12.Destino✾

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— Lo que hace mucho tiempo tenía que hacer...

Misaki estaba en shock literalmente no sabía que hacer o si seguir o salir corriendo, los nervios venían así que su instinto lo empujó y salió corriendo de allí. Tomó el ascensor y con los latidos alborotados presionó el botón.

Ya en la primera planta mientras corría, no se dio cuenta donde caminaba y tropezó con un peliazul.

— Perdón no me fijé donde caminaba— se disculpó Misaki en un hilo de voz mientras nuevamente se paraba —Lo siento mucho..— Y corrió hacia la salida para tomar un taxi y salir del lugar.

El peliazul estaba confundió, creyó haberse tropezado con la persona que estaba pensado así que lentamente se paraba mientras observaba como la silueta del castaño desaparecía.

El peliazul lo señalo confundido luego dio media vuelta y se encotro con su amigo con el ceño fruncido.

Era "esa" persona que estaba pensado.

En el departamento de Misaki.

Rápidamente abrió su puerta y entro corriendo a su habitación, se escondió bajo sus sabanas y comenzó a llorar.

«¿Por qué lo hizo?»

Paso dos horas y una melodía lo despertó .Comenzó a dar vueltas para conciliar otra vez el sueño pero le era inútil.

Fulminó la mirada hacia su reloj. Era media noche, así que se levantó dispuesto a gritarle a su vecino desconsiderado.

¿Quién se creía para poner música a media noche?, y más aun con mucho volumen.

Con una mantita se cubrió todo el cuerpo y salió a reclamar .Toco su timbre varias veces pero al no obtener respuesta, la comenzó a patear hasta que se cansó, y se recostó en la puerta. Estaba cansado.

De repente escucho pisadas provenientes del otro lado de la puerta. Misaki ya se estaba preparando para irselas con él. Si iba a ir a la cárcel que sea por una buena causa.

— ¡Tu! ¿Sabes que ho...—no pudo completar la frase ante la persona parada al frente de él .Aquel al que menos quería ver. Aquel que lo forzó a besarlo. No... No lo creía.

— Oh... vaya... —se recostó en el marco de su puerta y miró su reloj — Pues como veras son un poco más de la media noche, ¿Desea algo?

— No... Nada... Buenas noches—respondió Misaki dándo media vuelta para caminar hacia su hogar pero algo lo impidió. 

—¿Por qué desapareciste?—Pregunto el mayor sujetando con fuerza la muñeca del menor — ¿Por qué no me dijiste que te irías?

—Porqué, preguntas... —rió — ¿no es obvio?—respondió el castaño — Es porque somos diferentes Yamato. Los tiempos han cambiado y yo también—levanta su muñeca— Ahora lo sabes así que suéltame.

—¿Estás seguro?— pregunto el mayor mientras lo ponía contra la pared pegándose de poco a su frente— ¿Quieres apostar?

Y así fue como Misaki cayo de nuevo en la trampa de Yamato.

El pequeño regreso a su departamento, ni bien había ingresado se encogió en su entrada

«Esto no me puede estar pasando a mí»

A la mañana siguiente «

Misaki había madrugado, estaba preparado, era ahora o nunca así que salió silenciosamente cerrando su puerta con seguro sin hacer ruido mientras miraba a los lados para verificar que Yamato no estaba.

Sigilosamente comenzó a caminar hasta que se acordó que el pelinegro no iba temprano. Suspiro y se acomodó su ropa.

«Hasta cuando dejaras de ser ridículo, Misaki»

Se rió y camino hasta que una puerta detrás suyo se abrió.

Y casi como en las películas de terror, volteó en cámara lenta.

Él estaba cerrando su puerta, para luego dirigirse al ascensor el mismo en el que Misaki estaba a punto de ocupar. Y que desde luego, entre pucheros tuvo que ingresa y presionar al primer piso.

— ¿Por qué viene temprano? ¿Es por lo de ayer? Además yo acepté, ¿Qué me hará? ¿Por qué a mi? — pensaba el castaño mientras el ascensor bajaba.

— ¿Quieres que te llevé? — pregunto Yamato mirándolo.

— No, gracias—respondió al instante.

—Te recuerdo que soy el jefe y tú...

Misaki hizo un sonido para que no siguiera con la frase —Ya se, ya se, como desee, jefe.

Y así ambos se dirigieron al garaje para luego subirse al lujoso carro del pelinegro.

(...)

Ya en la oficina. Todos tenían su mirada asustada y confundida al ver al novato junto a Yamato quien raramente venia temprano.

Misaki se sentó en su su oficina y el pelirrojo con la boca abierta lo miraba al menor. El pelinegro se paró en el centro con su representante, al parecer una noticia estaba por venir.

—Aver, todos presten atención —carraspeo su garganta — Como verán el asistente del Sr.Yamato. Ha sido despedido por incumplimiento de su obligación.

El ambiente era tenso — Y por ende hemos buscado a los participantes más destacados para esta nueva obligación y hemos quedo que el Sr.Misaki, será el nuevo asistente.

Todo voltearon su mirada hacia Misaki, algunos le mandaban mucha suerte y otros simplemente estaban molestos.

Por que apenas hace poco que ese chico había ingresado y ya le estaban favoreciendo. Mientras ellos habían trabajado años bajo su tutela.

Pero lo que no saben es que Misaki maldijo en su mente una y mil veces al pelinegro quien mantenía una sonrisa para nada agradable.

¤°.¸¸.·'¯'»Nota de autora«'¯'·.¸¸.°¤ 

Bueno , nada solo que la próxima semana me iré de viaje  (◡‿◡)

Así que aprovechare para hacer algunos capítulos.

Gracias por las visitas 

ლ('ڡ'ლ) Voten 

                                                                                                   - Sin Nombre 

[Omegaverse] Déjame estar contigoOnde histórias criam vida. Descubra agora