☆ 2.1 ☆

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Harper y Jules se escabulleron de aquella íntima escena para dirigirse corriendo a la azotea en una carrera que ganó Harper aunque lo que no sabe es que Jules aprovechó ir detrás de ella para mirarle el culo. Por eso había ganado, aunque todos ganaron en aquella situación. Jules al llegar colocó la manta rosa en el suelo y ayudó a Harper a colocar la comida, todo en un completo silencio; era un silencio incómodo, de esos de ascensores.

— Así que... ¿tu novia no-novia es la ex de mi Sid?

– Mhm, pásame un sándwich.

– Los hice desnuda.

Y solo hacía falta un comentario gracioso para quitar todo signo de incomodidad, Jules empezó a reír y Harper le siguió.

– Espero de veras que hayas lavado esta manta vecino, no quiero tocar indirectamente tu pene, tu pequeño pene. —Harper se burlo.

– ¡Pero si la primera vez que me viste desnudo te quedaste mirando a Rock!

– ¿Rock es el nombre de tu pene? —Jules asintió con la cabeza.

La terraza se quedó en silencio, Harper miraba a su vecino mientras mordía su propio labio, mientras tanto Jules la miraba comiéndose su sándwich. Sin poder aguantarlo Harper comenzó a reír histéricamente mientras tiraba su espalda al suelo y se retorcía en el.

– ¡LE HAS PUESTO NOMBRE A TU PENE! ¡UN NOMBRE RIDICULO!

– ¡ROCK ES MUY MASCULINO IDIOTA! —Y sin evitarlo le siguió la risa.

Tras un par de risas más empezaron los coqueteos, Jules jugaba con el pelo de Harper y ella le ponía morritos, realmente daban asco de lo bonitos que eran.

– Adivino, eres la típica chica a la que le gustan los chicos malos.

– Vecino, creo que ya te explique mi opinión de los chicos malos cuando te gasté la broma aquella...

- ¡Eso no era un chico malo, eso era un excarcelado que quería violar mi puto culo desnudo!

– Oh Santo Dios, ¿¡Qué te hice yo para merecer esto!? —Gritó Harper con una sonrisa hacia el cielo.

– ¡Bueno! A lo que iba antes de ser interrump-

– ¿Tu de qué color veías el vestido? Yo azul y negro.

Había una cosa que le encantaba a Harper, interrumpir a la gente pero si había algo que le gustase más era, por supuesto, interrumpir a su vecino.

– ¡Serás daltónica! ¡Era blanco y dorado! ¡B-L-A-N-C-O y D-O-R-A-D-O! Y ahora al punto... —Jules vio que Harper estaba a punto de interrumpir por lo que puso su mano en la boca de esta y no la quitó aunque ella se la estuviera chupando— te gustan los chicos malos, no quiero impresionarte o algo por el estilo, pero para entrar por el supermercado entro por la salida.

¡hey, chico desnudo! » dos                    Where stories live. Discover now