Agente Shao _Libro 1

Cap_94 (R) Final

Ross

--¿Qué sucede? - había preguntado yo al entrar en la zona de pruebas.
Me había encontrado con Shao sobre las rodillas con su rostro contraído.
Detrás de las dos mesas de pruebas estaba su mano derecha con un rostro lleno de preocupación. El chico de cabello castaño y ojos tan negros como la noche me miro durante unos segundos antes de seguir con cualquier cosa que estuviera haciendo. Sus manos se movieron con rapidez de un lado a otro, pulsando miles de botones.
Corrió de un lado a otro y fue entonces cuando me percaté de que hacía unas puertas metálicas alrededor de Shao que se movían lentamente mientras que su cuerpo temblaba.
Un grito proveniente de ella hizo que se me pusiera el bello de punta y mi corazón de pronto casi se muere de un infarto.
--¡No!- grite y fui a correr hacia ella. Necesitaba salvarla de lo que fuera que tuvieran abrazarla y matar a cualquiera que se atreviera a hacerle daño.
--¡Deténgase!- el chico de nombre Carl me grito y unas manos me agarraron por detrás.
--¿Qué coño le estás haciendo maldito imbécil?- forcejee inútilmente mientras que el agente tan grande como un gorila me levantaba y me arrastraba hacia un lado.
--No se preocupe- el chico sonó súper tranquilo.
--!Suéltala!- volví a gritar- ¡Juro que te mato maldito hijo de puta!
Un pitido se oyó a lo lejos o quizás estaba cerca, mi mente era incapaz de procesar esa información. Tan solo que de pronto me aterrorizo más. Como si fuera la motorización de un corazón.
Y otro pitido.
Otro más
Pausado.
Lento
Extraño.
--¡Shao!- grite y conseguí deshacerme de los brazos de aquel tipo para volver a correr hacia ella.
Un grito me rasgó por dentro y aquel pitido se intensificó de pronto Indonesia la habitación por ese extraño ruido.
Hasta que paro.
Y el silencio invadió el lugar que solo desaprecio con el choque de mis botas contra el suelo.
Shao cayo sobre el blanco mármol sin que pudiera haber llegado a tiempo. Su cuerpo choco con violencia y algo dentro de mí se rompió.
La adrenalina.
La furia.
El odio

Todos esos sentimientos se estaban apoderando de mí y solo esperaba una cosa.
Que siguiera viva.
Me dejé caer a su lado y le agarre el rostro entre mis manos.
--¡Por favor Shao!- suplique mientras observaba como un hilo de sangre le salía de la nariz- Te lo suplico.
--Estupendo- oí la voz de un chico - es la segunda vez que se jode- sonó indignado como si aquello fuera un simple juego.
-Maldito hijo de puta- me levante y fui enfilado hacia Carl que de pronto palideció y empezó a temblar- ¡Te voy a matar !
--Por favor no se equivoque... yo...- ya me quedaban tan solo algunos metros para alcanzar y mi puño estaba pidiendo golpear su rostro hasta hacerlo sangrar.
--Ross- la voz de Shao se oyó en la habitación cuando le lance el primer puñetazo al chico derivándolo al suelo. Antes de tirarme sobre el gire para buscarla a ella.
Estaba viva.
Y mi corazón volvía a latir.
--¿Cielo?- pregunté aún incrédulo.
--¿Qué haces aquí?
"-¿Qué?"
¿Whsjsks?
Agarre al chico por la bata blanca y de nuevo lo golpee.
--¿Estás con ellos he?- pregunté lleno de furia- ¿Dónde están esos malditos?
--Ross- unas manos de pronto me rodearon los hombros y su característico olor me llenó las fosas nasales- Por favor suéltalo.
--Pero....
--Por favor- me pidió y a regañadientes lo hice.
--¿Qué?
--Es un experimento.
Mi cara de gilipollas debía de ser para hacer una linda foto y enmarcar.
"-¿Experimento?"
"Casi la acabo de ver morir y lo llama experimento?
"Me cago en todo"
-- Respira - me pidió y se colocó delante de mí- no ha pasado nada.
Su voz sonaba dulce, como siempre y esos ojos buscaron los míos para llenarme de paz.
El pequeño hilo de sangre ahora yacia restregado sobre un lado de su rostro dándole un toque sensual y desagradable a la vez.
--Shao....
--No te preocupes amor, todo está controlado.

En la actualidad.

Aquella última vez que lo habían intentado casi muere y no se atrevió a decírmelo. Tuve que amenazar a Carl para obtener más información.
"--No sucede nada- había dicho"
No me lo creí.
Y ahora de nuevo me la encontraba de rodillas gritando de dolor y todo mi cuerpo se revolucionaba.
Esta vez no era un experimento.
Era real.
-¡Ahora!- la oí gritar y supe a lo que se refería. Si aquellos imanes iban a ser activados a su total potencia tenía la certeza de que no iba a salir de aquello.
No después de lo que me contó Carl.
Los imanes extraerían las pequeñas partículas de hierro que ella tenía en su cuerpo y eso sólo conseguiría descomponer su cuerpo.
La mataría.
Todas las bestias también se encontraban en el suelo rabiando y gritando de dolor. Pero solo podía ver una cosa.
A Arel apuntado a Shao con la pistola.