Worts.

237 35 13
                                    

Luke Hemmings.

-Nombre completo: Luke Robert Hemmings.- Escuché esa extraña vos lejana.- Edad; 20.- Volví a oírla.- Teníamos su expediente guardado desde su última recaída.

-¿Estará bien?

La voz de mi madre hizo que quisiera levantarme.
Pero mis brazos y piernas se sentían pesados, al igual que mis ojos.
Mi respiración era lenta, pero podía sentir el sonido acelerado del latido de mi corazón en mis oídos.

-No se preocupe.- Volví a escuchar esa masculina voz, ahora más cerca.- Está fuera de peligro.

Y seguido de eso, la habitación se quedo en silencio. Y solo se podía escuchar el sonido de las máquinas a mi al rededor.

-Es probable que cuando despierte este algo mareado.- Hizo una pausa.- O que murmure cosas sin sentido cuando esté dormido. Lo ha hecho durante las últimas 24 horas.

¿24 horas?
¿Había estado en este estado todo un día?

-El nombre de una chica.- Mi madre lo interrumpió.- Ha estado murmurando el nombre de una chica...

-Es muy probable que esté soñando, señora Hemmings.- La voz masculina se hizo cada vez más lejana.- Pasa en muchas personas.- Le explicó.- Tengo que ir a asistir a más pacientes. Si necesitan algo, no duden en avisarme.- Y seguido de eso, se pudo escuchar el rechinar de la  puerta, dándome a entender que el dueño de dicha voz se había marchado.

-Creo que deberías ir a tomar aire fresco.- La voz de mi madre interrumpió el silencio.- Yo voy a quedarme, por si llega a despertar.

-Está bien.- Escuche la voz de mala gana de mi padre.

Volví a escuchar la puerta cerrarse.

Mis ojos aún seguían pesados, al igual que mi cuerpo.
Pero podía sentir y escuchar todo lo que pasaba en la habitación.

Sentí la palma de mi mano ser sujetada con algo de fuerza.
Sentía el calor de la otra mano, tan familiar, que supe que era la de mi madre.

-Luke...-Susurró.- Perdónanos.- Y su voz se quebró.

Volví a sentir mi mano fría cuando mi madre soltó su agarre.

Quería abrir los ojos, pero algo lo impedía.
Así que solo me relajé e intente controlar mi respiración, ya que se había hecho un poco más ligera.

Y esta vez todo dejó de ser oscuro.
Todo se volvió blanco.

Ahora estaba de pie de vuelta en mi habitación, la noche anterior a estar aquí.
Estaba de pie frente al espejo, pero no estaba solo.

Ella estaba parada junto a mi.
Viendo su reflejo, pero su mirada parecía perdida.

-Es irónico...-Susurró.

Mire su rostro a través del espejo.

-Esperamos a que alguien nos salve.- Continuó hablando.- Cuando la única persona que puede salvarte eres tú misma.

Sus ojos se conectaron con los míos.

-¿Por qué lo hiciste?- Su voz era serena, como si tuviera todo el tiempo del mundo para terminar su oración.

Mis palabras no salían.
Quería gritar, pero algo no me lo permitía.

-No esperes a que alguien te salve Luke.- Su voz se volvió firme y fría.- Nadie lo hará.

Volteó hacia mí.

-Solo hay una persona que puede hacerlo.- Caminó hasta la puerta de mi habitación.

Mis pies estaban pegados al piso, no podía moverme.

-Y esa eres tú.

Y salió de la habitación.

Y de repente todo volvió a ser negro y frío.

Mis ojos por fin se abrieron. Volví a estar en la habitación.

Solo que esta vez, era distinta.
Las paredes eran totalmente blancas y mis manos estaban amarradas a mi cuerpo.
No sabía dónde estaba.
Solo sabía que debía irme, y que las cosas no iban a mejorar para mí en mucho tiempo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 20, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Esquizofrenia. LHWhere stories live. Discover now