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La luz del sol pegaba a mi espalda desnuda, mi cabeza se encontraba yaciendo en el pecho de él, respirando con tanta tranquilidad al igual que yo.

Poco a poco tomaba consciencia de lo que había ocurrido, no podía creerlo pero no me arrepentía de aquello, no podía estar más feliz ahora mismo.

Sus manos contra mi cuerpo, besándome cómo si fuera un tan delicado pétalo de rosa, me era imposible no tener que recordar aquella noche, tocando cada parte de mí, rozes tan suaves cómo el algodón, y juraría que ahora el sabor de sus labios jamás se iría de mí.

Obtuve una parte de él cómo también él obtuvo algo mío, tenía tanto miedo al principio pero su poder contra mí era sobrenatural, cómo si yo hubiera nacido solo para él, por completo y eternamente mi corazón le pertenece.

No hay lugar más confortable que estar a su lado, dormir en su pecho... Su respiración, su aroma, el sonido de su voz, me envuelven en un sueño en que él es el protagonista. Un sueño en el que no temo despertar porque lo tengo en mi realidad.

Levante mi mirada, viéndolo aún con los ojos cerrados, sonreír al verlo de aquella manera, sus pequeñas pestañas sobresalían, y yo seguía embobada con él.

-Siento que me estás observando -susurro, mientras abría los ojos.

-Claro que no -reí, dándole un pequeño beso en la mejilla -Ahora debes quedarte aquí, me toca a mi hacer el desayuno.

-Yo podría ayudarte...

-Mmm... No, no digas nada -le sonreí mientras el se resignaba a aceptar.

Cogí aquella camisa de él, que se encontraba en el piso, al igual que muchas cosas mías, al instante sonreí, recordando lo de anoche y mis mejillas se volvieron rojizas nuevamente.

-Esto de usar la camisa de tu novio es algo tipo películas románticas -le dije, mientras oía su risa -¿Que tal me veo? -pregunte saliendo de la cama, dando un giro.

-Si no quieres que me levante, es mejor que no me hagas esto -eleve una carcajada.

-Cierto, ya vuelvo -reí, saliendo de inmediato de aquella habitación.

Sin duda me sentía mas que feliz, más allá de lo malo que viví en el pasado, todo parecía retomar a un estado en que por fin podía vivir a mi manera, conseguiría un trabajo, tal vez sacar a la venta aquél libro que tanto deseaba, mamá casada con Ben, mientras que yo tomaría mi propio rumbo junto a Jared, todo estaba completo.

Estaba apunto de terminar de hacer el desayuno, cuándo una llamada desde mi celular entró, Dylan.

-¿Hola?

-Becca, tu madre me estuvo preguntando por ti, ¿Donde estás? No te vi en la fiesta.

-Se lo explicó luego a ella, estoy bien.

-Becca... ¿Donde estás? -sabia que si no le decía absolutamente nada, tal vez se preocuparía.

-Estoy en el casa de Jared, Dylan no...

-¿Pasaste la noche ahí? -de repente su voz se hizo mas gruesa, estaba enojado.

-Si, no entiendo porque te enojas.

-Se suponía que estarías aquí, me dijiste que saldríamos hoy, Becca, hoy es mi último día aquí, te volveré a ver luego de dos meses.

Y era aquí cuando me ganaba el premio a la peor mejor amiga del año, hasta lo tenía anotado en mi calendario y tuve que haberme olvidado.

-Dylan... Lo siento mucho, de verdad, voy para allá enseguida.

-Ya no importa, adiós.

Luego de desayunar, le conté a Jared sobre aquél asunto, decidió acompañarme pero sabía que era una mala idea, tal vez Dylan estallaría al verlo, además, Jared tenía una reunión pendiente con Damián, así que solo le mencioné que no se preocupara por mí.

Iba lo más rápido que podía, sin embargo, llegando a las fueras de mi casa, alcance a ver su auto irse, ya no lo podía alcanzar y aún peor con el tráfico que se avecinaba.

-Mamá, ¿Llegue muy tarde, no es así?

Ella me sonrió de lado, dándome un ligero abrazo.

-Dylan estaba muy molesto, pequeña, solo me dijo que tenía algo importante que decirte pero... Ya se fue.

Suspire pesadamente, entrando a mi habitación, tirando aquellos tacones por alguna parte, marqué su número cientos de veces pero era inútil, no quería contestarme.

Solo necesitaba un baño, y tal vez arreglaría las cosas con Dylan luego de que todo se calmará.

Luego de muchas horas, Ivy me envió un mensaje, preguntándome sobre dónde había estado toda la noche, que porque no había ido a despedirme de Dylan y que ahora me llegó con la sorpresa que anda en una cita con Louis.

No quería responderle, pero ella nunca se queda tranquila y decidió llamarme.

¡Becca! ¿Por que no contestas? –me preguntó, escuchando de repente su risa con la de Louis, sonreí.

Hola, veo que te diviertesreí —no pude despedirme de él, sabes.

—Si, se le veía algo deprimido, Becca, ¿Donde es que estabas? Ni siquiera te vi en la fiesta.

—Es una historia larga... Solo te puedo decir que me quedé con Jaredsuspire.

Becca... ¿Es lo que estoy pensando?

—Te diría que calmaras tu mente pero creo que esta vez tiene razón. –reí.

Tengo que ir para allá, hablaremos sobre esto, no te salvas Steinfield.

—Soportaré a tus interrogatorios, supongo.

—Exacto, ahí voy.

Ella colgó, y intente nuevamente marcar a Dylan pero no había respuesta alguna, teniéndome angustiada nuevamente.

Sin embargo, ahora mismo, mi felicidad era mucho más grande que cualquier cosa y eso me mantenía fuerte.

No Way » Jared LetoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin