La Lista de Clary [Editada]

Capítulo 13: Juegos y Alcohólicos Anónimos (editado)

—I just wanna feel your body right next to mine. All night long, baby slow down the song.— cantaba a todo pulmón en mi cuarto cuando de repente la puerta se abre y un sorprendido pero divertido Tomy entra.

—Vaya cariño, no pensaba que me deseabas tanto.— dijo él refiriéndose al significado de la canción.

—Jódete Tom.— gruñí y me saqué mis audífonos de los oídos.

—Sí, ya. No me acordaba de que con groserías y golpes es de la única forma que sabes demostrar tu amor.— se acercó y se sentó en el borde de la cama —Y también haciendo sufrir a los demás.

Eso me paralizó. Obviamente él lo dijo en forma bromista pero aún así, que te dijeran eso dolía. Solté una sonrisita nerviosa con la cabeza gacha, pero no contesté a su comentario.

Al parecer me había perdido en mis pensamientos del pasado porque cuando volví a la realidad Tomy estaba parado frente a mí, sosteniendo mi libro de "El Club De Los Corazones Solitarios" esperando a la respuesta de una pregunta que yo no había escuchado.

—Perdón. ¿Qué dijiste?— tuve que parpadear un poco para adentrarme en el presente.

—¿El Club De Los Corazones Solitarios? ¿En serio, Clary?— preguntó él, moviendo un poco el libro en sus manos. Yo me encogí de hombros y lo miré inocentemente.

—¿Qué tiene de malo? A mí me gusta. Penny Lane es divertida y tengo un ligero sentimiento de personalidad con ella.

—Wow, tienes unos ojos increíbles.— puso el libro de vuelta a mi escritorio, olvidándose por completo del reclamo que me estaba haciendo, y sin apartar la vista de mi se sentó en la cama muy cerca de donde yo estaba —Sé que los veo casi a diario pero hoy están de un impresionante azul mar, es como si irradiaras brillo de ellos.

Parpadeé un par de veces sorprendida. Ya me habían dicho antes lo hermosos que son mis ojos, elogios de parte mis amigas y de mis familiares, pero que te lo dijera un chico era totalmente diferente, se sentía tan... ¿tierno? ¿Bonito? ¿Extraño?

—¿Me dejas sacarte una foto? Sabes lo idiotizado que soy con los bellos paisajes y éste definitivamente es uno.

Sonreí como boba ante su piropo. Es un piropo tonto, lo sé, pero igual me pone toda vergonzosa. Asentí y él salió disparado escaleras abajo para, de seguro, buscar su cámara.

A Tomy le gusta tirar fotos, y son tan hermosas. Siempre capta los mejores momentos, a un niño despreocupado jugando con su pelota, el atardecer con nubes rosas, personas caminando despreocupadamente, enamorados tomados de la mano y sonriéndose en un parque, y en cada imagen es como si contara una historia.

Siempre le quedan perfectas y una que otras veces las vende para ganar dinero o si no hace una sesión de fotos para algunas modelos en una compañía cuando necesitan un reemplazo.

El susodicho apareció por la puerta de mi cuarto, entrando con su cámara Nikon D5100 en mano.

—Bien, ahora posa para mí tan relajadamente como te sea posible.— me mordí mi labio inferior con un poco de vergüenza, no sabiendo qué hacer. Justo cuando hice esa acción él había llevado su cámara al frente y con un click proveniente de la cámara supe que había tirado una foto —Anda, no seas tímida, que al menos no te estoy pidiendo que poses para mí desnuda.— se irguió un poco y puso un dedo en su mentón en forma pensativa —Aunque... no me caería mal que lo hicieras.

Le tiré una almohada que llegó directamente a su cara y él sólo se rió en su lugar.

—Pervertido.— le dije, tratando de disimular mi risa.