Boruto en el Tiempo.

El Viejo Impostor.

-Boruto piedad... No me despiertes tan temprano...

-Son las diez de la mañana no exageres-ttebasa... Además, hace ya tiempo que no entreno con mi madre, así que iré solo... ya que mi padre es tan cobarde de presentarse en la casa de su novia y de su suegro...

Naruto se levantó desanimado, después de todo lo que le costó dormir, tuvo otra vez pesadillas con su suegro y como no si la noche anterior lo estuvo persiguiendo un buen rato luego que su perruno amigo le estuviera acusando de otra relación. No entendía la actitud de Kiba últimamente, había muchas cosas que el rubio no entendía y prefería consultarlas con su consejero Shikamaru, a Sai ya lo había molestado lo suficiente.

Naruto entró en la regadera y se estaba quedando dormido. Boruto suspiró mientras le preparaba un desayuno a su padre, lo compadecía y le daba risa que entre él y su abuelo habían hecho un trato de hacerlo sufrir un poco...

Suspiró el perruno, quien estaba acostado en el sillón de la Oficina del Hokage mirando al techo y narrando sus sentimientos, Kakashi estaba sentando una silla, estaba siendo el psicólogo del Inuzuka-. Verá Hokage al principio no sé qué me pasó, siempre he sabido que mi amiga Hinata le gusta el idiota de Naruto, pero no pensé que me afectara tanto al grado que no sé si confiar en el Uzumaki, más bien una parte de mi confía y la otra está dudosa...

-Ah ya veo...

- Si me he pasado mucho lo sé.

-Sí... Está muy claro... -decía Kakashi.

-Tal vez porque sentí que nos dejaba, que ya no seríamos el equipo 8, nos disolvimos una temporada por la ausencia de Kurenai-sensei.

-Mmm comprendo -seguía hablando Kakashi.

Kiba suspiró-. Cuando Kurenai sensei nos anunció su embarazo y que debía de dejar una temporada el equipo, pues lo aceptamos, y estuvimos felices de que íbamos a ser tíos, pero no sé... he convivido tanto tiempo con Hinata, no quiero que Naruto la lastime.

-Si el embarazo lo entiendo...

-Pero sé que hice mal en encontrar cualquier excusa para separarlos... he sido mal amigo, pero quiero lo mejor para Hinata y lo mejor es el tonto de Naruto.

-Si comprendo...

-Así que mi decisión está tomada aceptaré su relación...

-Sí que bueno.

Kiba volteó hacia el Hokage y se dio cuenta que no le prestaba atención, estaba leyendo su libro favorito: Icha Icha...

- ¡Oiga Hokage! ¿Por qué no me está prestando atención? -gruñó el perruno.

- ¿Qué? -Kakashi reaccionó y rápidamente guardó el libro.

- ¿Desde qué parte no me está prestando atención? -demandó saber Kiba.

-De hecho, desde que iniciaste... -Kakashi dibujó una gran sonrisa detrás de su cubre bocas.

Kiba estaba pálido

-Lo siento, soy el Hokage no un psicólogo...

Pero el Inuzuka no decía nada, simplemente agachó su cabeza y salió de la habitación resignado. Shino estaba ahí esperando a su amigo y sin querer empezó a reír, desde temprano Kiba se había encaprichado de ir con el Hokage para hablar.

Kakashi salió de su oficina para decirle algo al perruno-. Entiendo tus sentimientos, es difícil ver como tus amigos se apartan... pero créeme siempre están ahí -Kakashi de nuevo entró a su oficina a seguir con el trabajo. Kiba sonrió y le sugirió a Shino de ir por algo de comer.