Capítulo XXV

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Despertar luego de dormir con Frank no es algo fácil. Y no es porque, por motivos sexuales no podamos dormir, si no que nos la pasamos hablando. Es genial poder hablar de todo y nada a la vez, anoche, por ejemplo, pude conocer toda su niñez, adolescencia y su vida en la Universidad. Todos esos años que me perdí de su vida saltaron ante mí desde sus labios, invitándome a formar parte de su vida, de sus recuerdos.

Ya era domingo y seguíamos juntos. Él usando mi ropa interior porque no le había permitido ir a su casa para buscar más ropa propia, y yo disfrutando cada uno de los momentos a su lado. Excepto cuando me despertaba. Escuché su voz acercarse por el pasillo, seguido de sus pasos y las enormes patas de Skeletor detrás de él, resbalándose en el piso de linóleo. Estaba cantando y cuando cruzó la puerta pude reconocer la música y la letra que salía de sus labios. Incluso el timbre de voz del vocalista.

We're leaving together
but still its farewell

La bendita canción de Europe. Sonreí con el rostro escondido bajo las sábanas al sentirlo acercarse a la cama, delineando las últimas sílabas de la línea.

- Gerard -me dijo cuándo la guitarra irrumpió sobre la voz, moviéndome suavemente. Yo suspiré fuertemente y entonces una carcajada salió de mis labios al escuchar el resto de la estrofa. Sonaba tan malditamente igual.

And maybe we'll come back
to earth, who can tell?

Frank rió también y terminó de quitarme la sábana de la cara, estaba completamente vestido y pude ver a Skeletor a sus espaldas. Se habían hecho realmente buenos amigos. Mis ojos se perdieron en los de Frank, y él bajó a besarme los labios. Sonreí aún más.

I guess there is no one to blame
we're leaving ground...

Se alejó de mí, dejándome con los labios estirados en busca de más besos, suspiré una vez más y me incorporé en la cama. Me puse de pie y corrí detrás de él, abrazándolo por la cintura y pegando mis labios a su cuello.

- Te toca -me dijo entre dientes, yo apreté los labios. No voy a cantar.

- No voy a cantar.

- Te toca -repitió sin cambiar el tono de su voz. Lancé un pequeño bufido y cerré los ojos. No sé cantar, pero de todos modos le seguí el juego.

Leaving ground...

No soy era mejor cantante, pero con Frank sentía que puedo tocar el cielo con la punta de los dedos. Se volteó en mi abrazo y cruzó sus brazos en torno a mi cintura, me miró sonriendo y busqué sus labios una vez más. Skeletor ladró a unos pasos de nosotros, en busca de atención.

- Me caes bien vaca, pero no te voy a besar. Lo nuestro termina ahí -le dije mirándolo hacia abajo, Skeletor ladeó la cabeza sin comprender mis palabras y Frank soltó una carcajada.

Will things ever be the same again?

Continué posando mi vista en el rostro de Frank y besé sus labios una vez más. Se alejó de inmediato y corrió hacia la sala, yo, algo confundido lo seguí y me encontré con un pack de viaje completamente armado en la sala de mi casa. Creo que incluso había huevos cocidos en medio de esas toallas, ropa, sombrilla, comida y demás.

- ¿Y esto? -pregunté con la vista fija en las cosas.

It's the final countdown

Frank se instaló al otro lado de la montaña de cosas en medio de la sala, seguía sonriendo mientras cantaba, con las cejas alzadas. Y cuando creía que iba a contestarme formó una guitarra en el aire, casi poniéndose de rodillas para tocar un solo invisible. Rodé los ojos, ahogando una carcajada para luego limitarme a corear la siguiente línea. Frank... no hay dos como tú.

aprendiendo a vivir; frerardWhere stories live. Discover now