Capítulo 20 - Te salvaré, aunque no quieras ser salvado.

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-MC, ¿Te encuentras bien? -Cuestionó Jaehee llena de incertidumbre señalando la sangre de tus muñecas, no lo habías notado por el trance que ocasionó la sensación de los labios de Seven sobre ti... pero era más profunda y dolorosa de lo que hubieras querido.

Usaron en auto de Jumin como una especie de base. Jaehee había convencido a Zen de que tratara de descansar en el asiento delantero, pero se sentía impaciente por la partida de ambos chicos. Te dejaste caer junto a Yoosung en la parte trasera, con las piernas cerradas apuntado fuera de la puerta, dejando a Jaehee tratar los cortes en tus muñecas.

-Necesito un poco más de algodón y gasa, Yoosung. -El nombrado estiró su brazo por encima de tu hombro, dándole a Jeahee todo lo que había solicitado. -Gracias. -Él asintió, viendo como Jaehee se ocupaba ágilmente de detener el sangrado y vendar tus muñecas.

-Gracias, Jaehee. -Ella te regalo una sonrisa.

-¿No deberíamos llamar a la policía? - La voz de Zen se oía terriblemente angustiada. Cierto era que Saeran actualmente estaba desarmado, pero era todo un psicópata y sus ojos rencorosos daban a conocer que incluso sería capaz de estrangular a Seven con sus propias manos.

-¡Estoy de acuerdo! -Yoosung levanto el brazo enérgicamente.

-No... -Jeahee le robó a ambos muchachos una mueca sorprendida. Tú la miraste expectante. -No creo que sea una buena idea. -Retomó, aclarando su garganta. -Seria un escándalo total para ti y el Señor Han... y quien sabe que catástrofe podríamos desatar si se llegan a investigar los antecedentes de Lucie... Saeyoung y Saeran.

-¡Ahh! -Zen gruño ansioso tirando fuertemente de su cuero cabelludo. Jeahee trato de calmar sus nervios tomando su mano. La expresión del albino se suavizó pero de todas formas su semblante parecía haber envejecido un par de años a causa del estrés.

-¡Maldición! -Yoosung pateo una lata. -¡¿Dónde está V cuando se lo necesita?!

Mordiste la uña de tu pulgar sin saber que hacer, deseando desde lo más profundo de tu corazón que nada malo le sucediera a Jumin y Saeyoung. Pasos se escucharon como eco por el extenso callejón, todos giraron con recelo hacia la dirección de donde venían jadeos.

-¡Chicos...! -Articuló V sin aliento, haciendo su entrada empapado en sudor. -¡¿Dónde está Luciel?!

• • •

-¿Estas bien?

Llevaban ya varios minutos subiendo las interminables escaleras de aquella estructura. Jumin trataba de hacer pausas cada cierto tiempo para que Saeyoung no se sobre esforzara su pierna.

-Por supuesto. -Mintió. A decir verdad dolía como el infierno, pero no podía detenerse estando tan cerca de conocer la verdad y confrontar de una ver por todas a Saeran.

-No te hagas él fuerte, aquí no está MC como para que la puedas impresionar. -Aquella respuesta lo hizo ruborizar. -Sujétate, no tenemos todo el día. -Jumin le ofreció su hombro. Saeyoung quedo boquiabierta. -¡Rápido antes de que me retracté!

-¡Señor, si señor!

La cima cada vez era más visible, y el rastro carmesí daba a conocer que efectivamente Saeran había tomado esa dirección. Las manos de Saeyoung estaban heladas, y su mente inundada de interrogantes. ¿Qué había pasado con Saeran todos estos años? ¿V no le había prometido que iba a estar a salvo? ¿Por qué apareció tan de repente y con deseos de aniquilarlo? ¿Qué había pasado con el pequeño y dulce Saeran..?

¿Obsesión? Nah, es amor | Finalizado [✔]Where stories live. Discover now