CAPÍTULO XL: EL ORGULLO DE UN DRAKON

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Ryu y Braiden avanzan, cada uno elige una de las puertas que los llevarán hasta sus oponentes, aquellos pasillos eran oscuros pero cuando ambos salen a sus distintos salones hay una persona esperando a cada uno.

-Bienvenido a tu muerte -dicen ambos a unísono.

Ahí estaba Braiden observando a un hombre sentado en un trono, aquel hombre con finas ropas y mirada más fría que un tempano de hielo no era más que Giorgiano Laringetti, él era el que tenía en su poder el Manto de Turín el cual era el método de revivir a Chloe y esto Braiden lo sabía muy bien.

-Te esperaba, Dragón de la Destrucción -dice aquel hombre sin cambiar en lo más mínimo la expresión de su rostro. Braiden por su parte inhala y luego exhala preparándose para lo que sería la batalla que traería de vuelta o no a su hermana. Es por esto que ha entrenado duro a lo largo de estos años, su objetivo principal y está a una sola batalla de conseguirlo.

-Tú tienes algo que necesito, y por eso te derrotaré. ¡Dragon Force! -él grita a todo pulmón y sin siquiera tener que entonar su cantico entra en su modo Dragon Force. Aquellas escamas en su cuerpo se iluminan al sentir la adrenalina de esta batalla, en solo segundos todo el cuerpo del chico estaba cubierto por prana negro en forma de relámpagos.

Así fue como en un abrir y cerrar de ojos Braiden llega hasta Giorgiano y trata de atinar un golpe en este, pero las cosas no serían tan fáciles. Cuando Braiden lanza su golpe de manera inmediata un círculo mágico de defensa se crea y evita que el Mago reciba algún daño, el ataque de Braiden no había podido traspasar aquel escudo, él continúa lanzando puñetazos y patadas pero aquel escudo no sufre ni el más mínimo daño.

-Es inútil -dice Giorgiano y a su vez del círculo mágico se libera gran cantidad de Poder Mágico que impacta directamente en Braiden-. Ciertamente esperaba más del hijo de Amaru, pero así están las cosas. ¡Ángel de Venaydor (Séptima hora de la noche), ven Mendrion! -tras decir estas palabras se crea un círculo mágico color dorado que ilumina toda la habitación, pronto toda aquella luz se moldea a una pequeña niña de cabello celeste y con ocho alas doradas a su espalda, en sus manos lleva lo que parece ser un báculo-. Ahora, destruye al dragón.

-Como ordene -pronto la niña agita su báculo e incontables círculos mágicos rodean a Braiden por todos los puntos posibles, era imposible evitar aquellos ataques y él lo sabía así que optó por la defensa, sus escamas brillaron mientras su cuerpo emite mucho prana. El ataque de Mendrion se llevó a cabo y dieron de lleno en Braiden el cual se protegía con su prana, pero como ya sabemos al ser un dragón es débil al Poder Angelical, él continúa en pie pero todo su cuerpo humea tras recibir el ataque de Mendrion.

- ¡Gran Rugido del Dragón Negro de la Destrucción! -aquel poderoso ataque fue enviado en contra del ángel, el chico iba con todo pues la importancia de esta batalla era sumamente enorme. Aun así el ataque es bloqueado por el ángel. Aprovechando que Mendrion se encuentra bloqueando la enorme cantidad de prana, la cual azota aquel lugar que con solo su primer ataque comenzaba a caer en pedazos. Así que Braiden aparece tras el ángel y da una patada en la nuca, enviando a Mendrion a sumir su cara en el duro piso de aquel lugar, pero él sabía que se necesita aun más y fulmina con un Puño del Dragón Negro de la Destrucción, destruyendo con este el piso y a su vez derrotando a Mendrion.

-Hará falta más que eso para derrotarme -dice Braiden con determinación.

- ¿En serio? ¡Ángeles de Dansor (Tercer hora del día), de Elechym (Cuarta hora del día) y de Fealech (Quinta hora del día), vengan Vequaniel, Vathmiel y Sasquiel! -tres ángeles aparecen de tres círculos mágicos, el primero ya conocido por lo que pasó con Alisson, el segundo tenía cabello oscuro y dos alas en su espalda, este además porta lo que parece ser un tridente y la última, una mujer de cabello castaño con cuatro alas y unas dagas en sus delicadas manos-. Dragón, hoy será el día que experimentes el mayor dolor de tu vida.

La Profecía de las Estrellas Gemelas: El Retorno de SamaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora