¿Hielo o Fuego? (Marc Márquez & Álex Márquez)

Capítulo 16

Me desperté en mi cama super acurrucada y con un calor horroroso. Me incorporé un poco y vi una manta encima de la cama que no sabía qué hacía ahí. Por eso tenía tanto calor. Estuve un rato sentada con los ojos cerrados pensando que lo que había pasado había sido una simple pesadilla. Pero cada vez que abría los ojos veía la notificación del juzgado y se me caía el alma al suelo.

Un momento...si todo lo del juicio fue verdad, ¿lo de Álex también? Ahora mismo estaba en un estado que no sabía ni qué día era, así que no quería suponer si algo era cierto o no. Abrí la puerta de mi habitación y bajé silenciosamente. Me vino un olor raro, rico, pero raro. Y cuando llegué al último escalón vi a alguien de espaldas en la cocina. Vale, lo de Álex era verdad. ¿Pero qué hacía aquí aún? Recordaba que me consoló un rato pero ya, se podía haber ido.

Leire: Buenos días- dije tímida porque no sabía si me apetecía que se fuera o que se quedara

Álex: Buenos días- respondió con una gran sonrisa- estoy haciendo croissant

Leire: ¿Cómo? Perdona...¿los estás haciendo tú?

Álex: Sí- dijo riendo- es bastante fácil y pensé que te apetecería. Espero no haberme equivocado

Leire: No no!- respondí entusiasmada- me apetece. Muchas gracias- sonreí sinceramente y él también lo hizo- ¿Tú has desayunado ya?

Álex: No, me desperté hace poco y fui a comprar los ingredientes. Te he dejado la llave donde está, tranquila.

Leire: ¿Me has mangado mis llaves?- pregunté seria pero con media sonrisa en la cara

Álex: Exacto, para poder hacerte un croissant, merece la pena ¿no?

Leire: Mucho- respondí riendo- ¿qué quieres de beber? café, cola cao...

Álex: Un café está bien

Leire: Perfecto- saqué las cápsulas del mueble de arriba e hice dos cafés con leche mientras los croissant terminaban de dorarse.

Cogimos cada uno nuestro desayuno y lo llevamos a la mesa para poder estar cómodos. Pero lo incómodo estaba en que no sabíamos de qué hablar. Eran conversaciones tan básicas como:

Leire: No se te dan nada mal los dulces. Está muy rico

Álex: Me halaga oír eso. A ti no se te da mal el café

Leire: Mérito de la cafetera

Hasta que sacó el tema:

Álex: Oye siento si te ha molestado que me quedara esta noche. No sabía qué hacer.

Leire: Para nada. Al principio me ha chocado un poco pero porque quería creer que todo lo que había pasado había sido un mal sueño pero me viene bien esto de no estar sola- respondí mientras miraba el salón, viendo una manta en el sofá- ¿Has dormido en el sofá?

Álex: Claro. No iba a dormir contigo ¿no?- preguntó con una cara de niño bueno que no me la creía

Leire: Pero había una habitación individual justo al lado de la mía

Álex: Demasiada molestia, no te preocupes, he dormido bien

Leire: Menos mal. Lo que me hacía falta ya es que me acusaran de causarte una lesión- dije con una sonrisa triste

Álex: Ya verás que todo sale bien. Podrás demostrar que tú no has sido- alargó el brazo y cogió mi mano por encima mientras sujetaba la taza.

Leire: Álex ya sabemos que es muy difícil que salga bien. No tengo pruebas precisamente porque no hice nada. Solo puedo esperar a que vuestro abogado me ataque y ya ahí veré qué puedo decir o hacer. Es mi palabra contra la de un campeón de MotoGP, está muy complicado.