Capítulo 13 - ¡Corre, corre, corre!

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Zen soltó una carcajada al ver lo mal que había dejado estacionado Jumin su vehículo. Lo más seguro es que lo hizo así al confirmar que su gata estaba en el edificio. Hubiera continuado riéndose, pero el tener que cargar a Luciel con la ayuda de Yoosung se lo impedía. Lo dejaron caer sin mucho cuidado con todo y silla al suelo. El pelirrojo  soltó un quejido.

-¡Mis pompis!

Jaehee suspiro.

-¿Cómo se supone que lo subiremos al auto?

-Sería más fácil pedir ayuda si no fuera de madrugada. -Inquirió cansado el albino.

-¿No seria más fácil dejarlo? -Señaló Jumin con autoridad.

-¡Por supuesto que no! -Negó con la cabeza el pelirrojo.

Yoosung fruncido levemente el ceño tratando de pensar en un plan en el que se omitiera tener que pedir ayuda para terminar levantando sospechas o abandonar a su amigo. Al cabo de unos segundos su rostro se iluminó. Recordó lo que una vez vio en una película de acción y comedia.

-¡Tengo una idea! -Se giro hacia Jumin con una sonrisa. -¿Me muestras tu cajuela?

•  •  •

-Ahora vaya hacia a la izquierda... ¡No, mi izquierda! -Los neumáticos emitieron un sonido chillón al girar con brusquedad. Todos hicieron una mueca ante el molesto sonido, menos Jumin, este mantenía una expresión muy enojado. La castaña no dijo nada, tan sólo continuó mirando la dirección que marcaba el teléfono de Luciel.

-Eres pésima dando indicaciones. -Gruño con la poca paciencia que le quedaba.

Jaehee arrugo la nariz.

-¡¿Disculpe?! ¡No es mi culpa que tenga tan poco experiencia manejando gracias a sus conductores privados!

-Conductores privados... -La imitó con una voz chillona. Jaehee acomodo sus lentes.

-Madure, señor Han.

Zen y Yoosung se ahorraron los comentarios por su propio bien. El rubio saco la cabeza por la ventana para confirmar si Seven continuaba ahí.

-¿Todo bien hermano? -Gritó él.

-¡Por supuesto! -Respondió exaltado. -¡¿Quién no lo estaría cuando esta atado en una silla sobre el techo de un auto que va a más de 100 k/h?!

-¡Eso quería escuchar! -Devolvió su cabeza al interior de la ventana. Jumin y Jaehee continuaban discutiendo.

-¿No les parece? -Sonrió Yoosung.

-¿El qué? -Zen levantó una ceja.

-¡Somos como una familia! -Señaló a los dos asientos delantero. -¡Jumin es el papá, Jaehee la mamá! -Luego miro a Zen con ahora una sonrisa infantil. -¡Zen la hermana mayor que siempre está pendiente de si tiene un grano o no -Se señalo a si mismo. -, yo el hermano menor que le encantan lo videojuegos y Seven el perro! -Llevo su mano a su barbilla. -Ó algo así...

-¡Te escucho fuerte y claro -Se escucharon golpes desde arriba. -, rubio teñido!

-¡Hey, -Jumin saco la cabeza por la ventana con una mirada molesta. -no ensucies mi auto!

-¡Señor Han, -Grito Jaehee alterada. -el volante!

Presionó el freno y el auto se detuvo con brusquedad, haciendo que Yoosung y Zen chocaran con los asientos delanteros. Las cuerdas que mantenían a Seven pegado al techo no aguantaron el impacto.

-¡Seven! -Yoosung salió a socorrerlo.

-Esta estúpida silla... -Murmuro el pelirrojo con la cara estampada en el suelo. - no sufrió ni un rasguño...

Con la ayuda de Zen, fueron capaz de incorporarlo. Ahora le sangraba la nariz, y no necesariamente por estar a punto de verte tomar un baño como antes...

-Parece que llegamos. -Dijo Jaehee saliendo del auto. -Lo más inteligente será que uno se quede por si sucede algo.

-Puedo ser yo. -Más que una sugerencia, sonaba como una orden de parte de Jumin. Jaehee acomodo sus lentes. No había opción al aparecer.

-El problema ahora es este sujeto. -Señaló con un suspiro al pelirrojo. -Tendrás que quedarte con el Señor Han.

-¡¿Eh?! ¡Me niego! ¡Se supone que yo debo ser el príncipe que salve a MC del secuestrador!

-¿Qué clase de príncipe queda atascado en una silla...? -Comento Zen con una mano en el rostro, tratando de ocultar la tonta sonrisa plasmada es su cara. Era malo y lo sabía, pero debía admitir que la situación le causaba bastante gracia.

-¿De quién crees que es la culpa? -Miro al rubio y al albino con los labios apretados.

La castaña planeaba darle un sermón de porque no debería ir, pero su jefe la interrumpió.

-Estoy de acuerdo. -Les dijo a los demás mientras acomodada el cinturón de seguridad y se preparaba  para pisar el acelerador. - Anastasia ya sufrió demasiados daños por su culpa. Llámenme si las cosas se salen de control. -Y antes de que cualquiera pudiera dar una objeción, Jumin desapareció por la calle dejando un rastro de polvo.

-¿Anastasia? -Seven soltó  una carcajada. -Al parecer alguien está lo suficientemente loco como para ponerle nombre a un auto, ¿no creen?

Zen tan sólo suspiro resignado, Yoosung lo fulmino con la mirada y Jaehee acomodo sus lentes al tiempo que los tres se preparaban para decir:

-Seven, eres un idiota...


¿Obsesión? Nah, es amor | Finalizado [✔]Where stories live. Discover now