Un miércoles 8 de Noviembre 2017 partió mi bebé al cielo, mi hermosa perrhija de 14 años falleció sin siquiera poder despedirme, fue rápido, el día anterior estaba con ella almorzando y la intenté agarrar y se arrancó, quería quedarse en la casa de mis papás, de sus abuelos que la mimaban mucho, cometí el error de dejarla allá, aún me preguntó "¿por qué mierda no me la traje a casa?, ¿por qué no le di un besito y un abrazo?, ¿por qué no me levanté a verla en la madrugada al veterinario?. Eran las 5:30 am cuando mis padres me dijeron que estaban con Liu en el veterinario porque estaba con mucha diarrea, estuvo estítica como por 4 días, querían mi autorización para dejarla hospitalizada, obviamente di mi autorización, y tuve el presentimiento de que tenía que ir, pero esa maldita cosa de que mañana tengo que rendir, me había quedado dormida a las 3:45 am, y si no dormía iba a andar zombie, mi plan era ir antes de las ocho pero ella falleció a las 6:00, cuando la fui a buscar su cuerpecito ya estaba duro, mis papás no me quisieron decir de inmediato que había fallecido, tenían temor de mi reacción, estaban muy preocupados, mi pareja también sabía y tampoco me llamó, mi papá me llamó a las 8:00 y mi primera reacción fue temblar, mi boca se secó, y mis ojos se inundaron, mi voz tiritaba pero aunque no lo crean no lloré, sólo tenía un maldito remordimiento por no haber ido de inmediato, por no haberla ido a buscar en la tarde, por haberme dejado estar y no haberme despedido. Mi mamá me dijo que no repitiera eso, que ella estaba muy arrepentida de no haberme despertado antes, obviamente no lo repetí porque ella se sentía culpable de no haberme avisado antes porque sabía que al otro día debía rendir, no podía faltar, muchas personas dependen de mí, si falto crearía muchos problemas, bueno al final igual me tuve que retirar.
Recuerdo verla tiradita en jaula con el hociquito abierto y la lengüita salida y media morada, sus ojitos semiabiertos estaban nublados, definitivamente no había vida en ellos, se fue antes de que pudiera despedirme, me abandonó sin siquiera decir adiós, sin un último beso, sin un último lengüetazo... la tomé en brazos envuelta en un chal, la abracé y pegué mi nariz en su pelaje, le hacía cariño a un cuerpo sin vida, gélido y petrificado, pero era mi forma de decir adiós, era mi último contacto con su cuerpecito, con su alma no me pude despedir, por lo menos con su cuerpo podía demostrarle todo mi amor y decirle hasta pronto.
La abracé todo el tiempo hasta que llegamos a mi casa, mi calor inundó su cuerpo y estaba tibia cuando mi papá la vino a buscar para ir a enterrarla, yo no me sentía capaz de ir, no podía ir, me la arrebató de mis brazos y por fin pude llorar, no sé si les he contado pero las lágrimas son muy esquivas conmigo, cuando me emociono sólo caen dos gotas y luego mis ojos se secan. Esa vez lloré como tres minutos y luego se cortó la llave, me acosté y me quedé mirando videos de ella, era tan linda, tenía una personalidad tan divertida, era mañosa, tierna, "regalona" ( es una expresión chilena ), tan territorial, era malas pulgas, alegaba por todo pero se portaba excelente, fue una luchadora, a pesar de su invalidez ella seguía viviendo contenta, se esforzaba por caminar, le gustaba ladrarle a otros perros, se creía matona, se juraba pitbull, ella mi princesa había desaparecido de mi vida, se creó un vacío en mi casa, un vacío profundo, no había luz, no sé como explicarlo bien pero mi hogar ya no era tal sólo era un departamento, nada más.
Siempre veo sus fotos, siempre veo sus videos y la recuerdo con mi pareja...
Pasa cualquier cosa y le pregunto:
¿Cómo habría reaccionado la Liu?... él me responde: alegando obviamente.
O cuando tocan el timbre, miro hacia atrás imaginando que está ahí ladrando.
Cuando voy a la cocina miro la puerta porque ella siempre llegaba ahí arrastrándose y me miraba desde la puerta.
Cuando me voy a acostar recuerdo cuando ella alegaba porque no me iba a acostar nunca y ladraba hasta que la tomaba en brazos la acostaba en la cama y yo me metía bajo las frazadas, ahí recién se quedaba tranquila. Recuerdo en las noches que tenía que tener cuidado de no moverme mucho porque o si no la podía patear, incluso al principio ponía un almohadón pesado en mis pies para sentir en sueños que ella aún estaba ahí.
Ese fue uno de los motivos por los cuales estuve inactiva tanto tiempo, ella me acompañaba cuando estudiaba, cuando escribía y si empezaba a escribir miraba hacia el lado y ella no estaba, me dolía y duele demasiado. Mi bebé partió, mi bebé se fue, mi princesa desapareció de mi vida, dejó tristeza pero también hermosos recuerdos y al rememorarlos sonrío, ella fue mi ángel que me ayudó cuando tuve depresión, no estar depre o triste si no cuando estuve enferma y con ganas de desaparecer de este mundo, ella llegó y me salvó, obviamente tb tratamiento, ya que es una enfermedad es necesario tratarse con los médicos especialistas en ello.
Liu te amo mi bebé, te extraño, jamás te podré reemplazar, sólo decirte:
Adiós mi vida, gracias por todo lo que me diste, gracias por tu compañía, gracias por el amor incondicional... bueno no tanto, la comida era tu debilidad... y hasta pronto... nos reencontraremos cuando sea el momento.
