Capitulo 24: No puedo hacerte esto.

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Todos los días se aprende algo nuevo y la palabra «cognatas» es la palabra de hoy; aunque técnicamente, aún no la he aprendido; no tengo la menor idea de qué es eso y estoy segura de que Denny tampoco lo sabe.

Voy a hablar por primera vez desde que llegamos, pero Vega interrumpe. De nuevo.

Lo que aquí se hable, aquí se quedará. Lo que hoy les contaré, en secreto lo guardarán —toma aire como preparándose para hablar un buen rato, y comienza:—. Mitos y verdades sobre lo que los rodea hay muchos, pero sólo les contaré la que más fuerza tiene:

»Se dice que al crear a las personas y ponerles el alma que ocupará su cuerpo, ésta se divide en dos  y en dos cuerpos se reparte.
Un hilo invisible los une y cuando es posible, los atrae el uno al otro.
Las personas viven buscando esa mitad; no todos la encuentran, pero hallan un corazón firme que los entiende y se conforman con pasar su vida con ella, porque no tienen conocimiento de que esa 'pieza perfecta' de hecho sí existe, así que viven bajo el conocido concepto llamado 'amor'.
Es una magia sobrenatural y solo pocos la conocen pues en un mundo con millones de almas, no es fácil encontrar el afín de la tuya.
Por eso es tan importante que estén juntos, por eso los contacté antes de que se conocieran.
»Sé que tienen preguntas, así que soy toda oídos.

Eso nos relaja y nos baja el miedo a uno más llevable. No es sencillo escuchar todo eso y creer que es verdad, así que preguntas hay mil y ya que tenemos la oportunidad de saber, debemos aprovechar.

—¿Porqué nosotros? —me atrevo a preguntar.

Azar. Destino. Coincidencia —responde—. No se sabe en realidad, pero es una fortuna poder vivirlo, no lo puedes rechazar.

—¿Quién es usted y porqué se interesa en decirnos todo? —pregunta Denny.

Con muchos nombres me han llamado: bruja, gitana, una loca, mentirosa... —dice con voz monótona—. He vivido más de lo que puedo decirles y mi misión en el mundo es guiar a las cognatas. Para eso estoy en la tierra; yo las siento y mi deber es, en casos como el suyo, unirlas. Llámenlo «servicio social» si quieren, eso sería un eufemismo correcto para mi labor.

—¿Porqué no solo lo dijo cuando nos conoció? —cuestiona Denny de nuevo.

¿Me habrían creído? —responde— Mi deber es aclarar dudas, pero las dudas se las debían plantear ustedes primero. Por eso están aquí ahora.

—¿Porqué dice que nuestro caso es más especial que otros? —en un rincón de mi mente, sé que esto es una locura y no sé por qué estoy siguiendo el juego. Pero debo saber. Así sean respuestas falsas, necesito escucharlas.

¿No lo entienden? —niego con la cabeza— Hay millones de personas en la tierra —explica—, un caso en el que ambas almas sean contemporáneas, no sean familia, vivan en la misma ciudad y exista la posibilidad de amor verdadero; como es el suyo; es muy raro, uno en miles o tal vez menos —ante nuestra cara de confusión, continúa:

»Las almas gemelas o cognatas, no están destinadas a enamorarse literalmente dicho. Tu alma gemela puede ser un mejor amigo o amiga, puede ser tu mamá, tu abuelo, un hijo; puede vivir en otro continente y nunca tener la oportunidad de encontrarse; puede haber muerto ya o no haber nacido aún. Por eso es tan especial su caso.

Destino del corazón © •|TERMINADA|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora