Phsyco...{SaeranxMC} [[EDITANDO]]

9

Narra MC
Actualidad...

Después de una noche de pasión con Saeran, desperté. Para mi sorpresa él ya estaba despierto y completamente vestido. Los arañazos que me dejó en los muslos me siguen doliendo pero da igual... Lo importante es que me gustó.

—Buenos días.

—Buenos días, Saeran.— Contesté ruborizada.

—Lo de anoche estuvo genial, MC.

Noté como mis mejillas explotaron de lo roja que estaba.

—Sí... A mí también me encantó... —Dejó de mirar el paisaje que se veía desde la ventana y se acercó a mí.

—Te amo... Pero ahora he de irme, tengo una cosa pendiente que hacer...— Dicho esto, él me besó y se fue.

Narra Saeran

Salí de aquella habitación con aires victoriosos. Lo que llevo deseando años y años se ha hecho realidad. Ese vacío que tengo ha sido llenado con su amor y joder, la amo.

Me dirigí a la casa abandonada que está en las afueras ya que tenía una víctima ahí desde hace una semana, a lo mejor está muerta porque ya ni me acordaba de su existencia.

—¿Hola?— Bajé las escaleras que llevaban al sótano, con un arma, ya que la chica a podido intentar huir o se ha desatado las manos, cosa que veo algo difícil.

—N-no te me acerques...— La chica me miró con aires de súplica.

—Dios, huele fatal aquí dentro...— Me acerqué a ella lentamente.—Tú serás la última de mi lista.—Le sonreí. No me devolvió la sonrisa, me miró con asco. Le pegué.

—¡¿Qué coño haces?!— Gritó la chica con los ojos llorosos.

—¿A caso no te acuerdas de lo que te dije?— Ella negó con la cabeza y le volví a pegar. No nos olvidemos de que ya se veía bastante dolorida.—Al Amo siempre se le devuelven las sonrisas. —Le cogí del mentón,obligando a que me mire, y le sonreí. Ella me devolvió la sonrisa.—Así me gusta.

—Amo...¿Me puede dar algo de comida? Llevo aquí una semana y...— Me alejé de ella y fui hacia la cocina.

Narra la víctima

El supuesto Amo se fue a por algo de comer y aunque sí que estaba débil intenté escaparme de ahí de todas las maneras posibles, pero no pude. Escuché sus pasos justo encima de mí. Supongo que estará preparando algo. He de salir de aquí e irme a la policía. Mierda.

Miré a todos lados y vi el carro con el que me torturó la semana pasada. Estaba al alcance de mis pies, así que pude atraerlo. Con la boca intenté coger una navaja y a pesar de que me costó un poco lo conseguí. Después conseguí cortar una de las cuerdas que unía mi pie derecho a la silla, ya que el izquierdo estaba suelto. Después dejé la navaja en su sitio y la alejé un poco de mí.

Narra Saeran

—Ya estoy aquí con un poco de comida...—Bajé las escaleras, me acerqué a ella y le di comida. Cuando terminó sentí un gran dolor en mis partes. Una patada. Esa zorra consiguió soltar sus piernas y me dio de lleno en los huevos...

—Que te den.—Me escupió. ya no la aguanté más y le di un puñetazo y la cara, sacándole sangre del labio.

—Al Amo no se le pega, zorra mal nacida.— Cogí un cuchillo y le corté las venas de la muñeca.

—Hijo de puta...—Después de oír eso mi rabia se multiplicó por mil y comencé a lijarle la cara con papel de lija. Después cogí limón y se lo eché en la herida. Pasé a los alicates. Cogí los alicates y le abrí la boca. Le quité todos los dientes. El sonido de su dolor era lo mejor que escuché en mucho tiempo.

—Que sea la última vez que intentas hacerme algo. Pedazo de guarra.

Seguí torturándola por horas hasta que finalmente, murió.