Hola Camus.
Mi madre ya salió del hospital y está bastante bien.
¿El bastardo? Refundido en prisión.
Gracias por la caja de chocolates que dejaste al final en tu silla con el sobrenombe “Girtab” y por los ánimos inderectos que me deseaste en clase.
Creo que...
Te quiero Rojito.
–Girtab.