Lo que debí decirte

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¿Recuerdas el día que nos conocimos?

Era la primer clase del taller de fotografía. Tú no habías llevado cámara. Pensé que la habías olvidado. Lo que yo desconocía, era que en tu familia no había suficiente dinero para comprar una.

Me acerqué a ti y te saludé. No olvidaré jamás tu cara de desconcierto. Me devolviste el saludo, y te alejaste.

Mi mandíbula cayó. Eras la primera en alejarte. El resto de las chicas solía preguntarme por los partidos o entrenamientos, pero tú no. Tú eras diferente, y ese día lo comprendí.

Volviste tu mirada hacia mí unos segundos, y dejaste escapar una leve risa. Una risa angelical. 

Si entonces hubiese sabido que esa risa tenía los días contados, créeme cuando te digo, que hubiese hecho hasta lo imposible para mantenerla.