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Así que, Jake, ¿Cómo va la cosecha de heno este año?- Preguntó papá intentando
entablar conversación.Bien, supongo.- Jake parecía inseguro incluso sobre esa simple respuesta,
probablemente porque él estaba sobre el terreno, bajo la inspección de mis padres.
-Yo estaría feliz de mostrarte un poco del pesticida, libre de sustancias químicas que
usamos, si estás interesado.-
-Papá- Interrumpí. -Lo prometiste. Sin discursos medioambientales.- ¿Por qué se
habían empeñado mis padres en cenar con Jake, de todos modos? Ellos estarían al
tanto del espacio personal y el aprendizaje de la autonomía- hasta que eso me
implicase a mí saliendo con un chico. Entonces de repente ellos habían ido al Séptimo
Cielo, insistiendo que Jake cenase con nosotros, aun cuando él había crecido justo
abajo del camino y entregaba el heno en nuestra casa, cada pocas semanas. Era
totalmente torpe. Y el hecho que Lucius estuviese de un humor de perros no ayudaba.
-¿Más leche de soja?- Ofreció Mamá. Jake levantó una mano, demasiado deprisa.
-No gracias.-
-Está buena cuando le coges el gusto.- Me compadecí.
-Uh, sí. Supongo que estoy acostumbrado a la leche normal.-
-Que explota a las vacas- Añadió papá, pinchando un tenedor en la dirección de Jake.
-Pobres animales, alineados en hilera, sus pezones conectados al frío metal. ¿Pezones?
-Papá, por favor. No digas esa palabra.
-¿Qué?- Mi padre sacudió sus manos, con inocencia. -Jake vive en una granja. Estoy
seguro que él está familiarizado con los pezones de una vaca.-
Cada gota de sangre de mi cuerpo se precipitó a mi cara. Dejar que papá hablase de
la anatomía personal de una vaca durante mi primera cena con Jake y luego acusarlo
de estar 'familiarizado' con el equivalente bovino de pechos. Como si Jake fuese a la
segunda base con la ganadería o algo. Eché un vistazo a Lucius, esperándolo sonreír
con satisfacción, pero él simplemente picó en su ensalada, examinando uno de los
tomates estimados cherris de Papá, como si fueran una forma de vida extraterrestre
que de algún modo, se había quedado pegada durante el final de su tenedor.
-Ned- Intervino Mamá. -Quizás deberíamos cambiar de tema.- Experimenté un ligero
momento de alivio, hasta que mi madre se volvió hacia Jake y dijo -Tengo entendido
que estáis leyendo Moby Dick en vuestra clase de Literatura.-
-Urn. Sí.-
-Me gustaba aquel libro, cuando yo tenía vuestra edad- Dijo Mamá. -La idea de una
aventura en el mar. Y tanta provocación al pensamiento. ¿Qué debemos hacer con laballena blanca? ¿Qué, en última instancia, simboliza esto?- Reflexionó ella, todavía
dirigiéndose a Jake- ¿Dios, naturaleza, maldad, o ello es simplemente un símbolo de
Ahab muy franco, o el orgullo muy humano?-
Hubo un momento de silencio mientras el pobre Jake trató de pensar en una respuesta
a la pregunta de mi madre, que, según la mirada en su cara, era tan digestible como la
leche de soja.
-¿Um… todas esas cosas?- Se aventuró finalmente Jake.
-Sólo estamos leyendo la versión abreviada- Indiqué tontamente. Estaba acostumbrada
a la vida con un profesor allí que era por lo general algún tipo de concurso en la cena,
pero ¿Tenía Mamá que atormentar a Jake? Tal vez ellos recortan algunas metáforas.
-La ballena representa las fuerzas ocultas de la destrucción, a la cual le costó mucho
tiempo para abrirse un camino hacia la superficie, de un mundo satisfactorio- Lucius
rompió el silencio, hablando por primera vez, haciendo que todas las cabezas se
girasen en su dirección.
-¿Huh?- Soltó Jake, claramente confundido. Entonces él se encogió y me echó un
vistazo vergonzoso.
-Me gusta la ballena- Añadió Lucius con tristeza, todavía mirando fijamente su plato.
-Y Ahab. Ellos entendieron la persistencia. Ellos entendieron como esperar su
momento- Él levantó sus negros ojos y me miró tan afiladamente como sus "colmillos".
-Y ellos aceptaron su destino mutuo, sin embargo deprimente.-
No. Mi estómago se encogió. Si Lucius comienza a hablar de los esponsales, Jake
echará a correr hacia las colinas. ¿Y por qué se refiere Lucius a un destino conmigo
como "deprimente"? ¿Implica él que el estar casado conmigo sería tan malo como estar
atado con correa a una ballena moribunda?
-Hey, Lucius. ¿Qué tal van los entrenamientos de baloncesto?- Pregunté intentando
desesperadamente desviar la conversación y ponerla bajo control.
-Te he visto en el gimnasio- Alegó Jake. -Eres como uno de La NBA. Podrías llevar al
equipo a los estatales con ese salto de tiro. Los superaste a todos en la instrucción.-
-Ah, sí, la instrucción- Dijo Lucius claramente aburrido.
-La instrucción construye las habilidades- Ofreció Jake. -Conseguirás hacer la
instrucción.-
-La instrucción es aburrida.- Contó Lucius sin mirar realmente a Jake. -Prefiero la
competición.Tú eres luchador, ¿Verdad, Jake?- Preguntó papá, pasando a Jake más saag. Mis
padres estaban en una fase de comida india. El primer plato de la tarde consistió en
espinacas blandas. Dios prohibió que nosotros lanzásemos unas hamburguesas sobre
la parrilla y justo tendríamos una barbacoa cuando los invitados viniesen.
Jake echó un vistazo cauteloso al contenido verde brillante, pesado, pero aceptó el
tazón.
-Sí. Lucho. Soy el capitán este año.-
-¿Qué grecorromano eres?- Fijo Lucius secamente, levantando un trozo de espinaca y
dejándolo gotear, despacio, de su tenedor. -¿Tirándose sobre esa colchoneta?
Jake me miró confuso. Me encogí de hombros haciendo caso omiso del humor de
nuestro estudiante de intercambio.
Mamá depositó con la mano su servilleta en la mesa.
-Lucius, ¿podría verte en la cocina un segundo?- Excepto que eso no fue una pregunta.
Oh, gracias, Señor. Hice una nota mental para limpiar mi habitación o hacer una carga
extra de colada. Incluso los bóxers de Lucius. Le debía una.
Lucius caminó detrás de mi madre. Había una calma incómoda en la conversación en la
mesa, durante la cual todos nosotros pretendimos hacer como que no oíamos las frases
'toma parte en la conversación de forma cortés', 'bobo imbécil', y 'quítate a ti mismo'
viniendo de la cocina en susurros por etapas.
Unos minutos después, la puerta de la cocina se cerró de un golpe seco. Mamá volvió
sola.
-¿Quién quiere más fajitas?- Preguntó con una deprimente sonrisa, sin ofrecer ninguna
explicación por la pérdida de un muy irritable adolescente rumano.
Sobre la mesa, el saag de Lucius se congelaba en su abandonado plato.Después de que Jake se marchara, vagué fuera hacia al garaje. Lucius estaba lanzando
insoportables tiros libres, usando un viejo aro oxidado que el resto de nosotros había
olvidado su existencia. “Regatea, apunta, lanza” Lo observé hacer aproximadamente
diez tiros en hilera antes de interrumpirle.
-Hey.- Él se giró, sosteniendo el balón bajo su brazo, pareciendo increíblemente como
cualquier estudiante, de instituto americano con una sudadera de Grantley College
que Mamá le había comprado. Antes de hablar.
-Buenas noches, Jessica. ¿A qué se debe esta visita? ¿No estabas entretenida esta
noche?-
-Jake tuvo que irse.-
-Qué lástima.- Lucius tiró la pelota por encima su hombro. Esta pasó a través del aro.
-¿Qué estaba mal contigo esta noche? Sabes que pudimos oírte insultarle en la cocina.-
-¿De verdad?- Lucius se veía un poco alicaído. -No me lo propuse. Eso es vulgar. -
Crucé mis brazos.
-¿Tienes algo que decir sobre Jake y sobre mí? Porque si es así, solo dímelo a la cara.
No, des un discurso barato durante la cena sobre ballenas y el destino.-
-¿Qué podía decir? Tú lo dejaste bastante claro.-
-No sé lo que intentas conseguir- Le dije honestamente. -Cuando me compraste ese
vestido, pensé que era tu forma de decir que no te importaba si salía con Jake.-
El balón rodó cerca de los pies de Lucius, se agachó a recogerlo, trazando las costuras
del cuero, evitando mis ojos.
-Sí. Yo pensaba eso… pero esta noche, cuando le vi mirándote…-
-¿Qué?- ¿En serio estaba Lucius celoso?
-Solo es que, no me gusta, Jessica- Dijo finalmente. -Él no es lo suficientemente bueno
para ti. Aparte de cómo te sientas, sobre nuestra escasa relación en este punto, no te
vendas a ti misma a cualquier hombre. Cualquier chico.-
-Tú no conoces a Jake- Dije empezando a enfadarme. -Tú nunca has intentado
conocerle. Él ha intentado ser amable contigo en la cena.-
Lucius se encogió de hombros.Le he visto en el instituto, teniendo problemas para entender los conceptos básicos de
la literatura inglesa. Eso lo dice todo, ¿no crees?-
-Así que, a Jake no le gusta Moby Dick. ¿A quién le importa? A mí tampoco me gusta.-
Lucius parecía decepcionado conmigo. O triste sobre algo. O ambos.
-Comprendo que he estado de un humor inusual esta noche, Jessica- Dijo evitando mis
ojos otra vez. -No soy la mejor compañía. Quizás me disculpes, dejándome con mi
solitaria actividad.-
-Lucius…-
-Por favor, Jessica.- Me dio la espalda y lanzó el balón con un giro de su muñeca.
Atravesó la canasta sin tocar el aro.
-Bien. Me iré.- Lucius estaba todavía lanzando tiros cuando fui a comprobarlo una hora,
más tarde. Fuera estaba oscuro, y él jugaba en un pequeño círculo de luz iluminado
por una lámpara de mano colgada del garaje. Él había cambiado a la yups.
Empecé a saludarle pero cambié de idea. Algo sobre el modo decidido en que él
perforaba el tiro después lanzar un tiro, uno tras otro, nunca fallaba, la rabia con la
que encestaba la pelota por el aro, como si estuviese castigando la pelota, el tipo de
cosa monstruosa que a mí me asustaba.

Guía de Jessica para ligar con vampiros Where stories live. Discover now