Eleanor Calder

Cena con los chicos.

Salí de la ducha más relajada de lo que entré. Me sequé bien con la toalla y me vestí lo más rápido posible cambiando, en el último momento, la blusa blanca por una camiseta que Ella había comprado para mi cumpleaños. Decidí cambiar mi usual perfume de Chanel por uno de Loewe.

-Ya estoy chicos.

-Yo de mayor quiero ser como tú-anunció Charlotte.

Reí, y recogí la Play mientras Louis se ponía su cazadora.

Puse la alarma en cuanto salimos de casa y me monté en el lado copiloto del coche de Louis mientras que Lottie se sentó en el asiento del medio de la parte trasera.

Los chicos habían quedado una manzana antes del restaurante para llegar todos a la vez.

Zayn, Niall y Harry habían venido en uno de los coches que tenían para camuflarse.

Liam y Danielle, en el audi de esta junto con Félicité.

Y nosotros tres en el Range Rover negro de Louis.

Chocaron los puños con Louis en cuanto me vieron bajar del coche y me abrazaron cariñosamente.

Danielle y Liam se agarraron de la cintura; Lottie y Fizzy empezaron a hablar del viaje hasta aquí; Niall y Zayn hablaban del Factor X y a Harry lo llamaron por teléfono.

Louis agarró mi mano y entrelazó sus dedos con los míos mientras que, pillándome desprevenida, agarró mi cara con su mano libre girándola hacia el y dándome un tierno beso.

-Yo también moría de ganas por besarte-susurró en mi oído.

Me sonrojé ante la idea de que Charlotte se lo hubiese contado pero acaricié mis labios como si los suyos siguiesen ahí puestos sobre los míos. Un cosquilleo me recorrió los labios deseando otro de sus besos cuando su mano apretó la mia al ver a todos esos paparazzi a la puerta del restaurante.

-Tan solo sonrieles y no te tomarán cómo una amenaza.

Pero en vez de sonreirle a las cámaras, agaché mi cabeza e intenté cubrirme con mi brazo.

Creo que estuvimos dentro de aquel restaurante cerca de tres horas, riendo de cualquier cosa y pasándolo bien. Los chicos me gastaron un montón de bromas a las que incluso Danielle reía.

La salida fue más relajada, aunque volví a agachar mi cabeza, salí más libre, me daba igual lo que la gente pensase, yo quería a este hombre con locura.

-Creo que Lottie se ha dormido.

Louis miró a la parte de atrás de su coche desde el asiento del copiloto, había decidido conducir yo.

-Si, será un poco difícil despertarla.

Puso la radio pero yo la cambié a uno de sus discos que en el camino de ida, había encontrado en la guantera.

-Esto está mucho mejor.

-Eleanor, ahora que Charlotte está dormida, yo quería decirte una cosa.

-Soy toda oídos.

-Quiero ir despacio contigo, me gustas, para que negar algo obvio pero no quiero fastidiarlo como ya lo he hecho. Te advierto que mi mundo no es fácil, es un mundo de fama en el que todo el mundo es bipolar: ahora te quieren, ahora te odian. Te deseo en ese mundo, te quiero en mi mundo.

Miré a la carretera fijamente, pestañeando varias veces intentando pensar en una respuesta coherente pero nada salió de mi boca.

-Solo quiero que si entras en este mundo, no permitiré que salgas. Me haces mucha falta.