Un ángel enamorado.

Capítulo 3. Tanel recorre el lugar.

-¡Muy bien amigo! No puedes andar con tu armadura celestial por el mundo, Tanel. Te creerán loco por lo que debes de vestir de forma mundana.

-¡Ah vaya! Ahora eres estilista... -Dijo Tanel levantando una ceja.-

-De hecho... -Nuriel da una palmada.- ...así has de vestir.

De pronto Tanel se vio vestido con jeans azules, tenis negras y camiseta blanca de manga corta. Se sintió confuso pero a la vez cómodo con dichas ropas. Nuriel le advirtió que debe de cambiar diariamente la ropa debido a que esta se ensucia con facilidad por sudor, polvo y demás actividades humanas pero también le enseñó frases conocidas por jóvenes de la edad de la joven a la que debía cuidar.

A Nuriel no le tomó mucho trabajo capacitar al general de las huestes celestiales ya que él ya sabía de relaciones humanas pero nunca vivido entre ellos ni como ellos pero sí se le advirtió de tener paciencia pues hay muchos mortales que son ignorantes en cuanto a fe se trata algo que no le toma por sorpresa.

Ya una vez preparado y vestido por Nuriel, Tanel sale junto a Juan para que el general celestial conozca la casa en la que ha de vivir para estar cerca de la joven.

-Te llevaré a una casa donde vivirás mientras cuides de la joven Amanda.

-¿Viviré...dices, Juan?

-¡Claro! Debes de estar cerca de la joven por aquello de que sea atacada...la oscuridad no es más fuerte que la luz pero no hay que subestimar al enemigo. La fe en Nuestro Señor lo es todo pero muchos prefieren la ciencia, la intelectualidad y adulación antes que la fe y la salvación.

-Dime algo, Juan... ¿por qué vistes así? –Preguntó Tanel al ver a Juan en pantaloneta, sandalias y camiseta.-

-Hay 33 grados de temperatura y, no sería prudente para tu misión el que me viesen usando una toga delante de todos...

Ambos rieron mientras caminaban ante la respuesta que Juan dio. No caminaron mucho cuando de pronto llegaron a un departamento pequeño el cual estaba amueblado pero no eran muebles exuberantes ni tampoco unos arruinados sino discretos pero atractivos. La cama era individual y el piso era de cerámica barata.

-Juan, sabes que los ángeles nunca dormimos. ¿Por qué tener una cama y...nevera? ¿Cocina, tele...radio? ¡No los necesito!

-¡Sois un ingenuo! –Ladeó Juan la cabeza en negación.- Debes de pretender ser un humano mortal y pasar desapercibido. Hay demonios que ven a través de algunas personas malignas...los demonios no son muy astutos pero sí muy peligrosos.

-Bueno, entiendo y ahora; ¿qué hacemos Juan?

-Yo volveré en 24 horas pues a la joven la traerán de vuelta a su casa mañana...en el asilo le dieron de alta...

-¿Cómo de que "volverás"? ¿Me dejarás aquí...? ¿Qué haré entonces Juan? –Interrumpió Tanel alterado.-

-¡Calma, calma! –Le decía Juan tomándolo por los hombros de frente.- ¿Qué hacías cuando salías con las huestes celestiales Tanel?

-¡Eh...! No sé qué tenga que ver...la pregunta pero al salir, explorábamos el terreno a ver si había enemigos cerca...

-¡Exacto! Haz lo mismo aquí, la casa de Amanda está a 300 metros al sur de este departamento... explora ese trayecto y no actúes deliberadamente. ¡Sé discreto...!

-¿Discreto dices? Y, ¿qué hago con esto Juan? –Tanel le muestra su espada.-

Juan le sonríe con ingenuidad al momento de tomar la espada con su mano derecha para luego tronar los dedos con la izquierda haciendo que la espada desaparezca.

-¡Pero; ¿qu-é, qué hiciste con...mi espada; Juan?! –Tanel estaba espantado.-

-No seáis tan melodramático, Tanel. –Dijo Juan abriendo su mano en la que yacía un encendedor.- Ten y enciéndelo...

Tanel obedece muy dudoso enciende el encendedor y es ahí donde aparece su espada de pronto en sus manos algo que lo sorprende sobremanera...

-¿Có-mo lo hiciste?

-Tanel, no seas tan ingenuo. Sólo deséalo y se te hará... ¡Inténtalo!

Tanel así lo intentó lográndolo, una buena forma de andar su espada celestial de forma muy discreta.

-Ahora ya me voy, explora el terreno, mézclate entra los mortales, habla, pregunta... socializa y, ve a la casa de Amanda pero no les hables a sus padres y hermanos...son otra joven de 17 y unos chicos gemelos de 14 que son un caso perdido (traviesos). Sólo oriéntate para que conozcas el lugar, ¿de acuerdo?

-Lo haré y vigilaré la casa de noche. Puede que algún enemigo...

-¡¡No la vigiles de noche!! No al menos esta noche... Sabes bien que el enemigo podría sospechar al verte ahí por lo que deducirán que no eres humano mortal... Hay que actuar con cautela, Tanel.

-¡Bueno...tú mandas Juan!

-Nos vemos mañana...

Diciendo esto Juan desaparece ante Tanel quien convierte su espada de nuevo en encendedor para colocarlo en su bolsillo y sale a caminar en dirección a la casa de Amanda a la que no dura mucho en llegar. En su corto andar le presta atención al ambiente, las personas y a algunos animales comunes como los perros y gatos que al ver a Tanel se dan cuenta por medio de su instinto que él no es humano sino un ángel por lo que hallaban a postrársele cuando él pasaba al frente de estos bajando sus cabezas.

Tanel siguió andando por la calle hasta llegar al lugar deseado pero como dijo Juan; "hay que actuar con cautela" por lo que el general de las huestes del Señor desde afuera miró la casa que era de aspecto moderno, de dos plantas y no se veía actividad en esta pero al ver con sus poderes el interior da la vivienda, se percata de que la familia de Amanda preparaban una comida especial para la joven que regresaría al día siguiente además de una pequeña pancarta de decía: "BIENVENIDA A CASA AMANDA".

Tanel notó que la intención de la familia sería motivar a la joven después de pasar quien sabe cuántos días encerrada en un manicomio y además de que no volviese a intentar suicidarse. Ante esta actitud el ángel sigue su camino rodeando la zona para regresar al atardecer a su departamento y pasar la noche en espera del día siguiente. Los ángeles no duermen y Tanel lo dijo pero, se recostó e intentó hacerlo lográndolo sin problemas pues así si algún enemigo oscuro lo veía, lo despistaría fácilmente.

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