perfect student ; jimsu

five

‹ POV JIMIN ›

—Tienes que ir a quedarte una semana en la casa de tu padre, Jimin. —decía mi madre mientras cocinaba— Llegamos a un acurdo de que tú te quedarás conmigo una semana, y luego con él así sucesivamente.

—¿Me tendré que cambiar de casa cada dos por tres?

—Y sí. ¿O quieres elegir?

—Entre estar en la casa de mi padre o en la tuya, mamá. No quiero a ninguno. Quiero vivir solo, ¿por qué no me das dinero y voy a vivir solo?

—No te daré dinero para que vayas a vivir solo. Primero estudias, y luego eso.

—hice un mohín— Pero tengo que soportar a los hijos de mi madrastra. Y son 4 mocosos.

—Así es la vida, hijo. Ya te vas preparando para tener hijos.

—Pero ese no significa que tengo que aguantar a los hijos de mi madrastra.

—Aguántate los trapos, porque el horno no está para vos en estos momentos, hijo. —suspiró— Tu padre va a venir a recogerte dentro de veinte minutos, prepara tus cosas.

—Na paja.

...

Odio cambiarme de casa, odio tener que soportar las discusiones de mi madre y padre, odio que mis padres estén separados y pelear por quién se queda conmigo. ¿Tanto problema por mí? Sólo quiero vivir sólo, salir del infierno llamado institución, salir de este país e irme a la puta para alcanzar mis metas. Quiero que el tiempo pase rápido y que ese ansiado momento.

—Hijo. —habló mi padre— ¿Estás desocupado?

—Sí, ¿qué sucede?

—¿Puedes llevar a tus hermanos a la guardería? —dijo mientras alzaba a mi media hermana de cuatro años— Yo tengo que ir al trabajo y Fany —nombró a mi madrastra— tiene que cuidar a los bebés.

—Sí, claro. No hay problema. ¿Los llevo a todos?

—No, sólo a ella. —miró a la niña— Leny, tu hermano mayor te llevará. Papá tendrá que trabajar. —acarició su mejilla y acomodó su cabello— Por favor, cuídala. —me la dio.

—Sí, sí. No hay problema, viejo. —agarré a la niña— Confía en mí. En su hermanito mayor.

—Eso espero.

...

—Quiero comer. —dijo la niña mientras estaba sobre mis brazos.

—Ya llegamos. —respondí mientras caminaba hacia la guardería— ¿Helado?

—Helado.

—Esa es mi hermana. Te crié bien, más bien te criaron bien.

Dejé a mi hermana en la guardería y al salir me encontré con Yoongi, estaba junto a una chica pelirroja sosteniendo a un niño de la mano.

Ah no.

—¿Yoongi? —llamé su atención.

—Pero tenía que encontrarme contigo. —respondió— En todos lados te encuentro, pareces Dios.

—El poder del amor, viste. —sonreí— ¿Y qué haces... aquí? ¿Acaso tienes un hijo, Yoongi? —dije lo primero que se vino en mi mente.

—rió— No, no, no. Ni si quiera lo pienses, vaquero. Sólo vine a traer a mi primo.

Qué alivio.

—Aaah...

La chica que estaba a su lado se había ido cuando me acerqué a ellos, pero no me importó, ya que quedé sólo con él.

—¿La chica que estaba junto a ti quién es? —pregunté directo.

—¿Te importa? —dijo indiferente.

—Por algo te estoy preguntando.

—Sí, es mi novia.

—Oh —tragué seco—.

Eso no me lo esperaba. Qué mierda, idiota. Me besaste, luego me rechazaste por ser hombre, y ahora sales con que tiene una maldita novia oxigenada.

Ida y vuelta contigo, Yoongi.

Algún día me enloquecerás.

—rió— Mentira, Jimin. Ella no es mi novia. Ella es la madre de mi primo, es una tía.

—¿Me estabas jodiendo, idiota?

—Sólo una broma.

Sonreí para no llorar.

—No parece tu tía.

—Se embarazó a los quince.

—Oh, no lo sabía.

—Pero siguió adelante.

—Qué raro. O sea...

Comencé a imaginar el árbol de la familia Min.

—Ni te gastes en imaginar mi árbol de familia, Jimin. Porque te vas a enredar, es muy complicado entrar a mi familia.

—Me leíste la mente, Yoongi.

—Obvio. Yo sé todo. Ah, se la re creía. ¿Y tú?

—¿Y yo qué?

—Y-Y... P-Porque... ¿Por qué estás aquí? No sé si preguntar.

—Vine a traer a mi media hermana de cuatro años, normal.

—Ah —suspiró—. Pensé que era tu hija.

—¿Mi hija? —lo miré confundido— ¿Por qué dices eso, Yoongi?

—La niña se parecía demasiado a ti. Ya vi cuando estaba entrando a la guardería. —bajó su mirada— Ehm... Deja, ni tendría que preguntar.

—¿Quieres seguir hablando en el medio del patio de una guardería o salir por ahí?

—¿Qué estás insinuando?

—Que vayámonos a otro lugar... Vamos, Yoongi. Salgamos por dónde le viento nos lleve mientras charlamos, ¿sí o no?

—Pero....

—''Pero'', estoy harto de tus peros, de tus idas y vueltas. Di que sí y quedamos los dos con el pan y con la torta.

—Qué insistente eres, Park.

—¿Sí o no, Yoongi?

—Diré que sí, para que dejes de joder.

—Algún día te voy a joder duro.

—Awuantia, pito corto.

—¿Quieres ver lo tan pito corto que soy?

—Gracias.