su corazoncito enamorado.

Lo que Emma no sabía es que en realidad Zelena y Kate, que se llamaba Glinda, estaban juntas, tenían una aventura, y aunque ninguna lo admitiese, se amaban, y Glinda haría cualquier cosa por Zelena, incluso ser amiga de Regina para provocar los celos de Emma e ir poco a poco arruinando su relación, ya que nada amaba más Zelena que ver a su hermana sufriendo.

Pero el destino nos tiene guardadas algunas sorpresas y no hay mejor remedio que el tiempo. Después de algunos meses sustentando una amistad, que al principio por parte de Glinda era falsa, se volvió una verdadera amistad, y solo eso, y con el tiempo Glinda comenzó a intentar hacer cambiar de opinión a Zelena y ayudar a Regina a comprender más a Emma.

Ironía o no del destino, poco a poco, el amor de Zelena por Glinda le hizo olvidar sus planes diabólicos de destruir a Emma y a Regina, y aunque la relación entre las hermanas no pudiese ser como la que Regina mantenía con Neal, las dos ahora se respetaban. No compartían un lazo fraternal, pero al menos las peleas cesaron y una no interfería en la vida de la otra.

Emma y Regina fueron las madrinas de la boda de Neal y Sophia. Las dos estaban muy felices por él. Emma estaba feliz por su futuro cuñado, que se había vuelto mucho más para ella que un cuñado o un amigo, era un hermano y Regina no podía esconder la alegría que sentía por su hermano.

«Quiero proponer un brindis por los novios, Neal y Sophia, mis felicitaciones, os deseo que seáis muy felices, así como lo somos Emma y yo, y hablando de ella, discúlpame Neal, sé que es tu día, pero si me lo permites, tengo que hacer esto. Emma Swan, ¿aceptas casarte conmigo?»

Todos los presentes y principalmente los recién casados animaban gritando para que Emma respondiese que sí.

«Sí, Regina, acepto, mi amor»

FIN