Capítulo 17. Unos aterradores ojos azules

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Lear desearía ser él quien llevase a Sakuya en brazos pero, por su responsabilidad en el "frente" no podía. Al pequeño vampiro lo sostenía Lilly, como si estuviese transportando a una princesa. Watanuki temblaba en brazos del Servamp, retorciéndose de dolor esporádicamente. A pesar de los fármacos que All of Love le había suministrado para paliar todo lo posible su dolor, estos no parecían hacer mucho efecto. Vestido con aquel pijama blanco que parecía de hospital, cuyos pantalones mostraban las vendas de su pierna, Sakuya se les antojaba a todos como un ser en extremo frágil. Incluso Kuro y Licht lo contemplaban con cierta compasión no camuflada. Y a Lear le dolía el corazón al verlo.

Con suma paciencia, en la azotea de un edificio, esperaban a Sharon. Bien por el lugar, bien por la inutilidad del acto, ninguno de los aliados se escondía. Y la mujer no tardó en hacer acto de presencia. Iba enfundada en cuero, con unas medias que se le pegaban a las piernas como víboras hambrientas, y una corta chaqueta que no dejaba ver lo que ocultaba entre ella y el pecho. Llevaba unas botas hasta casi la rodilla, y unos guantes cubrían sus manos. Al igual que Lear, tenía el cabello ondeándole con el viento. Muchos podrían considerar que aquello era incómodo para luchar, sin embargo, ambos preferían hacerlo de esa manera que con una coleta manteniendo presos sus mechones.

-Sharon.

-Lear. Cuánto tiempo sin vernos. ¿Me has echado de menos?

-Tanto como se echa de menos a un catarro. -Masculló el exorcista, adelantándose un par de pasos-. ¿Y el antídoto?

-Aquí está. -Sonriendo con petulancia, Rias alzó un pequeño bote de cristal, en cuyo contenido refulgía un líquido transparente. Lear dirigió su mirada azul hacia Lilly, viendo por el rabillo del ojo cómo el Servamp asentía. Aquel era el verdadero antídoto-. Veo que has hecho buenos amigos. Estás rodeado de vampiros.

-Y lo prefiero a estarlo de fanáticos exorcistas. Dámelo.

-No te encuentras en posición de exigirme nada, Lear. -Sharon jugueteó con el frasco entre sus elegantes dedos, lanzándolo al aire y cogiéndolo al vuelo. El corazón del mestizo dio un vuelco. Tras unos instantes de silencio, ella señaló a Sakuya con un movimiento de cabeza-. ¿De verdad quieres salvar a un ser tan patético?

-Desde tu punto de vista, él puede ser el patético. No obstante, Sharon, déjame decirte que tú lo eres mucho más.

-¿Yo? ¿Qué tendré yo de patética? Soy fuerte e inteligente, la mejor exorcista de Black y, en cuanto a mi padre se le acabe el poco tiempo de vida que le queda, la jefa.

-¿En serio piensas que un hombre que vive anclado en la Edad Media dejará el poder en manos de una mujer? ¿Tan poca historia sabes?

-Soy su única hija, obviamente lo hará. Le guste o no, no tiene otra opción.

-Vaya, ¿y nunca te ha comentado que pretendía hacerme a mí el líder? Tuvimos una conversación muy agradable sobre ese tema hace unos meses, aunque, claro, dudo que siga pensando que soy su mejor opción después de todo lo que ha pasado.

-Mientes.

-No lo hago. Además de tener una mentalidad machista, ese hombre te considera irreflexiva e impulsiva. Y no apta para dirigir Black.

-No hay nadie más apto que yo para ese cargo, no puede arrebatármelo.

-Yo me limito a contarte lo que sé. No es mi problema lo que ese hombre haga o deje de hacer. Ahora, danos el antídoto.

-¿Por qué debería?

-Teníamos un trato.

-¿Y vas a cumplirlo?

Rompiendo lazos [Servamp || OC masculino X Sakuya]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang