Un pelirrojo en la cabeza.

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   Advertencia: Siguiente capítulo contiene el peor intento de lemmon creado por el ser humano xd   

...

Se estremeció al sentir aquellos brazos tan fuertes y cálidos a su alrededor. Dejó escapar un suspiró al notar esas manos masculinas recorriéndola a una lentitud torturadora, paseándose sin el menor pudor por sus muslos mientras subía un poco mas su falda.
¡Maldita sea, el muy desgraciado sabía que era lo que tenía que hacer para hacerla estremecer!
La cabeza de Hermione comenzó a dar vueltas al sentir los suaves labios del hombre besándole el cuello de una manera salvaje. Todo aquello era maravilloso.

—Fred...—gimió al tiempo que lo abrazaba como si su vida se fuera en eso. Lo necesitaba cerca, no quería que volviera a alejarse de ella, en aquel momento lo deseaba con locura, lo quería dentro de ella...El pelirrojo le sonrió con malicia al darle un suave empujón para dejarla de espaldas al colchón y con agilidad se sitúo sobre ella, haciéndole sentir lo mucho que la deseaba. Continúo con sus caminos de besos acalorados hasta llegar a su escote. Hermione no opuso resistencia al notar como comenzaba a desabrocharle la blusa. Jamás en su vida había experimentado algo tan estupendo como las manos exigentes de Fred apretando con suavidad sus pechos erguidos. Echó la cabeza hacia atrás dejándose llevar por el placer que le provocaba sentir el cuerpo de aquel insoportable idiota sobre ella.

Sus ojos brillaron de deseo al ver ese pecho musculoso, ese dorso perfecto que estaba hecho para comérselo a besos.

—Te deseo... siempre lo he hecho.— confesó entre jadeos Fred antes de mordisquear con suavidad su cuello.— Te necesito, ratón de biblioteca.

Hermione dejó escapar un suspiro al escuchar aquellas palabras. ¡Dios, como la ponía ese hombre con unas cuantas caricias y un par de palabras! Dejó que sus manos se dieran el gusto, dejándolas vagar a su antojo por aquel dorso desnudo que la dejaba sin aliento. Gritó de placer al sentir dos largos dedos de Fred hundirse en su interior ¡Fred Weasley era la puta perfección! Mordisqueó su hombro pálido y salpicado de pecas.

—Te amo Fred...
...

—¿Hermione? ¡Hermione!

La chica casi cae redonda al piso al escuchar la voz divertida de su colega, Helena Yost, llamándola. Miró alrededor aturdida, se había quedado dormida sobre su escritorio. Con las mejillas al rojo vivo volteó a ver a Helena, la cual la miraba con mucha atención a través de sus gruesas gafas rectangulares.

—Te quedaste dormida.— dijo en un tono que estaba muy alejado del reproche. Le sonrió abiertamente.
—Lo siento.—se disculpó Hermioneal tiempo que se alisaba la ropa— Últimamente no estoy durmiendo muy bien.
—Eso no es lo que parecía—la miró con picardía.—Tenias una sonrisa enorme... ¿Con quién estabas soñando? ¿Con Brad Pitt?
Hermione soltó una risita.
—Mas o menos.

Riendo como loca, Helena abandonó la pequeña oficina después de dejarle sobre el escritorio la última novela rosa súper cursi que Harris le había asignado.

Con un resoplido observó el faco de hojas frente a ella. No podía creer que todo aquello había sido un sueño. Era increíble. Había sido tan real que aún podía sentir la respiración agitada de Fred en su cuello y sus manos atrevidas en su parte más intima. ¡Por el amor del todopoderoso, ese había sido sin duda alguna el sueño más vivido y erótico que había tenido en la vida!
¡Que injusticia! se lamentó mordiéndose el labio inferior. Sin poder evitarlo miró alrededor a la espera de que Fred apareciera en algún rincón y le dijera que nada había sido un sueño. Suspiró derrotada. Su inconsciente era una criatura cruel que la estaba volviendo loca.

Volvió a sentir un hormigueo en el pecho al recordar esa perfecta imagen de Fred con el pecho desnudo. Sintió una enorme vergüenza al percatarse del inmenso e impulsivo deseo que tenía de correr a su apartamento y averiguar si el verdadero Fred estaba tan bueno como él del sueño. Agitó la cabeza en un intento de ahuyentar esas ideas desesperadas que hacían que sus hormonas enloquecieran.

Le echó un vistazo al reloj. La jornada laboral estaba a punto de llegar a su fin. Con una pequeña sonrisa ordenó su escritorio y metió la novela en su bolso. Había quedado con Harry y Ginny para tomar algo en un bar que había a unas calles.
Tratando de ignorar el sin fin de sensaciones que le había dejado aquel extraño sueño, tomó sus cosas y salió casi a las corridas para evitar a Harris.

Sin dejar de sonreír caminó calle abajo. De pronto todo le parecía más hermoso, hasta esa aburrida tarde gris. No pudo evitar reír al pensar en lo que su amiga Ginny siempre repetía; según la pelirroja un poco de sexo siempre levantaba el ánimo, pero... ¿se podía considerar un sueño erótico con su vecino, como sexo?
Hizo un esforzó para borrar la sonrisa de su rostro. Pensar de esa forma en Fred era completamente inapropiado.... Pero no tenía la culpa de haber tenido el mejor sueño del mundo, simplemente ella no podía controlar el nebuloso universo de los sueños.

Al entrar al bar se encontró con Harry y Ginny en una mesa muy apartada, por suerte para ella no estaba besándose de una forma empalagosa. A cada paso que daba hacia ellos, las imágenes de su sueño se hacían más palpables en su cabeza. No pudo evitar sentirse muy incómoda. No le gustaba la idea de pensar en Fred desnudo mientras tomaba una cerveza con su hermano del alma y su mejor amiga. ¿Por qué rayos no podía dejar de recordar ese sueño estando con sus amigos?

Sonrió más abiertamente, la respuesta era demasiado obvia: ¡Aquel par era la personificación terrenal de la lujuria!

—Hola Hermione.—le sonrió con cautela Harry.— ¿Por qué tan feliz?
La castaña se encogió de hombros. Nada en el mundo la haría decir la verdad.
—Hola chicos, ¿Qué tal la vida?—les saludó alegremente.
Harry y Ginny se miraron incrédulos.
—¿Y los gritos?—le preguntó Ginny con el ceño ligeramente fruncido.— ¿Los reproche?

Hermione reprimió una risita antes de pedirle a una mesera que le trajera una cerveza.

—No sé de que están hablando...— En realidad si lo sabía, pero le resultaba muy divertido verlos tan tensos y asustados.
—Creí que nos habías invitado aquí para reprocharnos por haberle dicho a Fred sobre ese dichoso evento del sábado.—dijo Harry cruzándose de brazos.

Hermione hizo un esfuerzo por ponerse seria. Tamborileó la mesa con los dedos mientras miraba fijamente a sus amigos.

—Está bien ¿Por qué se lo dijeron? Saben perfectamente que Fred y yo no nos llevamos muy bien.—"Al menos en el plano real, porque en el de los sueños ya es otra cosa..."— Y para ser sincera me sentí muy incómoda cuando apareció la otra noche para recogerme.

Sus amigos intercambiaron una extraña mirada.

—Veras Hermione...— trató de comenzar Harry de una forma diplomática, pero su impulsiva novia lo interrumpió.
—La verdad es que no sé porque te enojas, no hicimos nada malo. Fred fue a la casa de Harry...— su novio hizo una mueca al escucharla, así que la chica se apresuro a corregirse.— ¡Esta bien, Potter!... Fred fue a "nuestra casa" a tomar algo y nos pusimos a hablar.
—En una cosa y otra salió tu nombre...
—Él comentó que tu habías salido.—prosiguió Ginny mientras la camarera regresaba con tres cervezas.— También nos dijo que te habías molestado un poquito con él al salir.

—"Un poquito" es minimizar las cosas.— masculló Hermione antes de beber un trago de su cerveza

—Lo importante.—continuó Harry, ignorando a su amiga.—Es que yo le pregunte si habías salido con tu coche, Fred dijo que no lo había visto en el estacionamiento al salir. Entonces yo comente que el auto hacía tiempo que no sonaba bien y que me preocupaba que te quedaras varada en medio de la nada por culpa de esa chatarra vieja.
—Después de eso me preguntó si yo sabía dónde estabas, se lo dije y se fue sin decir nada... ¡Te juro que no tenía ni idea que iría por ti!

Resopló antes de beber otro trago. Ginny tenía razón, ellos no habían hecho nada malo y Fred solo se había comportado como un buen amigo al preocuparse por ella.

—No sé porque te molesta tanto Fred.—Comentó Harry con serenidad.— Él fue muy gentil al ir a recogerte.
—Lo sé...—admitió derrotada.— Solo que me resulta difícil aceptar a Fred....en mi vida....

Harry y Ginny compartieron una mirada de complicidad que Hermione no advirtió.

—Yo en tu lugar haría un esfuerzo para "aceptarlo en tu vida". Porque mi hermano vino para quedarse.  

Por un maldito juego de botella. AU [Fremione]Where stories live. Discover now