thanks hormones ; taekook

2O

Taehyung

Con mis brazos sujetando el no tan frágil cuerpo de Jungkook, escuchando su tranquila respiración. Acomodé mejor mi cabeza en su estómago, escuchando un quejido de su parte siendo ignorado. Su piel contra mi mejilla, sintiendo aquella tan cómoda y linda suavidad parecida a la de una seda. Perdiendo mis pensamientos en la calidez, bajo las sábanas, abrazado a la persona que amo.

— Tae... — su voz tranquilizadora, acariciando mi cabello con su delicada mano — Despierta, ya es de mediodía. — susurró.

— Les dije a mis padres que me quedaba a dormir en la casa de un amigo. — cerré con más fuerza mis ojos, evitando que la molesta luz me hiciera levantar del cómodo colchón.

— No es por eso estúpido. — rio, — Tengo que cocinar, — seguía con fuerza abrazándolo de las caderas. — necesito ir al baño, hyung. — su voz infantil me hizo sonreír de ternura, la velocidad con la que iba mi corazón no era normal, cómo el amor que le tenía a este niño.

— No hables inocente. — protesté, levantando mi cabeza para mostrarle una de mis típicas sonrisas geométricas que hacían sus mejillas rosadas. Volví pegar mi mejilla a su cadera. — Tú y yo sabemos que no eres tan inocente cómo haces parecer. — pasé mi nariz por su sedosa piel. — Con recordar lo de ayer, me caliento. — La respiración de Jungkook dejó de hacerse presente para mí, — Mierda, ¿lo dije en voz alta? — mordí mis labios de la vergüenza.

— Sí. — con mi oreja pegada a su estómago, escuché el extraño sonido de cómo pasaba saliva. Me separé de su cuerpo para poder quedar a su lado, abrazando su cintura con mis piernas y dejando su cabeza en mi pecho. — Sigo con ganas de mear. — confesó, mordiendo la piel de mi pecho y luego succionando.

— Hey, — sobé su cabello. — ¿Por qué me sigues dejando hematomas? Luego me hacen un interrogatorio.

— Ayer todas las chicas te veían. — hizo un adorable puchero — Me molesta que te miren mucho. — enarcó sus cejas e infló sus mejillas.

— Pareces un conejo, — retiró aquella linda imagen para abrir sus ojos como platos — uno tierno y sólo mío. — besé la punta de su nariz y me acerqué, lo más que pude, a su oreja — ¿Y cómo estás tan seguro que sólo me miraban a mí? — volvió a pasar saliva — Escuché a más de una chica hablar sobre mi lindo novio, estoy enojado, bebé. — mordí delicadamente su lóbulo, para alejarme y ver cómo mordía su labio inferior.

Me acomodé de mejor manera en el colchón, dejando mis brazos atrás de mi cabeza mientras los marrones ojos de Jungkook estaban clavados en mis labios. — Además, dudo que alguien haga mejores mamadas que tú. — anteriormente, no me habían hecho nada, ni tocado una pierna desnuda. Decir que era el mejor haciéndolas, era algo estúpido ya que, bueno, fue la primera. Pero vamos, nunca me sentí tan bien en mi vida.

— Ya cállate, hyung. — rio para ocultar su cabeza en mi pecho.

— Es que, joder, eres muy bueno. ¿Era verdad eso de que tenías experiencia? — sonreí, colocando mi mano en sus cabellos.

No obtuve respuesta, sólo silencio.

— ¿Kook? — nada — ¿Acaso ya hiciste una? — traté de sentarme, haciendo que el menor copiara mi acción y mirara un punto fijo en la nada misma. — Jungkook. — me molestaba que se mordiera el labio y clavara sus ojos en quien sabe dónde. Respiré profundo y sujeté sus muñecas, pegándolas al colchón y colocándome encima suyo. —Mírame. — los orbes del menor se expandieron, mi voz salió más grave de lo debido.