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[...]

Me levante con la gran pereza que me caracterizaba, mi cabeza yacía apoyada en su pecho este subia y bajaba a un solo compás. Se veía tan indefenso, tranquilo, relajado y muy pero muy tierno con el cabello despeinado y los labios ligeramente abiertos.

Si esto vería todas las mañanas durante un mes y unos cuantos días, no me molestaría dormir con el todas las noches, esta bien no.
En lugar de estar diciendo estupideces debería estar pensando con la cabeza fría... ¡Vamos! ¿Que es lo que me está pasando?.

Me sobe los ojos y con pasos torpes me dirigí hasta el baño, cerré la puerta tras de mi y después me fui deshaciendo de mi ropa, abrí el caño de agua caliente y después el de agua fría, cuando encontré el punto perfecto entre en la ducha.

Cerré los ojos desconectandome de todo, pero los volví a abrir cuando me di cuenta de que mi shampoo estaba en una de mis maletas, mierda. Cerré el caño y abrí uno de los cajones de arriba, habían varias toallas agarre una blanca.

Esta era muy chica pero a estas alturas no importaba, la enrolle en mi cuerpo y salí del baño.

Cameron estaba sentando al filo de la cama sobandose los ojos supongo que recién se había despertado de hecho todavía no me había visto. Camine en puntillas hasta al otro extremo y abrí una maleta y si tuve suerte... mi shampoo estaba ahí, lo tomé junto a una blusa y un short, también ropa interior, después camine de vuelta al baño.

- ¿No vas a saludarme? - me di la vuelta, mirandolo y sonreí tímidamente.

- Ah ¿si? - moví mi mano en forma de saludo, mientras que fruncia el ceño.

- No, así no amor - susurró en un tierno regaño.

Alto.

Alto.

Alto.

¿El me había dicho amor?

Nunca nadie en mi vida me había dicho así, ni mi padre ¿Como debía tomarlo?.

- No entiendo ¿Entonces como? - pregunte desentendida, aun me costaba asimilar aquella palabra.

- Así - fue rápido, se acercó a mi y beso suavemente mis labios, cerre los ojos por el contacto, el si que besaba muy pero muy bien, no se comparaba en nada con Adam.

Se que no debería siquiera compararlo pero se me es inevitable.

- Me tengo que ir a bañar - solté separandome de el.

-Ya sabes podemos bañarn..- lo corte al instante negando.

-No, yo creo que todavía hay agua para rato - espete riendo y entre sin más a la ducha.

Cuando termine de ducharme me cambie ahí, abrí la puerta mientras me secaba el cabello con una toalla, cuando sali me tope con el viendo televisión me heche a su lado y lo abrace por la espalda besándo su hombro.

- ¿Como que hoy te has despertado muy cariñosa? ¿No? - me pregunto, negué riendo.

- Si, así que no hagas nada malo que haga que esto cambie - solté despeinando su castaño cabello el cual estaba mojado ¿A que hora se había bañado?.

- ¿En donde te bañaste? - pregunte mientras arreglaba un poco su cabello.

- En la ducha de abajo, quería esperarte pero amor ¡Te demoras demasiado! - fingí indignación, el soltó una carcajada - Se que quieres ponerte linda para mi, pero cariño no es necesario.

Solté una sonora carajada.

- ¡Que chistoso!, bueno... yo que estaba considerando la idea de que podríamos ahorrar agua juntos, pero ya veo que te gusta más la ducha de abajo - solté fingiendo estar apenada.

- No, no no la ducha de acá es muchísimo mejor y sobre todo contigo dentro.

- Piensa con esto y no esto - dije señalando su cabeza y luego su entrepierna.

El arqueo una ceja.

- Se me es imposible teniendote cerca - musito abrazándome, ¡Vamos podría acostumbrarme a eso!.

- Ay Cameron - gimotee rendida.

- Se ven muy tiernos juntos, espero y no la malogres Cameron - me parecio escuchar la voz de Aaron, voltee y lo vi en la puerta parado, reí ante sus palabras.

- No, eso nunca - Cameron nego, de hecho el no lo iba a hacer, si no yo.

Aun no me había puesto a pensar en como terminaria todo esto... de hecho nunca había pasado por mi mente, lo único pensaba era: Abigail volverá conmigo... eso es todo lo que importa, si lástimo a alguien durante el transcurso de ese tiempo no importa.

¡Vamos! lo único que importa es que dentro de un mes y unos cuantos días tendré el dinero suficiente como para mudarme con Abigail fuera del país y vivir una vida tranquila, como la que yo solo en sueños pudiese vivir eso es lo unico que importa.

No amo a Cameron, el no me importa... ¿Oh si?

Tampoco quiero a Matthew... ¿Oh me equivoco?

No le tengo aprecio a Aaron... ¿Oh acaso no es así?

Estoy tan confundida, sigo manteniendo y fortaleciéndo una relación con ellos sabiendo que a cualquier altura en cualquier momento voy a hacer de su vida un jodido infierno, voy a desaparecer su alegría y la voy a remplazar por pura amargura y dolor.

¿Y para que mentir? Se que en algún momento se darán cuenta de la mala persona que soy y van a llegar a odiarme sobre todo Cameron y Matthew... pero se que en ese momento no estare ahí para que me lo hechen en cara, no estaré ahí y no lograrán que sienta ni el más mínimo remordimiento.

Y se que aunque me duela, ya no hay vuelta atrás, todo en mi vida es un desastre menos mi pequeña hermana... odio mi vida odio hacerle daño a los demás.

Si naci en este mundo para causar solo daño sería mejor no haberlo hecho.

- ¿Te sucede algo? - escuche la voz de Cameron hablarme, me sequé rápidamente los ojos no puedo creer que había empezado a lágrimear, más patética no podría ser.

- ¿Jane? - la voz de Aaron vino seguida de la suya, al ver que yo no respondía.

- Estoy bien no se preocupen.

- ¿Estas segura? - Cameron estaba preocupado, lo notaba por la forma en la que me miraba.

- Solo estoy preocupada por la operación, es solo eso - el asintió y me dio un leve abrazaso reconfortante.

- Todo va a salir bien, no te pongas así amor - dijo mientras me acariciaba el cabello y besaba mi frente, por un momento logró tranquilizarme.

Me sentí bien estado ahí, entre sus brazos.

- Bueno los dejo solos - dijo Aaron un poco incómodo mientras que salía de la habitación, me había olvidado que el estaba ahí.

Di leve suspiro.

DAÑARTE |C.D|™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora