Capítulo 18.

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Pasó un mes de todo aquello, ahora sí que se respiraba paz en el santuario, ya no había tantas peleas como antes, sólo los típicos problemas entre parejas, pero sí que todo cambio para bien en cierto sentido para todos, menos para Camus, pues practicar y entrenar sus nuevos poderes no era algo que le gustará mucho que digamos, además, se cansaba mucho mientras entrenaba.

-Ya basta. -Murmuró cansado, llevaba sólo la mañana y ya no quería seguir. -Esto cansa mucho.

-Sólo has practicado con agua y fuego, no es para tanto, Camus. -Milo cometió un error en decir aquello, Camus le miro de una manera algo peligrosa que asustaría a cualquiera.

-Milo. -Su manera de hablar sí que daba escalofríos.

-Yo... yo no dije nada. -Comenzó a retroceder, sin importarle que todos en el santuario les observará, ya que Camus enojado era Camus enojado.

- ¿Qué es lo que dijiste a-mor-ci-to? -Milo ya estaba en problemas.

-Camus no te enojes, por favor. -Antes de que pasará, salió corriendo a la velocidad de la luz de allí.

- ¡SI PARA TI ES TAN SENCILLO, APRENDE A MANEJAR TÚ LOS ELEMENTOS! -Siempre que se enojaba manejaba a la perfección sus poderes, en el cielo ya se veían nubes apunto de causar una tormenta. -Tonto.

-Mi amor, perdón, sé que es difícil todo este cambio, pero tampoco exageres en tus enfados. -Suplicaba el escorpión.

-Mejor voy a ver que no haya causado ningún daño en la tierra. -Le sonrió a Milo y beso su mejilla. -Nos vemos después.

-Si, claro. -Observó como su chico se retiraba de allí, últimamente había estado ocupado manejando sus poderes, siempre estaba de arriba para abajo de un lado a otro sin descanso. -Debo hacer algo por él, quiero ayudarle en algo.

- ¿Por qué no preparas una cita? -Dio por ejemplo Saga mirando al distraído menor, pero luego frunció el ceño. -Pero cita, solo eso, nada más.

-Saga ¿Cómo puedes decir esas cosas? -Se quejo con un puchero. -No sería capaz de hacer eso con Camus si él no está listo. -Evito la mirada.

-Conociéndote, Milo, no aguantarás otra semana más. -Molesto Aioria con una media sonrisa.

-Calla gata en celo ¿Qué sabes tu? -Se cruzo de brazos ofendido.

-Tanto como que te emborrachabas y desaparecías todos los días y con cuanto... mmm... mmm. -El de ojos turquesa decidió tapar la boca del quinto guardián antes de que siguiera hablando.

-No hables sobre eso que Camus está en todos lados y con lo celoso que es. -Suspiro el escorpión mirando hacía todos lados, cuando el acuariano quería tenía oído biónico.

-Te tienen agarrado... te sacaste la lotería. -Dijo a carcajadas Death Mask ganándose por esto la furia del menor.

-Cállate cangrejo. -Gruño fulminándolo con la mirada. -Creo que si lo invitare a salir.

- ¿Sabes lo que le gusta? -Pregunto Mu sin poder creerlo.

-Por supuesto, fui su mejor amigo. -Todos compartieron el mismo pensamiento "ver para creer". -Y empezaré ahora mismo.

- ¿Qué hiciste alacrán? -Cuestiono el de piscis entrecerrando los ojos. -No me digas que...

-A Camus le encantan las flores en especial las margaritas, lavanda, tulipanes, gardenias, claveles, violetas y las lilas. -Varios quedaron con la quijada hasta el suelo. -En especial cuando están en hielo.

- ¿Por qué no aprenden de él? -Reclamaron algunos a sus novios.

-Él es el y nosotros somos nosotros. -Respondieron encogiéndose de hombros.

del amor al odio, del odio al amor (Milo x Camus)Where stories live. Discover now