Por un maldito juego de botella. AU [Fremione]

Por un maldito auto.

—¡Harry!—exclamó Ginny con la respiración entrecortada.— Harry... por favor.

Trató de apartarse de él, pero su novio estaba demasiado concentrado en besar su cuello y desabrochar su blusa para escucharla.

La pelirroja se mordió el labio inferior mientras escuchaba como su teléfono sonaba sobre la mesita ratonera de la sala. Trató de alcanzarlo pero se encontró atrapada entre los cojines del sillón y su acalorado novio.

—¡Harry James Potter, si es mi jefa la que llama y por tu culpa me meto en un líos, te juro que no me veras desnuda por un mes entero!

El moreno paró en seco, levantando la cabeza ligeramente para mirarla a los ojos.

—Está bien.—masculló mientras se sentaba a un lado del sillón, dejando bastante espacio entre ambos.

—Eres un niño bueno.— le sonrió antes de tomar su móvil.

—¡¿Por qué rayos no me dijiste que Fred se mudaría a tu apartamento?!— la voz furiosa de Hermione casi la deja sorda.

—Hola a ti también.—le atajó Ginny, un tanto molesta.

La respiración agitada de su amiga se escuchó desde el otro lado.

—¿Por qué no me dijiste?

—No creí que te importara

—Pudiste habérmelo comentado... acabo de meter la pata entrando al apartamento creyendo que habías vuelto.

—¿Y por qué rayos creíste eso?

—Yo que sé, pensé que te habías peleado con Harry o algo así.

—¡Gracias por la fe que le tienes a nuestra relación!— comentó Harry, el cual podía escuchar a la perfección los gritos de su amiga.

—Oh lo siento, no quise decir que no crea que ustedes son una pareja...—trató de defenderse con un tono más tranquilo.

—Ya se amiga.—sonrió Ginny.— Pero no entiendo porque te molesta tanto, es Fred, lo conoces desde que tienes dos años. No creo que se haya molestado contigo por entrar a su casa...

—No, no se molesto. Pero ya sabes cómo es...

—¿Te hizo un par de bromas?—preguntó en tono comprensivo la pelirroja.

—Si—gruñó su amiga.—Le dijo a Eric que llamara a la marina y al ejército porque una loca había entrado a su apartamento para violarlo.

Ante esto ni Harry ni Ginny pudieron evitar reír a carcajadas.

—Vamos Hermione, ya conoces a Fred.— le dijo Harry, aprovechando que su novia había encendido el altavoz.— Él es así, todo un payaso.

—Lo sé.- suspiró.—Pero desde que llego, sus bromas se están pasando de castaño oscuro.

—¿Por qué dices eso? ¿Qué te ha hecho?

—Nada, déjalo. Tengo trabajo que hacer, los veo el fin de semana.

Antes que Harry o Ginny pudieran hacerle más preguntas, la conexión se cortó.

Harta, Ginny dejó su teléfono sobre la mesita.

—Creo que el plan de Fred no está saliendo muy bien que digamos.— Comentó amargamente Harry.— Hermione lo detesta cada día más.

—Lo sé— suspiró la chica sentándose a su lado para que este la abrazara.— Pero Fred está decidido. Ya sabes todo el empeño que puso en este plan.