Capítulo VI

69 14 5
                                    


De nuevo estoy corriendo, de nuevo estoy vestida con esta bata desgarrada, cubierta de sangre y tizne, de nuevo este lugar apocalíptico, lleno de humo y llamas, ahora sé que estoy soñando porque es el mismo sueño que me ah atormentado y lo recuerdo todo.

No hay salida y no puedo despertar.

Estoy exhausta y como las veces pasadas sé que tengo que descansar, veo las enormes rocas en las que se supone encontrare a un hombre desangrado, pero no quiero volver a verlo, así que me desvió del camino y me dirijo hacia otra dirección, pero justo en ese momento alguien grita mi nombre y reconozco la voz.

¿Papá?

Carlos pasa corriendo a lo lejos, vestido como el hombre que se supone esta muerto sobre la roca, corre justo con dirección a ellas y detrás de él va un soldado oscuro con una espada en mano.

Oh, no.

Papa ¡no!—grito para advertirle que no vaya a ellas, pero la voz ni siquiera me sale de la garganta, así que corro detrás del soldado oscuro.

Papá cuidado, detrás de ti— le digo, pero de nuevo las palabras me ahogan.

Los pierdo de vista cuando desaparecen detrás de las rocas, estoy asustada, corro más rápido y justo cuando estoy a la vuelta de las rocas, mi padre grita, un grito que a pesar de que nunca eh escuchado, sé que es de dolor.

Cuando rodeo la roca y llego al otro lado, el alma se me cae a los pies, frente a mi esta mi padre sobre la roca con los ojos oscuros, desangrado y sin vida, la espada atraviesa su cuerpo y la sangre sale a chorros de su cuello cortado.

¡Papá!

—¡Papá! ¡Papá!—grito a todo pulmón.

Esta vez el grito sale más fuerte del que esperaba, mi cuerpo esta agitado y siento el sudor recorrer mi frente.

—¡Papá! ¡Papá!—continúo gritando, alguien me abraza y comienza hacer movimientos circulares en mi espalda.

—Tranquila hija, estoy aquí, ya paso—dice mi padre con una voz calmante.

—Papá—digo y lloro en sus brazos— tú estabas... había sangre y tus ojos...

—Shhh, ya, ya, tranquila, solo era una pesadilla, estoy bien, estoy aquí, ya paso.

Miro a mi alrededor y me desubico por completo, no estoy en mi habitación, estoy dentro de una habitación llena se camillas y cortinas azules, entonces me doy cuenta de que yo estoy sentada sobre una camilla.

—¿Donde... dónde estoy?—pregunto desorientada.

—Estás en la enfermería del departamento de policías—dice mi padre

—¿Por qué?

—Porque te encontrón inconsciente dentro de un terreno baldío.

—¡¿Qué?!

—Sí—dice un poco molesto—te vieron saltar la barda de un terreno baldío, después hubo ruido y cuando fueron a ver qué pasaba te encontrón desmallada.

¿Qué? ¿Qué hacía yo en un terreno baldío?

—No recuerdo nada de eso, lo último que recuerdo es que iba caminando y...—las imágenes comienzan a llegar de nuevo a mi memoria y vuelvo recordar todo

—La chica—digo en un susurro—¿dónde está la chica?

—¿Que chica?

—La chica que estaba conmigo cuando me desmalle.

Atrapasueños "El Comienzo de una Pesadilla"Kde žijí příběhy. Začni objevovat