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¿Recuerdas cuando me hablaste del trasplante?

El cáncer estaba deteriorando uno de tus riñones. Los doctores afirmaban que la única esperanza era conseguir un donante.

Ese día me contaste las posibilidades. Si no conseguías un nuevo riñón, el cáncer se extendería y acabaría contigo en menos de dos años. Pero si hallaban un donante a tiempo, tenías 33% de probabilidades de ganar la batalla.

Te sentías tan feliz, aferrándote a ese 33%. Mientras que yo sólo pensaba en lo bajo que era ese número.

Un mes más tarde encontraron un donante. Ambos lloramos de felicidad.

Si sólo tenías ese 33% de probabilidades, lucharía junto a ti.

Si entonces hubiese sabido que los porcentajes son cuestión de azar, créeme cuando te digo, que habría hecho un pacto con el diablo.

Lo que debí decirteWhere stories live. Discover now