Capítulo 5

492 59 6
                                    


Lucía Rodríguez.

Me despierto sobresaltada por el ruido de mi celular. Pero como me llamo Lucía Rodríguez y mi torpeza es única, me caigo de la cama.

Genial.

Simplemente genial.

Me levanto del hermoso suelo y agarró mi teléfono. Ocho llamadas perdidas de James, y veintitrés mensajes de whattsapp. Que se joda, no tengo ganas de escucharlo.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina para abrir el refrigerador, saco un yogurt y cereal, tengo demasiada hambre pero no tengo ganas de cocinar. Aparte esto es bajo en calorías. No debería engordar. No quiero y no puedo. No pasaría por eso otra vez.

Nuevamente tengo de nuevo ese maldito nudo en mi estomago que no me permite comer. Así que dejo todo como esta y me voy al baño, necesito expulsar lo que tenga. Porque es la unica forma que me siento bien conmigo misma. Abro la tapa del inodoro y lo expulso. Sólo líquido, que fue lo último que tome. Termino y me doy vuelta para enjuagarme la cara y lavarme los dientes, mientras me miro en el espejo, siento que estoy bajando de peso y eso me gusta. Pero cuando levanto mi remera no hago otra cosa que ver mis huesos marcados. No soy feliz. Nunca lo fui. Pero saber que logre mi meta al bajar de peso me hace sentir bien, aunque admito que se me fue un poco de las manos, me estoy volviendo anoréxica por tanta obsesión. Pero no me importaría con tal de no engordar nuevamente.

Siento el timbre de casa pero sinceramente no tengo ganas de atender, quiero estar sola.

Pero vuelve a soñar otra vez, así que me acomodo un poco la ropa mientras salgo del baño y me voy hacia la puerta. Abro sin ni siquiera ver por el agujero y no me sorprende encontrarlo a el.

James me da una mirada llena de disculpa que hace que mi corazón lata más rápido, no se que demonios me pasa cuando me mira el pero no quisiera saberlo tampoco.

- Lo siento bruja, no debí de haberte hablado así, estaba enojado conmigo mismo y descargue mi furia contigo. Por favor, perdoname. - Dice con esa cara de perro arrepentido.

- No soy un juguete James. No puedes tratarme de esa manera cuando te enojas, si quieres recuperar a Natalie está bien, pero luego no vengas llorando y ebrio porque ella te volvió a herir otra vez.

- Lo se, perdón. No volverá a ocurrir ¿Si? Ya suficientemente mal me siento con lo que acabo de ver.

- ¿Que fue lo que viste?

- Luego de que te fueras del parque salí en el auto a dar vueltas. No se como fue pero termine enfrente de la casa de Natalie. Ella estaba con otro hombre, y se estaban besando.

Diablos, no, no otra vez.

- Joder James, hay que ser masoquista para volver. Te dije que no lo hicieras.

El sólo baja la cabeza y cierra los ojos con fuerzas, se que se esta conteniendo para no llorar. Pero aunque lo oculte, se que le salió una lágrima y la seco con rabia.

- Lo se. Por favor, hasta. ¿Puedo entrar?

- Pasa idiota.

Me hago a un costado para que pueda pasar y nos dirigimos a la cocina. Se sienta y observa mi comida.

-¿Estabas por cenar?

- No. Se me fue el apetito.

- Bruja...

-Lo se James. Pero no tengo hambre y no voy a comer.

El simplemente me observa y se acerca a un paso bastante fuerte hacia mi. Levanta su mano y me agarra el mentón y prosigue a mirarme de cerca.

Sin ti Where stories live. Discover now