Chantaje

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Pov Simón

Mi nombre es Simón Fernández tengo dieciséis años, soy pelirrojo, de ojos negros y alto mi familia se compone por Erza y Jellar Fernández los padres, Rosemary y Jel Fernández gemelos de doce años. Mi vida era muy tranquila hasta que conocí al peor demonio Layla Dragneel la conocí cuando ella tenía los adorables ocho años y desde entonces mi vida ha sido miserable, tres años de completa manipulación, chantaje y soborno de parte de esa niña
-¡Simón tienes vistas!- me quito mis lentes y los dejó en la mesa de mi pequeño laboratorio mecánico e informático pero se que al bajar lo voy a lamentar y si ahí en la sala con un vestido blanco y su cabello rubio suelto esta mi más dulce pesadilla Layla Dragneel y porque dulce porque me enamoré de ella para mi gran desgracia hay dos buenos motivos porque este amor no puede ser uno la odio tanto como la amo y dos bueno la niña apenas tiene once años
-¡Hola Simón!- dijo ella con una sonrisa de ángel vaya que es una gran actriz porque eso de ángel no le queda ni por error ya que es una pequeña diablilla pero aquella sonrisa es suficiente para que mi madre la deje estar en la casa, en mi laboratorio y cuarto rodé los ojos
-Sube- dije al mismo tiempo que empezaba a subir las escaleras no necesitaba nada más Layla había venido a sobornarme, ponerme chantaje o extorsionar a mi débil mente
-¿Quieres galletas?- pregunto mi mamá definitivamente la pequeña Dragneel es alguien de temer
-Gracias Erza-san- oí sus pequeños pasos y en unos segundos ella ya había entrado en mi habitación me puse mis gafas y vi a la niña comiendo una galleta casera sabor chocolate
-Y ¿ahora que quieres?- Layla se limpió las manos en su vestido y su cara cambio sus ojos se llenaron de un toque de malicia y su sonrisa se contagió de la misma
-Háblame bonito Fernández al menos que quieras que tus padres sepan de tus bajas calificaciones y que jaqueas la red de la escuela para que no lo sepan- apreté los puños y sujeto a Layla de una mano para luego alzarla y pegarla a la pared
-Ya me harté de esto- pero la joven Dragneel no se asustó ni un poco al contrario lanzó una risita y puso su mano en mi pecho al instante sentí una carga eléctrica pasar mi cuerpo la solté y me senté en mi cama para alejarme de esa niña
-Que bueno esto sirve, de echo no tiene porque no- soltó una risa y me enseñó un pequeño lápiz que en realidad era un dispositivo de choques que yo construí la primera vez que la vi como un regalo que ahora me arrepiento ya que me usa como su máquina de juguetes para su mafia
-Maldición ¿que quieres?- dije y me quite los lentes para poder verla sin necesidad de que me moleste la vista
-Nashi-nee me pidió que te dijera que nos hagas propulsores tienes un día vamos a hacer una travesura- dijo ella mientras veía mi computadora cosa que ya no es segura en sus manos ya que ella es una genio en progreso
-Dame detalles- dije molesto la niña sólo sacó unos planos diseñados por Nashi Dragneel la jefa de la mafia
-Eso es lo que me pidió
Nashi-nee- dijo con una sonrisa luego se bajó de la silla y me sonrió con malicia
-Esta vez usaré el chantaje adiós- la pequeña bruja se despidió y yo tan sólo solté un grito y me puse a trabajar en los malditos propulsores pero un día me las pagarás Layla Dragneel.
Era de madrugada y yo me tomaba un baño mamá entra al trabajo temprano al igual que papá
-¡Simón!- solté un gruñido y salí del baño me puse una playera negra de Heart Kreuz unos pantalones de mezclilla y botas negras tome mis lentes y salí de mi cuarto
-¡Ya estoy aquí!- le dije a mamá mientras me sacudia el cabello mojado
-Que bueno deja los desayunos de tus hermanos y los dejas levantados- rodé los ojos y asentí para entrar a la cocina
-Layla-chan me dijo que mañana vendría pero se veía un poco triste ¿paso algo?- preguntó mi mamá mientras cocinaba yo solte un suspiro
-Por supuesto que no posiblemente no le agrado la idea de que no le haya regalado algo- dije tratando de solucionar algo que esa bruja dorada haya echo
-Bueno pues hazle galletas y llevale y de paso dejas todo esto en la mansión Dragneel al parecer la familia completa se junto y Mavis-san me pidió que les hiciera unos postres- asentí y sonreí un poco
-De acuerdo mamá- dije con una sonrisa ya tiene años que no veo a los Dragneel
-Bueno adiós- dijo mi mamá yo me despedí con la mano y tome las cosas para luego programar la alarma de mis hermanos y salir de la mansión tengo cuatro horas para llegar al instituto de Hadas así que empecé caminar a la enorme mansión Dragneel.
Fue una hora la que me tomo llegar a la mansión de esta alocada y destrozada familia
-¡Buenos días!- grite mientras tocaba el timbre y fue Natsu-san quien me abrió tenía la cara llena de harina
-¿Simón? ¿Que quieres?- pregunto con una sonrisa
-Vine a dejar esto- señale la canasta de postres y sonreí
-Pasa- al abrir la puerta vi a todos los Dragneel llenos de harina incluyendo a Elise quien andaba en silla de ruedas al parecer si es cierto eso que nos dijieron, Mavis-san también todos tenían harina y sonrieron
-Dejalos aquí- vi como Zeref-san seguía a los trillizos y a los hijos de Happy-san sonreí todos se  divertían pero la mafia planeaba algo para mañana
-Bueno me retiró tengo que llegar al instituto ¿van a ir?- pregunté viendo a todos los niños
-No hoy es día familiar ya avisé a los institutos bueno adiós- dijo el y yo salí rápido antes de que la bruja dorada me viera.

Multimedia Simón

Nombre Shiro Dragneel
Edad 11 años
Forma de ser Cabellos rubios y ojos bicolor, un niño callado y celoso, le gusta coquetear cuando ve a una chica linda pero luego que nota que caen fácil las deja.
Dato Un chico con la firme decisión de un día ser el presidente de Fairy Tail su madre sólo se reí de eso por su actitud de coqueto

Capítulo de hoy voten y comenten por sino lo notaron este fue un relleno bye

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