Mi tormento

2.6K 306 22
                                    

La noche se me había hecho eterna, entre las pesadillas y la falta de sueño hicieron una mezcla tortuosa para mi mente, las palabras de aquella carta y de mi doctor hacían eco en mi cabeza mientras las lágrimas seguían acumuladas en mis ojos... Los omegas no estamos destinados a la felicidad solo nos hicieron para el dolor eso era todo lo que podía sentir... No puedo enamorarme solo debo ser alguna especie de esclavo sexual que nunca conocerá la verdadera alegría, tan solo sonrisas falsas y vacías sin sentimiento alguno... Me encantaría poder llevar una vida normal, hacer lo que me gusta, tan solo no ser juzgado por existir.

La mañana llego dejándome apreciar cómo caía la nieve sobre la ciudad de san Petersburgo que se erguía con elegancia y hermosura bajo mis pies, amaba la vista que me entregaba mi departamento sobre los tejados nevados, las calles congelas y cubiertas por un manto blanco que era retirado para que la gente transitara. Los ladridos de mi pequeño caniche me sacaron de mis pensamientos, lo tome entre mis manos y acaricie su cabecita mientras meneaba su cola, una pequeña sonrisa se dibujaba en mis labios.

-Mira mi pequeñín, que linda se ve la nieve- Dije mientras me paraba frente al ventanal con el animal entre mis brazos como si se tratase de algún pequeño bebe, mientras veía la nieve caer una punzada de tristeza llego a mi corazón haciendo que las lágrimas se acumularan nuevamente, baje a mi caniche y me fui al baño.

Las lágrimas caían mientras miraba mi reflejo mis ojos rojos por sueño y tanto llanto reprimido, las ojeras formándose bajo mis ojos, mi labio tembloroso al igual que todo mi cuerpo. ¡Los omegas deben ser delicados!, ¡Deber servir a su alfa!, ¡Un omega no decide!, ¡Los omegas solo acatan ordenes!...

-¡Ahg! ¡No quiero ser un jodido omega!- Un grito de desesperación escapo de mi garganta mientras tiraba todo lo que había sobre la mesa del mostrador del baño, las lágrimas escapaban mientras apretaba los dientes esta vez no era un llanto debido al dolor, esta vez era de rabia e incluso odio hacia mí mismo, caí al piso del baño de rodillas mientras lloraba con desesperación, mi pequeño compañero ladraba del otro lado de la puerta en plena señal de preocupación por su amo. Me levante del suelo helado y lave mi rostro haciendo que las lágrimas se fueran con el agua.

Treinta minutos después ya estaba listo para irme al trabajo, deje comida a Vitya y le pedía que se portara bien, mi seño iba fruncido hasta que abrí la puerta de mi departamento encontrándome con un ramo de tulipanes rojos y rosados realmente encantadores los tome entre mis manos y leí la nota escrita a mano que traía consigo mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en mis labios.

Aun no reconoces mis declaraciones de amor

Sigo esperando el día en que notes mi amor por ti

Espero tengas un lindo día en el trabajo cuídate.

Mi mirada viajo por los pasillos tratando de encontrar a aquel extraño que con tanto cariño y esmero dejaba las flores cada mañana junto a una nota desde hace ya un mes pero nada, mi boba sonrisa no dejaba mis labios mientras dejaba los tulipanes en un florero y guardaba la tarjeta en mi bolsillo. De alguna manera aquel gesto de un completo desconocido me había alegrado el día tal vez no completamente pero si un poco.

Como cada día hice el mismo trayecto y al igual que siempre alfas y betas se me quedaban viendo incluso otros omegas mientras sentía mis mejillas arder al sentir tantas miradas sobre mi persona. Al rato después ya estaba en el centro de patinaje donde trabajaba, camine al mostrador siendo recibido en un cálido abrazo por parte de mi jefa y amiga Sara.

-Buenos días Yuuri- Dijo con una linda sonrisa la beta mientras se separa de mí.

-Cariño deja al pobre chico- Bromeo Mila con una sonrisa mientras llegaba a nuestro lado. Ellas eran un ejemplo de parejas destinadas, ambas comparten una marca parecida a una tiara en su hombro y aunque ambas son de nacionalidades distintas consiguieron estar juntas. Sala es una beta y Mila una alfa y son de esas parejas que para mi opinión son las más bonitas.

-Buenos días chicas- Dije con una sonrisa en mis labios mientras me sacaba mi abrigo y bufanda.

-¿Qué es esto?- Pregunto Mila en un tono burlón al volver mi vista hacia ella noto que sostiene la nota que venían con las flores de hoy día, mis mejillas se tornaron de un ligero tono carmesí mientras trataba de quitársela y ambas chicas reían.

-¿Qué flores fueron hoy?- Pregunto dulce Sara mientras leía la nota junto a su novia.

-Dejo tulipanes rosas y rojos- Dije con una pequeña sonrisa mientras jugueteaba con mis manos.

-Qué lindo el significado de esas flores- La mire algo confundido para mi eran lindas las flores pero más allá al punto de poseer un significado lo dudo.

-Tan torpe como siempre Yuuri... los tulipanes rosas significan declaración de amor y los rojos amor puro y verdadero- Contesto la beta mientras me regalaba una cálida sonrisa, suspire algo triste... si era lindo aquel significado pero ni siquiera conocía a la persona tras esas notas, tal vez era solo un alfa o beta en busca de un nuevo juguete pero nada más.

-¿Cómo te fue en el doctor?- Pregunto la pelirroja mientras un escalofrió nervioso recorrió mi cuerpo, Me fue horriblemente mal y pronto tendré que casarme con un desconocido, pensé como respuesta pero entonces solo emboce una sonrisa en mis labios y las mire con felicidad fingida.

-Genial... salió todo bien como siempre- Respondí dulce y de una forma que se mostrara totalmente real y así fue como ambas creyeron mi mentira y como yo alimentaba de manera dolorosa todo ese sentimiento lleno de melancolía.

...

El día lo pasamos entre bromas y risas mientras atendíamos a los clientes, ya hacia la hora del atardecer mi clase empezó con la llegada de todos mis niños de entre cinco a doce años, todos muy dulces y amables que les encantaba el patinaje artístico.

-Yuuri debemos cerrar- Dijo Sara algo nerviosa, eran las once y treinta de la noche la clase había terminado ya hace una hora y los padres de un pequeño niño aun no llegaban a buscarlo, el niño tembló nervioso entre mis brazos.

-Yo puedo cerrar... sus padres llegaran en un rato, vayan luego no hay más trenes y no quiero que se queden estancadas por allí- Dije dulce mientras le dedicaba una sonrisa a mi amiga quien puso la boca en una línea recta mientras me miraba algo preocupada.

-Y luego como llegaras a casa Yuuri, me preocupa sabes que en la noche anda mucho infeliz suelto... y tú ya sabes... eres un...- Musitaba un tanto nerviosa la morena.

-Omega... lo sé pero no pienso dejarlo aquí, por favor confía en mi- La interrumpí en un tono dulce mientras acariciaba la cabeza del pequeño niño que yacía en mis brazos

-Amor confía en Yuuri- Dijo Mila mientras sujetaba del hombro a su pareja y me regalaba una sonrisa, me entregaron la copia de las llaves y se marcharon después de haberme dado un montón de indicaciones y formas de defenderme.

Una hora después aproximadamente llego la madre del pequeño, se disculpó conmigo y me explico nuevamente que ella había quedado estancada en el tráfico y su esposo se hallaba en un viaje de negocios. Cerré el lugar y al salir me encontré con la oscuridad de una noche sin luna, el viento soplaba y ya no había rastro de aquella nevazón que se había presentado la noche anterior, me escondí bajo mi abrigo mientras aguantaba el frio de la noche tenía mucho que caminar para llegar a casa después de todo el tren ya había cerrado y el presupuesto para taxis lo gaste comprando libros... y más recipientes para las flores que recibía cada mañana.

Caminaba a paso rápido por las calles, mientras nuevamente me consumía en mis pensamientos sobre mi existencia, sobre como soy, sobre lo que pasara y sobre mi destinado o alma gemela, ¿estará buscando por mí?, ¿será como aquellos personajes de mis libros?... ¿Se enamorara de mí?

Un dulce aroma llego a mis fosas nasales, una mezcla entre chocolate y vainilla que detuvo mi caminata y que dejo en blanco mi mente, entonces sentí una mano sobre mi hombro y mis ojos encontrándose con aquel alfa.

-Una lindura como tú no debería andar tan solo a estas horas...


Imposible [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora