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Becca

Nada me preparó para esto, todo el caminó que recorrí hasta este día fue construido por mí, mi alma lloraba sin cesar antes de su llegada, mi razón fue dominada por el mundo exterior que hizo a mi inexperto corazón partirse en dos, sin embargo, ahora ya no necesito saber como luchar contra este amor.

Mis manos jugaban entre ellas, mientras esperaba a que Elena subiera la escaleras, di otro fuerte suspiro de los tantos que había dado en toda la mañana mientras me miraba en el pequeño espejo sentada.

Hoy sería un día muy largo, el día de mi boda, de tan solo pensarlo se me ponían los pelos de punta, y también saber que Ben no sería el único quien me acompañaría hasta el altar, si no también la pequeña personita quien se encontraba en mí, tan saludable, tan lleno de vida, pero a la misma vez aún escondido de todos.

—¿No dormiste toda la noche? Te dije que cuidarás tu materia prima –dijo Elena refiriéndose a mis notables ojeras que fueron hechas por mi falta de sueño y por la gran culpa de mis nervios.

—Creo que lo peor que puede pasarme es quedarme dormida y no sea capaz de decir si, quiero en el momento adecuado y entonces Jared aproveché en huir de mí.

Ella dio una carcajada.

—Al menos, mañana tendrás un montón de tiempo para dormir en el avión.

Lo único que sabía de esta boda era que esta noche después de la recepción, viajaría con Jared, ni siquiera tenía idea a donde iríamos, las sorpresas me mataban.

—Tu maleta ya esta lista, lo hice ayer por la noche con ayuda de Anne –me dijo ella mientras peinaba mí cabello.

—¡Oye! me hubiera gustado que me dejaras hacer al menos mi maleta.

—Eso te hubiera dado mucha información, serás mi hermana oficialmente dentro de diez cortas horas, es tiempo de que alejes la aversión a la moda.

Fulmine con la mirada, mientras ella reía.

—¿Ya ha llegado? –le pregunté, refiriéndome a Jared.

—No te preocupes, llegó muy temprano en la mañana con mi madre.

La boda estaba siendo muy privada, lejos de la tan abrumada prensa, Elena lo organizo muy cerca de Seattle, donde teníamos familiares y amigos cercanos, estábamos situados en una gran casa cerca a los bosques, donde seria la boda, muy natural literalmente, me agradaba, se sentía una paz increíble y el aroma de las flores.

—No dejare que lo veas, vamos a hacer todo esto a la manera tradicional –me volvió a decir ella.

—Es muy probable que me haya visto llegar.

—¡Oh, no! Lo mandé con los chicos a un cuarto, no dejaran que salga a menos que sea por ayuda.

Yo Resoplé, riendo ante su mandato y su plan tan fríamente calculado.

—Están peor que niños allá abajo –dijo Alexa, al ingresar a la habitación.

—¡No dejes que se escapé!

—Tania llegó para llevarlo a hacer algunas cosas, no dejara que se cruce con Becca –le aseguró a Elena —¿Necesitas ayuda? Puedo hacerle el peinado.

No Way » Jared LetoWhere stories live. Discover now