MOTIVOS PARA ODIARTE [TERMINADA]

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Espero te agrade, LeandroVillegas9

Toda la vida he tenido algo muy claro; Drama es igual a exageración. Detesto cuando las personas finge para llamar la atención y cuando sobre alteran las situaciones.

En este preciso instante, Yo no estaba exagerando, fingiendo o actuando mi reacción.

Cuando escuché decir con tanta seguridad que tendré un hijo mío, de mi, y de Emiliano, solo eso pude pensar. Luego después mi mente no arrojaba nada. Era como un desierto que ve alejarse poco a poco a una bolsa que arrastra el viento. Entré en un estado de shock. Y no era una broma. No me lo estaba haciendo creer. Realmente no podía pensar ni decir absolutamente nada. Ni siquiera podía llorar. Era como si le hubiesen inyectado un anestésico a mi cerebro y a mi espíritu en general. Más no a mis ojos, solo mi visión estaba activa y consciente en ese momento.

Vi como mi padre se encerraba en su cuarto, cosa que hacia solo cuando estaba triste, cansado y molesto. Esto último era como se sentía, bien molesto. Luz me abrazaba y lloraba para ella, pero no entendía porque sus lágrimas. Lo mas probable es que fuera de decepción también. Pitter avanzo y me frotó la espalda para luego salir por la puerta. Me separé un poco de los brazos de mamá, los que se me hicieron un poco desconocidos por el mucho tiempo que tenia sin sentirlos, y me dispuse a mirar a mi amiga quien tenia una expresión indescifrable.

-Yo..Las dejare para que hablen.- dijo después de aclararse la garganta.

-Esta bien. Gracias Kiara.- contesto mi madre. Y mi cerebro seguía sin gestionar aún nada que mis labios pudieran soltar. De seguro estaba molesta conmigo, como todos al parecer. Pero los entendía, la mayoría de ellos que se preocupaban por mi me lo habían advertido hasta el cansancio. Y Kiara no fue para nada la excepción. - Aurora hija, ¿Ya le dijiste a Nicolás?

-No estoy embarazada de Nicolás mamá.-sin dudarlo,todo mi organismo se reincorporó ante semejante pregunta, y con toda la vergüenza del mundo le respondí con la verdad que mas dolía.

-¿Como que no? Estoy extremadamente perdida. Y necesito escucharte hija, ten por seguro que no voy a juzgarte. Pero quiero que confíes en mi y me digas la verdad. Solo así puedo ayudarte Aurora..

-¿Ayudarme? ¿Como Luz? Dime, ¿Que hago ahora?- al hacerme esa pregunta al fin, la voz se me quebró y el común llanto volvió aparecer.

-Hija..Yo se que esto no es lo que esperabas, pero ya paso. Tienes que aceptar la voluntad de Dios.- decía mi madre sentándose a mi lado, sobando mi cabeza como cuando era pequeña. Haciéndome sentir aún más estúpida.

-Te puedo asegurar que esta no era la voluntad de Dios mamá.- respondí limpiando el río de lágrimas de mis mejillas. - Ahora quiero estar sola. Disculpame, pero tengo que encerrarme hablar conmigo misma.- le dije, queriendo que se marchara. Ella no conocía nada, por eso no entendía y yo no me sentía bien para contarle todo con detalles. Era mejor hablar con ella luego. Valoraba sus intentos de consuelo, pero no eran los propicios para mi.

-Esta bien. Pero tenemos que hablar, tienes mucho que contarme Aurora. Así que me llevare tu bolsa y te quedaras esta noche en mi casa ¿de acuerdo? Así le das tiempo Andres de calmarse. - Andres. No lo quería mirar. Me dolía saber todo lo que a él le estaba doliendo esta situación. Le Asenti a mi madre sabiendo que no tenia derecho a discutirle y la vi alejarse poco a poco con su barriga de seis meses.

Un escalofrío recorrió la punta de mi cabeza hasta mi talón de aquiles al siquiera pensar que eso me pasará a mi.

Después que se fue, camine a mi habitación y vi como mi padre salio de la suya y se marchó por la puerta principal cerrándola de nuevo con toda su fuerza. Así era él, como yo. Se alejaría para poder calmarse y pensar en frío. Una vez en mi cuarto, cerré la puerta y me tumbe en la cama ahogando mi rostro frente a mi almohada y soltando las lágrimas que ya no aguantaba.