Un segundo y todo cambia

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El martes en la tarde viví una situación estresante y traumática, nada presagiaba que algo así fuera a ocurrir, era un día como cualquier otro, estaba esperando a alguien cuando escucho voces fuera, veo por la mirilla y eran dos ancianos, unos viejitos, escuché que andaban buscando un médico, lisillanamente estaban desorientados, pero pensé que buscaban al doctor que está a cuatro puertas de donde estaban por lo que me dije "lo van a encontrar", a los cinco minutos tocan a mi puerta, abro la puerta pensando que eran ellos pero no, era un joven que me preguntó por un médico, le dije cuatro puertas más allá, salí para señalarle la puerta y frente a la puerta del médico estaban los dos ancianos, la viejita tirada en el piso, corrí dejando mi puerta abierta y fui de inmediato a verla, la llamé y no reaccionaba, el joven le tocó la puerta al doctor, abrió su secretaria y le solicitamos ayuda, le tomé el pulso a la señora y era muy leve, el médico le palmeó la cara pero no reaccionaba, le puse los dedos cerca de la nariz y no estaba respirando, inmediatamente el doctor le hizo RCP, la secretaria también sabía, yo también sé hacerlo y me quedé ahí por si alguno de ellos se cansaba, me sorprendí de que no se me ocurriera de inmediato llamar una ambulancia, fueron dos minutos perdidos, corrí a buscar el teléfono, llamé y mandaron la ambulancia, por mientras ellos seguían haciéndole RCP, el anciano decía: por Dios, es que las piernecitas no la aguantaron, veníamos a ver al doctor, ella tiene hipertensión, le costaba respirar. Se me partió el alma escucharlo y ver su cara de afligido, como retorcía las manos y se secaba el sudor de la frente, por mientras los minutos pasaban y cada vez era más angustiante, la señora no reaccionaba, tenía sus ojitos abiertos, yo pedía a Dios que despertara, suplicaba dentro de mí que fuera una anécdota, algo que contar: el otro día una abuelita se desmayó y le hicieron RCP y al rato despertó, eso quería contar, eso quería creer, pero la historia fue otra, luego de veinte minutos, le pusimos luz sobre sus ojitos y ya no tenía reflejo pupilar, es el último reflejo antes de morir, seguían con el RCP con la esperanza de que reaccionara, llegó otro médico con un estetoscopio, le tomó el pulso y la declaró muerta, ahí quedó la señora en medio del pasillo fallecida antes de llegar a ver al médico, antes de hacerse su examen del corazón, yo miré al anciano y su mirada era de incredulidad, lo más probable es que estuviera pensando: pero si hace unos momentos estábamos conversando, pero si hace sólo unos minutos estábamos por ir al doctor, ¿qué fue lo último que le dije?... ese tipo de cosas que uno piensa, el anciano tenía que llamar a su hija, llegaron las carabineros antes que la ambulancia. Yo me entré, ya no tenía nada que hacer, una persona falleció frente a mis ojos y me sentí inútil. No me quedé a ver el resto del proceso pero lo escuché, escuché los gritos desgarradores de su hija cuando llegó, el típico, ¡¿por qué?, ¿por qué?!, ese que no tiene respuesta, lloré de angustia, me puse en su lugar, si mis padres, mi pareja o mis amigos murieran y sentí dolor, una dolor profundo que me estrujaba el corazón.
La vida es frágil, se va en un segundo, no pierdan el tiempo enojados con sus seres queridos, piensen siempre que lo que les dicen será lo último que escucharán, ojalá sea un te amo, un te quiero, porque si es así no se arrepentirán.
Un abrazo y los quiero...

KarorakaoWhere stories live. Discover now